El clan de Gastaldi suma otro fraude y en el gobierno miran para otro lado

02/09/2015

Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Una nueva. Incluso, de tiempo más remoto a las que se conoce. El Escribano Mayor de Gobierno, Francisco Gastaldi, apareció involucrado en otro fraude. El funcionario provincial, quien tiene que dar fe a los actos de gobierno, aparece ahora en una causa que radica en Gualeguaychú. La


Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial


Una nueva. Incluso, de tiempo más remoto a las que se conoce. El Escribano Mayor de Gobierno, Francisco Gastaldi, apareció involucrado en otro fraude.

El funcionario provincial, quien tiene que dar fe a los actos de gobierno, aparece ahora en una causa que radica en Gualeguaychú. La historia es similar por la que tendrá que enfrentar un juicio en su ciudad, Gualeguay. Gastaldi, aparentemente, hace ya varios años utiliza las herramientas de su profesión, la de escribano, para maniobras fraudulentas.

En el 2000 apareció en los estudios de Juan Maya Teresa Nancy Urrels, una chica que estaba anotada como hija de Eleuterio Urrels y Teresa Morales, pero decía ser hija de un tal Ángel José Nazar. Inmediatamente se inició una demanda de filiación que le fue favorable y Teresa Nancy Urrels pasó a llamarse Teresa Nancy Nazar.

Nazar era dueño de un patrimonio de tres mil hectáreas y dos mil cabezas de ganado en la zona de Medanos, una localidad ubicada a mitad de camino entre Ceibas y Gualeguay.

Cuando Teresa concurre a la sucesión de Nazar, que había fallecido en 1993, se encuentra que solo existía una parcela de 32 hectáreas. Su patrimonio había sido transferido un año antes a una Sociedad Anónima llamada Santa Teresita, en la que figuraban como socios Nazar, con un 98 por ciento de los bienes, y un criado con el 2, según pudo reconstruir Página Judicial. El escribano que constituye la sociedad resultó ser Francisco Gregorio Gastaldi.

Nazar además de la constitución societaria, había hecho una transferencia de acciones en favor de Julio Alberto Nazzar y Lionel Julián Nazzar, hermanos del marido de su sobrina Aurora Nélida Nazar de Nazzar. Aclaración: los Nazar (con una z) eran de Medanos y los otros Nazzar (con dos z) eran de Gualeguaychú.

El proceso fue largo, pero después de ocho años de idas y vueltas en los tribunales, Maya logró “voltear” todas las transferencias que se habían hecho a Santa Teresita dos sociedades para que su defendida, Teresa Nazar, pueda hacerse de los bines que le corresponden como heredera. Al juicio de simulación y fraude no solo lo ganó en todas las instancias, sino que a la contraparte le rechazaron un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia.

En 2013 y parte del año pasado, Maya, con la sentencia en mano y ya hecho el inventario de los bienes en la sucesión de Nazar se encontró con una sorpresa: los bienes inventariados en el sucesorio que debían figurar en el Registro de la Propiedad a nombre de la Sociedad Anónima habían sido transferidos por el titular de la misma (Miguel Nazzar, un cesionario de Julio y Lionel) para desviarlos de la sucesión mediante una maniobra documental y un contrato de fideicomiso pergeñado por Laura Gastaldi, hija del Escribano Mayor de Gobierno y adscripta a su padre en el Registro Número 11 de Gualeguay. Todo fue realizado a sabiendas de que el acto de disposición se realizaba en fraude a la ley y en desobediencia a lo que dictaminaban tres instancias en los tribunales.

La escribana y su padre no pudieron actuar con desconocimiento de que se estaban prestando a un nuevo fraude contra la heredera de Nazar. Padre e hija podrían terminar penalmente acusados por incurrir en el delito de defraudación. Una por ejecutar la maniobra el otro por ser el responsable del libro de protocolo.

Antecedentes

Gastaldi ya ha incurrido en este tipo de prácticas. Como reveló oportunamente Página Judicial, el Escribano Mayor de Gobierno enfrentará un juicio oral y público por fraguar documentos públicos y quedarse con propiedades.

El funcionario fue imputado por aparecer como el arquitecto de un fideicomiso fraudulento que tuvo como objetivo desheredar a una hija no reconocida por un hacendado de Gualeguay. Para la maniobra, colocó a su hijo Francisco y también escribano, en el dominio fiduciario con el que se realizó la operación para transferir los bienes. El caso es similar al de Gualeguachú con los Nazar.

El hecho tiene condimentos propios de la ficción, como el intento de hacer cremar el cuerpo del potentado para obstaculizar cualquier reclamo filiatorio y allanar el camino para quedarse con 37 inmuebles, en su gran mayoría rurales con excepción de tres inmuebles urbanos.

En eso andaba el hombre que da fe de los actos del gobierno de Entre Ríos que, como si fuera poco, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) lo condenó el año pasado por haber hecho una escritura de cesión de bienes a un hombre que se estaba muriendo.

No se ha escuchado una sola voz oficial sobre los casos que condenan al Escribano Mayor de Gobierno que, todos los días, se lo ve trasladándose en auto oficial como si nada hubiera pasado.