GUALEGUAYCHÚ

Familiares de Iván Pérez piden justicia y marchan contra el gatillo fácil

04/07/2023

El joven de 24 años fue asesinado de un tiro en la nuca efectuado por un policía. Las pericias determinaron que el disparo se produjo a una distancia unos cien metros y estaba desarmado, por lo que no representaba ningún peligro para los uniformados, y corría de espaldas a los policías que lo perseguían. Un policía fue enjuiciado pero el jurado popular no llegó a un veredicto y espera que se fije fecha para un nuevo juicio.

Familiares de Iván Pérez piden justicia y marchan contra el gatillo fácil

De la Redacción de Página Judicial

 

Casi cuatro años han pasado desde que un disparo policial acabó con la vida de Iván Pérez en Gualeguaychú. Por el crimen fue acusado el sargento Mauricio Javier Gómez, pero un jurado popular no alcanzó un veredicto de unanimidad, quedó estancado y la causa en stand-by hasta que se fije fecha para un nuevo juicio.

Con ese contexto como telón de fondo, familiares y amigos de Iván Pérez, junto con organismos de derechos humanos, movimientos sociales y políticos de Gualeguaychú realizarán este viernes, a las 17, una marcha frente a tribunales para que “la Justicia entrerriana instrumente de forma inmediata lo que sea necesario” para enjuiciar al policía acusado.

“Como familiares y amigos hemos estado atentos al transcurso de la causa, hemos transitado el primer juicio realizado en 2021, en el que no hubo decisión unánime del jurado. Con dolor y mucha angustia hemos esperado la concreción del segundo juicio, y sin embargo en estos dos años no nos han confirmado nada. Pasan otros juicios mientras el nuestro se posterga”, señalaron en un documento que dieron a conocer.

“Nuestra paciencia se agotó. Estamos hablando de un homicidio, de un caso de gatillo fácil, de extrema violencia institucional, que al Poder Judicial de Entre Ríos parece no interesarle. ¿Cuánto más tiempo quieren que pase? ¿Cuándo van a dignarse a realizar el juicio? ¿Acaso quieren que nos resignemos a la impunidad? Les avisamos que no lo haremos, de ninguna manera”, advirtieron en otro tramo. “No vamos a admitir que un agente de policía ejecute a un pibe y no pase nada. No lo haremos. Por la memoria de Iván y porque la impunidad pone en riesgo a toda la sociedad”, agregaron.

Cuatro años y nada

El 9 de octubre de 2019, entre las diez y media y las once de la mañana, vecinos del barrio Molinari de Gualeguaychú reportaron el robo de unas herramientas de un taller mecánico y hasta allí concurrió el Móvil 647 de la Policía de Entre Ríos. Enseguida los oficiales Juan Alberto Zapata y Mauricio Javier Gómez detuvieron a una persona y en otra recorrida divisaron a Iván Pérez, que estaba con unos amigos a unas cuadras.

En el juicio que se realizó en 2021 una mujer que había declarado bajo reserva de identidad ratificó que unos minutos antes había visto al joven cirujeando en cercanías del barrio Molinari.

Cuando los policías lo vieron, se inició una persecución. El seguimiento continuó por un callejón hasta que Iván Pérez salió a un descampado e intentó atravesarlo en dirección hacia una iglesia evangélica. El relato policial es confuso sobre lo que ocurrió en ese ínterin hasta el desenlace fatal. Gómez dice que Zapata se negó a perseguir al joven a pie porque tenía un problema en la rodilla. Zapata dice que Gómez bajó de la camioneta y salió corriendo detrás del joven.

Cuatro personas vieron el desenlace fatal. Sus testimonios coinciden en que la camioneta conducida por Gómez avanzó por el descampado y en un momento frenó bruscamente, Gómez bajó del vehículo, avanzó unos pasos, extrajo el arma, apuntó y disparó hacia donde corría Iván Pérez, de espaldas a él. En cuanto a Zapata, dicen haberlo visto llegar unos segundos después, a pie.

Los vecinos escucharon el disparo. “Se sintió muy fuerte”, dijo una adolescente que vio la escena desde una ventana en su casa. “Vi un fogonazo y humo blanco”, agregó su madre. El “humo blanco”, emanaba del arma que sostenía Gómez.

El tiro que mató a Iván Pérez ingresó por la nuca, por el lado derecho, de abajo hacia arriba. Las pericias determinaron que fue efectuado a una distancia de entre noventa y cien metros –el casquillo se encontró a noventa y cinco metros del cuerpo– y no había obstáculos que impidieran la visión del policía, ni árboles, ni arbustos, ni yuyos. Una pericia determinó que el arma de Gómez “estaba en estado regular de conservación y era apta para producir el disparo”, los tres dispositivos de seguridad funcionaban correctamente, para accionar el gatillo el policía debió realizar una fuerza de 5,2 kilos de fuerza y se descartó que se hubiera producido algún tipo de rebote del proyectil. Fue un disparo limpio.

El sargento Gómez fue enjuiciado en 2021, pero el jurado popular que debía analizar su responsabilidad no logró ponerse de acuerdo para arribar a un veredicto y el policía quedó en libertad, a la espera de un nuevo juicio. Esta situación está prevista en la ley cuando el jurado no alcanzare la unanimidad en un plazo razonable de deliberación.