Roncaglia reorganiza la estructura y las funciones de la Policía

17/01/2024

El Gobierno presentó un proyecto para reformar el Reglamento General de la Policía que contempla la creación de una unidad especial para investigar delitos contra la administración pública y una reformulación del área de lucha contra el narcotráfico, que pasará a llamarse Dirección General de Drogas Peligrosas. Las explicaciones de Roncaglia.

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

El Poder Ejecutivo presentó un proyecto de reforma del Reglamento General de la Policía de Entre Ríos que, en lo esencial, prevé la dependencia del recientemente creado Ministerio de Justicia y Seguridad, a cargo de Néstor Roncaglia.

El proyecto, además, plantea como instrumentos novedosos la creación de un área específica para la investigación de delitos de corrupción en la administración pública y un cambio de nombre para la estructura de lucha contra el narcotráfico; y también se crean nuevas reparticiones, otras que suman competencias y algunas que se unifican.

El Reglamento General de la Policía de Entre Ríos fue sancionado en 1974 y es el que determina la organización y el funcionamiento de la fuerza policial. La Ley Número 5.654 establece que la Policía “depende del Poder Ejecutivo y directamente del Ministerio de Gobierno”, de allí la necesidad de implementar una reforma para dejarla bajo la órbita de Roncaglia. Lo mismo ocurre con el Servicio Penitenciario.

La iniciativa fue presentada por el Poder Ejecutivo e ingresó este miércoles en la Cámara de Diputados y fue girada a la Comisión de Seguridad y a la Comisión de Legislación General para su tratamiento.

La innovación que incorpora la nueva ley es la creación de una “División Investigación de Actos de Corrupción”, que dependerá directamente de la Jefatura de Policía, que en el inicio de la actual gestión quedó a cargo de Claudio González.

En diálogo con Página Judicial, el ministro Roncaglia explicó la idea de esta nueva estructura pretende “que la justicia tenga policías especializados y confiables para investigar hechos de corrupción que pudieran ser llevados a cabo por funcionarios públicos” y agregó que “para ello se creará un equipo en el cual la justicia pueda confiar y, para evitar intermediarios, dependerá directamente del jefe de la Policía”.

La nueva estructura, además, “tendrá la facultad de recibir denuncias de particulares y funcionarios que tomen conocimientos de ilícitos; obvio deberán dar la inmediata intervención a los fiscales” y agregó que los policías que integren este equipo de investigación “podrán llevar a cabo tareas investigativas”.

Los efectivos que integren la nueva estructura recibirán una capacitación especial e “incluso realizarán cursos fuera del país”, enfatizó Roncaglia; y se prevé incorporar a la nueva División Investigación de Actos de Corrupción un equipo de contadores, estudiantes de Ciencias Económicas y especialistas en Informática.

En materia de seguridad, Roncaglia ha planteado que el desafío más importante es la lucha contra el narcotráfico. En ese plano, centrará su gestión en dos ejes. Por un lado, la lucha contra el crimen organizado; por el otro, el narcomenudeo o microtráfico.

En su momento, Página Judicial había adelantado la idea de reestructurar la Dirección Toxicología de la Policía, profesionalizar el área dotándola de equipos multidisciplinarios especializados en la investigación del lavado de activos y el crimen organizado y las intenciones de aceitar el trabajo con los jueces federales y las fuerzas policiales y de seguridad nacionales. Por otro lado, Roncaglia ha ratificado la ley provincial de narcomenudeo porque considera que los kioscos en los barrios son un engranaje desde donde se generan consumidores que, con el tiempo, van tejiendo relaciones con el microdelito y terminan convirtiendo a los jóvenes en soldaditos de las bandas narco.

El proyecto presentado por el Poder Ejecutivo prevé cambiar la denominación de la actual Dirección Toxicología por una nueva Dirección General de Drogas Peligrosas. “Más allá del nombre, que consideramos más adecuado, la idea es reformular la acción de las investigaciones antidrogas, que sea más universal, que se luche contra el narcomenudeo, pero que también haya un equipo para investigar el macrotráfico, en conjunto con los jueces federales y en coordinación con fuerzas federales”, explicó el ministro.

En otra de las reformas, el nuevo Reglamento General de la Policía plantea la eliminación de la Dirección de Inteligencia, que tenía la vidriosa función de “satisfacer las necesidades informativas que expresamente requiera al efecto el Poder Ejecutivo (…) en prevención de hechos que puedan llegar a atentar contra la paz en el ámbito provincial, la debida vigencia del orden constitucional y de sus instituciones”; y su fusión en una nueva Dirección General de Investigaciones e Inteligencia Criminal.

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