NARCOTRÁFICO

Los mensajes que cruzaban Gainza y Frigerio sobre Celis

15/10/2019

El concejal aparecía mencionado en las anotaciones de Luciana Lemos y estuvo imputado en la causa, pero terminó sobreseído por el beneficio de la duda. Antes de declarar intercambió mensajes con Frigerio y el ministro le pidió “prudencia”.

Los mensajes que cruzaban Gainza y Frigerio sobre Celis

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

En Paraná, como en otras ciudades argentinas, existen sospechas de que grupos de narcotraficantes han ido tejiendo relaciones tendientes a lograr su inserción en instituciones estatales para progresar en el negocio.

Esa trama oscura se está ventilando en el juicio que tiene en el banquillo de los acusados al intendente Sergio Varisco y al narcotraficante Daniel Tavi Celis.

Si fueran ciertos los datos que Luciana Ernestina Lemos, ex pareja de Celis, anotó en dos cuadernos hallados en su casa, estaríamos ante la revelación más importante para sustentar esa relación que se haya detectado en Entre Ríos; se trata de datos que provocaron un giro en la causa, puesto que allí aparecen mencionados el intendente Varisco, la ex policía provincial Griselda Bordeira y los concejales Pablo Hernández y Emanuel Gainza.

Varisco, Hernández y Bordeira están acusados de financiar actividades de narcotráfico; pero Gainza fue imputado, indagado, recibió una falta de mérito y luego un sobreseimiento, es decir, quedó completamente desvinculado de la causa.

Sin embargo, su nombre se coló este martes en el juicio, a partir de la revelación de conversaciones extraídas de su teléfono celular, una de ellas con el ministro Rogelio Frigerio, a poco de que se conociera que su nombre aparecía en las anotaciones de Lemos.

En los cuadernos están mencionados Varisco, Hernández, Bordeira y Gainza; cada nombre aparece sucedido por una letra enmarcada con un círculo y una operación matemática: Varisco es “Nacho”, Hernández es “Daniel”, Bordeira es “Amigo X” y Gainza es “Chino”, según las explicaciones que dio Lemos ante la justicia, donde dijo además que en los días posteriores al 20 de abril de 2018 recibió seis kilos de cocaína, “uno para Gainza, uno para Hernández, dos para Bordeira y dos para Varisco”.

El hallazgo de los cuadernos y las explicaciones de Luciana Lemos provocaron un verdadero tembladeral político en Entre Ríos y Gainza, que en un primer momento debía comparecer como testigo, fue citado a prestar declaración indagatoria.

Entonces, sin poder acceder al expediente, le consultó a un periodista –y también lo hizo a través de una asesora de prensa del PRO– de qué manera estaba mencionado en la investigación judicial y luego le transmitió a Frigerio una respuesta que intentó ser tranquilizadora.

El correveidile le transmitió a la asesora de prensa del PRO que en el cuaderno “dice Gainza, pero la Lemos le aclaró a la policía que es Gonza. Que se equivocó” y después agrega: “Que le entendió mal a Celis. Por eso el juez no lo citó”.

Con esa respuesta, Gainza le escribió a Frigerio: “Mi apellido está en ese papel, pero la allanada, las escuchas y lo incautado hacen referencia a un Gonza, no Gainza” y agrega: “Gonza fue allanado y está en la confesión de la mujer de Celis. Quería que sepas no solo el contexto sino porque es importante para mí que lo sepas”, le insistió el concejal.

“La allanada” es Luciana Lemos y “Gonza” es el apodo de Ernesto Ramón González, un empleado municipal que estaba señalado como recaudador de dinero para la organización encabezada por Celis en la Unidad Municipal 2, que también estuvo imputado y terminó desprocesado.

De paso, Gainza le preguntó a Frigerio sobre cómo enfrentar a la prensa, “si es necesario que resalte algo o alguna línea con respecto a Cambiemos, Josefina (¿Etienot?) (aseguró que la confianza entre UCR y PRO está rota), etc. Sobre eso me van a preguntar seguro”. Frigerio le dijo, simplemente, que hablara de Cambiemos “y de ser muy prudentes y esperar a que defina la justicia” y concluyó: “No hay que condicionar a la justicia”.

Lo cierto es que Luciana Lemos sí había mencionado a Gainza en su declaración. “Cuando yo fui a ver Daniel, después que lo apuñalaron, me dijo que tenía otro comprador al que le íbamos a poner ‘Chino’, que cuando llegue el día que hubiera que entregarle a Chino me iba a decir quién era (…) Me dijo que era Gainza unos días antes de que llegue la mercadería. Me dijo: ¿‘Te acordas de Chino, Chino, Chino?’ Y yo le dije que no, y me decía ‘Chino, Chino, Chino’, y ahí yo le dije que sí. Bueno, me dijo: ‘Gainza, tenés que visitarlo’. Ahí fue que conseguí el número de Gainza, que me lo pasó Hernández porque yo se lo pedí. Primero fui a la oficina de Pablo, porque yo no sabía cuál era la de Gainza; Pablo me explicó y fui a la de Gainza, que no estaba; volví a bajar a lo de Pablo y le pedí el número de teléfono, si me lo podía dar. La oficina de Pablo está abajo y la de Gainza, arriba”, describió quien era entonces pareja del jefe de la organización.

Pero Gainza resultó sobreseído por el beneficio de la duda porque en los informes de las desgrabaciones telefónicas, legajos de investigación, testimonios y demás pruebas “no surgen elementos que pueden esclarecer aquella duda generada en torno a la identidad de la persona que habría intervenido en el hecho dentro de una estructura organizada por Daniel Andrés Celis y coordinada por el resto de los imputados”, es decir, si se trataba de Gainza o de González.