NARCOTRÁFICO
La caída del terrateniente que puso preso a Celis
08/08/2022
El dirigente ruralista Leonardo Airaldi fue detenido en una de las zonas más calientes del narcotráfico en Rosario. Ex presidente de la Sociedad Rural de Diamante, fue mano derecha de Luis Miguel Etchevehere y supo tejer vínculos con dirigentes a ambos lados de la grieta política. También estrechó relaciones con la Policía y construyó negocios con el condenado narcotraficante Daniel Celis. Perfil de un todoterreno.
Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial
La caída de Leonardo Roberto Airaldi, el terrateniente que supo liderar la Sociedad Rural de Diamante, parecía ser un hecho al que solo le faltaba saber, al decir del Indio Solari, la fecha y el lugar… y finalmente ocurrió.
Airaldi fue detenido el 24 de julio en horas de la madrugada en Rosario mientras circulaba al volante de una camioneta Amarok, junto con otras tres personas. En el operativo, la Gendarmería incautó dos pistolas calibre 9 milímetros (una Browning y una Glock), 11 cargadores, 196 municiones de distintos calibres, 360 dólares y 151.960 pesos. También se secuestraron medicamentos en tabletas y ampollas, seis jeringas con agujas, un gramo de cocaína y una balanza de precisión. En su casa de Diamante, además, se encontraron 619 gramos de marihuana y un chaleco antibalas.
Ante los gendarmes ensayó una resistencia:
–Soy un agente inorgánico de inteligencia de Entre Ríos –les dijo.
El dato está siendo corroborado por el fiscal rosarino Iván Enríquez, aunque desde la Policía de Entre Ríos negaron enfáticamente cualquier tipo de relación que vincule de manera formal o informal a Airaldi con la fuerza.
La detención se produjo en el noroeste rosarino, una de las zonas más calientes del narcotráfico en la ciudad, y una de las hipótesis de los investigadores es que el ruralista había llegado hasta allí para canjear armas por drogas.
El heredero
Leonardo es hijo de Guido Airaldi y Mirta Balbi. Heredó de su padre una fortuna en extensiones de campo en Corrientes, Diamante, Feliciano y en la zona de islas del río Paraná; pero en el pueblo le reconocen como propio un olfato para las relaciones políticas. En cambio, no supo cultivar buenos vínculos familiares y a poco de la muerte de su padre, la madre lo apartó de la administración de los negocios familiares.
En la escena pública, empezó a ganar espacio a partir de las protestas de las patronales del agro contra las retenciones en 2008 y eso lo catapultó a la Sociedad Rural de Diamante. Con ese respaldo, surfeó las olas de la política con astucia. Se referenció en Cambiemos, pero no le cerró las puertas al peronismo que gobernaba la provincia.
Desde esa catapulta que fue la Sociedad Rural también supo tejer buenos y prolíficos vínculos con la Policía de Entre Ríos. En 2012, por ejemplo, impulsó la instalación de un destacamento en la zona de islas del departamento Diamante que se construyó íntegramente con aportes de la patronal del campo; de paso también entregó una lancha “para hacer más efectivo” el accionar de la Brigada de Prevención de Delitos Rurales.
De esos años data el inicio de la relación con Luis Miguel Etchevehere, que por entonces presidía la Sociedad Rural y luego se convertiría en ministro de agroindustria de Mauricio Macri.
Dolores, la hermana de Luis Miguel Etchevehere, dijo que Airaldi ha sembrado en campos de su familia y que ambos tenían “hacienda en negro” en la isla El Pillo (sic), que también le pertenece y ha estado en el centro de la escena por haber sufrido quemas intencionales para el agronegocio. El dirigente social Juan Grabois fue más allá: calificó a Airaldi como “el mulo” del ex ministro.
Ayer detuvieron al mulo de Luis Miguel Etchevehere con una camioneta llena de droga. Hace dos años denunciamos desde el Proyecto Artigas la estructura narcosojera cambiemita en Entre Ríos y el pacto de poder que la protege. La justicia tarda pero llega. Volveremos. pic.twitter.com/VsypGpxkGn
— Juan Grabois (@JuanGrabois) July 25, 2022
Pero hay otra trama… una trama en la cual el nombre de Leonardo Airaldi aparece vinculado con el oscuro mundo del narcotráfico, y quien lo expuso fue nada menos que Daniel Tavi Celis, uno del jefes del negocio en Paraná.
Es necesario capitular. Celis fue detenido el 9 de agosto de 2016 a raíz de un hecho que se presentó como un intento de asalto en la estancia El Retiro, en Puerto Las Cuevas, en la zona rural del departamento Diamante.
