DERECHOS HUMANOS

Un policía va a juicio por encubrir el homicidio de Erbetta

11/12/2019

El ex policía federal Emilio Romero será juzgado por la desaparición de Victorio Coco Erbetta durante la dictadura. Está acusado por el delito de encubrimiento. Ante un tribunal militar admitió haber participado de un procedimiento en el que se fraguó la fuga del militante popular.

Un policía va a juicio por encubrir el homicidio de Erbetta

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

El juez Leandro Ríos dispuso elevar a juicio oral la causa contra el ex policía federal Emilio Romero para que responda por el homicidio de Victorio Erbetta, desaparecido durante la última dictadura cívico-militar.

Romero está acusado por el delito de encubrimiento, por haber sido señalado como la persona que encabezaba el procedimiento que culminó con el simulacro de fuga de Coco Erbetta, el 24 de agosto de 1976, tras permanecer once días en cautiverio en los cuarteles del Escuadrón de Comunicaciones del Ejército.

El juicio tramitará ante un tribunal correccional, ya que la pena prevista, en caso de que Romero sea condenado, sería de uno a seis años de prisión.

De acuerdo con el relato de testigos, tres personas vestidas de civil que se identificaron como de la Policía Federal secuestraron a Erbetta el 13 de agosto de 1976. Se lo llevaron del edificio donde actualmente funciona la Facultad de Ciencias Económicas, en calle Urquiza, entre La Rioja y Ferré.

Erbetta pasó unas horas en la sede de la Policía Federal y al otro día fue trasladado a los cuarteles del Ejército.

El 24 de agosto de 1976, cerca de las nueve de la noche, tres detenidos políticos dijeron haber sido sacados de los calabozos con los ojos vendados con cinta plástica y las manos atadas con alambres. Luis Alberto D’Elía e Hipólito Luis Muñoz fueron subidos en un furgón que conducía Romero, según él mismo lo reconoció ante la instrucción militar; mientras que Julia Raquel Leones fue cargada en un Ford Falcon con otra persona que le dijeron que era Erbetta y al mando de Osvaldo Luis Conde. Los habían recibido, según dijo, “en la zona de cuarteles de autoridad militar”

Los secuestrados refieren que dieron vueltas durante varios minutos; Julia cuenta que en un momento, la persona que iba a su lado cayó del vehículo y los verdugos gritaban que se estaba escapando mientras efectuaban disparos de armas de fuego.

Romero se abstuvo de declarar en la indagatoria ante el juez Leandro Ríos. Sin embargo, en 1986, cuando fue citado como “testigo” por un juez de instrucción militar hizo una extensa declaración en la que creía recordar que “en una oportunidad, en uno de los traslados se escapó un detenido de uno de los vehículos en que era conducido, lo cual motivó una persecución y se realizaron algunos disparos de armas de fuego”. También dijo que él iba en el otro vehículo y que permaneció dentro del automóvil “como medida de seguridad” para los otros secuestrados.

El policía dijo entonces no recordar los detalles ni los nombres de quienes participaron del operativo, y solo mencionó el nombre de Conde. Pero sí se acordaba de que en un momento “se detuvo la marcha de la comisión de traslado, circunstancia que fue aprovechada por el detenido para escapar” y creía que la “detención” del vehículo se produjo “por el cruce de un vehículo, que bien pudo ser intencional, circunstancia esta corroborada por el hecho de que el detenido se dio a la fuga y no pudo ser localizado en las inmediaciones del lugar, próximo al cruce de vías”. Erbetta permanece desaparecido.

La pregunta entonces del juez de instrucción militar fue cómo hizo para fugarse un prisionero estando esposado, y la respuesta, ensayada y calcada a la que dieron otros represores fue que “el hecho de hallarse esposado con las manos hacia adelante no impide a los detenidos correr o movilizarse”.

En diciembre de 2015, el ex policía federal Cosme Ignacio Marino Demonte fue condenado por el secuestro y homicidio de Erbetta, señalado como una de las personas que participó del operativo ilegal en la facultad.