NARCOTRÁFICO
Un “arrepentido” dijo que los dueños del campo sabían que Celis bajaría droga
03/12/2019
Los hermanos José y Omar Ghibaudo quedaron más complicados luego de que Luis Céparo, un miembro de la organización narcocriminal, afirmara que ambos sabían que la avioneta que aterrizó en su campo transportaba marihuana.
Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial
Los dueños del campo donde aterrizó una avioneta cargada con trescientos kilos de marihuana aseguran haber sido engañados, que les dijeron que utilizarían sus tierras para fumigar en una zona sembrada con trigo por la multinacional Monsanto; pero la persona que los contactó los desmiente, dice ahora que ellos lo sabían todo.
La declaración de Luis Orlando Céparo, un miembro de la organización narcocriminal encabezada por Daniel Celis, sacudió de la silla a los hermanos Omar y José Ghibaudo, los dueños del campo donde aterrizó la avioneta, dejándolos en una situación comprometida.
“Jugaron con mi necesidad económica y ahora me echan la culpa, pero ellos sabían que el avión traía droga”, aseguró Céparo, que se dice agricultor y está acusado de haber sido el encargado de la logística para el aterrizaje de la avioneta y la supervisión de la pista clandestina.
Esta declaración contradice una que dio bajo reserva de identidad ante el juez de instrucción. Antes había manifestado que los dueños del campo de Colonia Avellaneda desconocían que allí aterrizaría un avión cargado con marihuana. “En su momento dije que no tenían nada que ver porque me prometieron que iban a ayudarme. Pero no cumplieron”, dijo el arrepentido. Entonces rompió aquel pacto.
Según dijo, los hermanos percibieron 60.000 pesos por el alquiler del campo para el aterrizaje de la avioneta: “Fueron los únicos que cazaron plata y a mí me ladearon”. Incluso contó que la pista se construyó utilizando un tractor de un sobrino de los Ghibaudo.
Más tarde, los hermanos Ghibaudo luego negaron esto: “Céparo miente. Nunca recibimos plata”, dijeron cada uno a su turno, e insistieron en que “nunca mencionó que la avioneta traía droga”, sino que el agricultor les propuso alquilarles el campo para “fumigaciones”. Omar Ghibaudo ya lo había dicho.
Operación narcoavioneta
Aquella declaración de Céparo bajo reserva de identidad compromete a Tavi Celis, a quien su hermano pretendió desvincular hace unos días en una errática indagatoria ante el tribunal oral en la que asumió la responsabilidad por la operación de la narcoavioneta.
Céparo afirmó que Daniel Celis lo contactó dos meses antes de caer detenido y le preguntó si conocía un campo donde montar una pista de aterrizaje para bajar droga y que le propuso hacerlo en el campo de los hermanos Ghibaudo, en María Grande. Ellos estuvieron de acuerdo y hasta le prestaron una rastra para acondicionar el terreno. Dijo incluso que Tavi Celis “fue varias veces a verla, junto con otras personas” a las que no identificó.
Daniel Celis fue detenido el 9 de agosto de 2016 y la organización quedó a cargo de Miguel Celis, quien volvió a contactar a Céparo, según dijo. También Titi Celis estuvo en el campo controlando las tareas de acondicionamiento de la pista de aterrizaje, acompañado por “paraguayos, brasileños y gente” (sic). A veces lo acompañaba otra persona que identificó como el Cordobés, apodo de Gastón De la Fuente, y le contó que su contacto con los proveedores era a través de una persona de nacionalidad paraguaya que identificó como Clemente Gamarra.
Céparo reconoció que una vez que la avioneta estuviera en tierra recibiría 50.000 pesos que debía compartir con los hermanos Ghibaudo. Por eso estaba en el campo el domingo 28 de mayo de 2017 en el campo de Colonia Avellaneda. También estaban los Ghibaudo. Miguel Celis no estuvo en el campo pero los policías dicen haberlo visto en las inmediaciones. Sí estaba Gamarra, que logró huir junto con los pilotos, que serían de nacionalidad brasileña.
Las pistas que no fueron
Marcos Velázquez terminó confirmando la trama. Dijo haber recibido una propuesta de Sergio Marcelo Baldi, que ya estaba detenido, para detectar posibles campos en cercanías de Paraná donde pudiera aterrizar la avioneta.
“No sabía lo que traía la avioneta, pero por los datos que me iba dando Baldi y por la paga que me ofrecían, supuse que era droga”, admitió Velázquez, desmintiendo al propio Baldi que unos días atrás se había despegado de la acusación diciendo que no era su voz la que aparecía en las escuchas, sino de un homónimo, y negando cualquier participación en la operación de la narcoavioneta bajo el argumento de que estaba detenido. Precisamente Velázquez dijo que el ofrecimiento le llegó en una visita que le hizo en la unidad penal y que detrás de la operación estaba Daniel Celis.
Velázquez admitió haberle ofrecido a Baldi, y por su intermedio a la organización narcocriminal, dos posibles lugares para el aterrizaje de la avioneta: un campo en Aldea Salto y otro en Sauce de Luna. Incluso llevó a Titi Celis y a Gastón De la Fuente a este último terreno, donde los recibió el dueño.
Según dijo, le pagarían 100.000 pesos si la operación se concretaba en Sauce de Luna y 70.000 pesos si la avioneta aterrizaba en Aldea Salto. El dinero se repartiría en partes iguales con Baldi y el dueño del campo, que estaba al tanto de lo que se trataba. Como se sabe, la operación no se concretó y Velázquez no recibió nada.