El hecho había ocurrido el 2 de marzo. Cuatro personas ingresaron violentamente al campo, redujeron a las personas que se encontraban en el lugar y exigieron que les entregaran una suma de dinero. El robo se frustró porque una mujer que vive en otra casa dentro del mismo establecimiento alertó a la Policía, se produjo una persecución y un intenso tiroteo que terminó con dos asaltantes detenidos y otros dos lograron escapar.
El dato que tenían era preciso: Mirta Balbi, la madre de Airaldi, tenía intenciones de vender un campo; Julio Tulián, que tiene una relación de parentesco con ellos, se mostró interesado y pactaron una operación de 20 millones de pesos que estaba en vías de concretarse.
Luego de ser detenido, Celis hizo una sugestiva publicación en las redes sociales diciendo que su arresto había sido orquestado por el entonces intendente Sergio Varisco, los ex policías Ricardo Frank y Griselda Bordeira y Airaldi, para impedirle su ascenso en el sindicato de trabajadores municipales. Celis se sintió traicionado y expuso al ruralista, ¿acaso su socio?
Relaciones peligrosas
En los días posteriores a la detención de Celis, la ex policía Griselda Bordeira se comunicó con un policía de la Jefatura Departamental de Diamante y le dijo que el propio jefe narco le había contado que aquel episodio tenía que ver con una deuda por asuntos de narcotráfico.
Según esta versión, Airaldi traficaba marihuana a través de un proveedor en la República del Paraguay, se la hacía traer en barcos y la bajaban en Diamante en las barcazas que se utilizan para transportar animales a las islas.
A mediados de 2015, Airaldi importó un cargamento de más de tres mil kilos de marihuana. Celis sería el encargado de introducir la droga en el territorio. Pero, por algunas desinteligencias, la marihuana fue incautada por la Policía de Entre Ríos.
El 18 de agosto de 2015, la División Robos y Hurtos de la Policía de Entre Ríos, entonces a cargo de Ricardo Frank, encontró por casualidad 1.294 kilos de marihuana que estaban en un semi-remolque en calle Churruarín al final, en cercanías del predio donde se desarrolla la tradicional fiesta de disfraces.
El camioncito estaba registrado a nombre de Airaldi, quien (oportunamente) lo había denunciado como robado unos días antes. Pero la investigación llegó hasta Norberto Salvador Perezlindo, cuñado de Miguel Ángel Celis, hermano de Tavi.
Perezlindo recién se presentó en el Juzgado Federal el 14 de marzo de 2016, una semana después de que la Policía Federal allanara su domicilio; aunque tareas de inteligencia realizadas con anterioridad lo vinculaban con los hermanos Celis: frente a su casa estaba estacionado un automóvil Fiat Siena que luego fue interceptado en Concepción del Uruguay transportando drogas.
Una semana después, el 26 de agosto, también de manera casual, la Policía de Entre Ríos llegó hasta una casa de calle Alemanes del Volga, en el barrio Paracao de Paraná, con el pretexto de la búsqueda de armas en el marco de una causa por una tentativa de homicidio y, en cambio, encontró 1.772 kilos de marihuana en una caja térmica en el fondo de una vivienda. Primero los vecinos contaron que la droga había sido llevada hasta allí en un camión volcador de la Municipalidad y después, el dueño de casa, Sergio Daniel Godoy, empleado municipal, se quebró diciendo que la droga se la había llevado una persona a la que solo identificó por el apodo de Cebolla.
Miguel Carmelo Leguizamón, alias Cebolla, es quien crió a los hermanos Celis, un hombre que no sabe leer ni escribir y que durante la gestión de Sergio Varisco llegó a ser el segundo jefe de la Unidad Municipal 2.
Esos dos episodios acrecentaron las sospechas. Pero quien hizo encajar las piezas de este complejo rompecabezas fue Luciana Lemos, la pareja de Celis. Contó que un día de agosto de 2015 Frank y Bordeira se le presentaron a Celis en su casa para decirle que sabían de la llegada de un camión cargado con marihuana a Paraná y que “ellos lo dejaban pasar si iban mitad y mitad”. Supuestamente Celis sería el encargado de almacenar la droga. “Celis me dijo que no había arreglado, pero el camión llegó igual y era la misma mercadería que secuestraron cerca de la fiesta de disfraces. Recuerdo que la habían trasladado en un carro que era de Leo Airaldi”, dijo Lemos en 2017, ya detenida, cuando había quedado expuesta la relación entre Celis y Varisco.
El robo a Julio Tulián, entonces, habría sido planificado para cancelar la deuda que Airaldi tenía con sus proveedores paraguayos por los más de tres mil kilos de marihuana que terminó secuestrando la Policía de Entre Ríos.
Daniel Celis terminó condenado a siete años y medio de prisión por el intento de robo y luego a trece años de cárcel por delitos de narcotráfico. Leonardo Airaldi, sin embargo, logró sortear el tránsito por los tribunales. Hasta ahora.