DERECHOS HUMANOS
Se viene el segundo juicio a un policía en un caso de gatillo fácil
30/10/2023
Iván Pérez fue asesinado de un tiro en la nuca efectuado por un policía. El joven de Gualeguaychú estaba desarmado y corría de espaldas a los policías que lo perseguían. Las pericias determinaron que el disparo se produjo a una distancia unos cien metros. En el primer juicio, el jurado popular no llegó a un veredicto y quedó estancado.
Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial
Cuatro años han pasado desde que Iván Pérez, un joven de 24 años, cayó muerto tras recibir un disparo en la nuca efectuado por un oficial de la Policía de Entre Ríos. Un jurado popular deberá analizar si se trató de un caso de gatillo fácil o si, como dice la defensa, el sargento Mauricio Javier Gómez cometió un homicidio involuntario.
El 9 de octubre de 2019, entre las diez y media y las once de la mañana, vecinos del barrio Molinari de Gualeguaychú reportaron el robo de unas herramientas de un taller mecánico y hasta allí concurrió el Móvil 647 de la Policía de Entre Ríos. Enseguida los oficiales Juan Alberto Zapata y Mauricio Javier Gómez detuvieron a una persona y en otra recorrida divisaron a Iván Pérez, que estaba con unos amigos a unas cuadras.
Gómez fue enjuiciado en 2021, pero el jurado popular que debía analizar su responsabilidad no logró ponerse de acuerdo para arribar a un veredicto y el policía quedó en libertad, a la espera de un nuevo juicio.
El segundo juicio se celebrará durante los días 30 de noviembre, 1, 4, 5 y 6 de diciembre. Gómez está acusado por el delito de homicidio agravado por tratarse su autor de un miembro de las fuerzas de seguridad en abuso de sus funciones. En el juicio se intentará determinar la responsabilidad del sargento de la Policía de Entre Ríos. Esa es la acusación que sostendrán el fiscal Lisandro Beherán y el abogado Pablo Di Lollo, que representa a la familia del joven asesinado.
En el primer juicio, una mujer que había declarado inicialmente bajo reserva de identidad ratificó que unos minutos antes de que cayera muerto en un descampado había visto al joven cirujeando en cercanías del barrio Molinari.
Según la reconstrucción que hizo el Ministerio Público Fiscal, cuando los policías vieron a Iván Pérez iniciaron una persecución. El seguimiento continuó por un callejón hasta que el joven salió a un descampado e intentó atravesarlo en dirección hacia una iglesia evangélica. El relato policial es confuso sobre lo que ocurrió en ese ínterin hasta el desenlace fatal. Gómez dice que Zapata se negó a perseguir al joven a pie porque tenía un problema en la rodilla. Zapata dice que Gómez bajó de la camioneta y salió corriendo detrás del joven.
Cuatro personas vieron el desenlace fatal. Sus testimonios coinciden en que la camioneta conducida por Gómez avanzó por el descampado y en un momento frenó bruscamente, Gómez bajó del vehículo, avanzó unos pasos, extrajo el arma, apuntó y disparó hacia donde corría Iván Pérez, de espaldas a él. En cuanto a Zapata, dicen haberlo visto llegar unos segundos después, a pie.
Los vecinos escucharon el disparo. “Se sintió muy fuerte”, dijo una adolescente que vio la escena desde una ventana en su casa. “Vi un fogonazo y humo blanco”, agregó su madre. El “humo blanco”, emanaba del arma que sostenía Gómez.
El tiro que mató a Iván Pérez ingresó por la nuca, por el lado derecho, de abajo hacia arriba. Las pericias determinaron que fue efectuado a una distancia de entre noventa y cien metros –el casquillo se encontró a noventa y cinco metros del cuerpo– y no había obstáculos que impidieran la visión del policía, ni árboles, ni arbustos, ni yuyos. Una pericia determinó que el arma de Gómez “estaba en estado regular de conservación y era apta para producir el disparo”, los tres dispositivos de seguridad funcionaban correctamente, para accionar el gatillo el policía debió realizar una fuerza de 5,2 kilos de fuerza y se descartó que se hubiera producido algún tipo de rebote del proyectil. Fue un disparo limpio.
En el primer juicio, el fiscal y el abogado que representa a la familia del joven solicitaron que el policía sea condenado. El defensor Alfredo Vitale, en tanto, dijo que el disparo fue “involuntario” (sic) y que Gómez “no tuvo intención ni voluntad de quitarle la vida a Iván Pérez”. En ese juicio, el jurado quedó estancado, es decir, no logró arribar a un veredicto de unanimidad, requisito que marca la norma vigente para dar por resuelta la disputa judicial. Si ese escenario se repitiera en el segundo juicio, el policía saldría absuelto.