El Gobierno se despega y Medina se prepara 

09/12/2025

Se abre un proceso con final incierto. Sigue sin despegarse del todo las motivaciones políticas para sacar del Superior Tribunal a Medina, aunque aparecen más elementos. 

Federico Malvasio 
De la Redacción de Página Judicial 

 

Como adelantó Página Judicial antes que se sustancie el hecho, Susana Medina deberá enfrentar su defensa ante el pedido de juicio político luego de que salgan a la luz registros oficiales entre 2016 y 2025, período en que la vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) se habría ausentado de la jurisdicción durante 668 días hábiles, la mayoría de ellas por “capacitación”, “actividades institucionales y académicas” o “actividades de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina”.

La denuncia fue presentada por el docente de Gualeguaychú, Eugenio Jacquemain, integrante de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), quien le atribuye causales genéricas de mal desempeño, afectación a los deberes de conducta y compromisos éticos incompatibles con la magistratura. 

Al tratarse de un juicio político, todo lo que no tenga que ver con la política cuenta poco. O no cuenta. En 2016 la misma comisión en la Cámara de Diputados le abrió causa a Carlos Chiara Díaz y no lo hizo con su par Claudia Mizawak, sobre quien pesaban acusaciones muy similares.   

Es necesario aclarar que las motivaciones políticas para desplazar a la vocal no surgen del gremio docente, si no del señor Jacquemain, también inmiscuido en la labor comunicacional. 

Buena parte del futuro de Medina depende del oficialismo, que tiene mayoría en Diputados, donde se debe analizar la denuncia. Es decir si se acusa o no. En el Senado el oficialismo está empatado con el PJ, pero ha demostrado suficiente destreza para conformar una mayoría. 

Según reconstruyó Página Judicial, el Gobierno bajó la línea de llevar adelante un trabajo “lo más técnico posible”. Traducción: nos abrimos. La destitución de Medina le deja al Ejecutivo una silla en el STJ. El Poder Judicial no es un ámbito en el que la administración haga pie. El único vocal que designó, Federico Tepsich, se negó a asumir la presidencia del alto cuerpo. Un desatino para la gestión política y judicial. Quien preside el Superior, también lo hace en el tribunal electoral. Hubiese sido una buena noticia para la Casa Gris que Tepsich aceptase, sobre todo porque el mandato coincide con las elecciones de 2027. 

Medina promete pelear con todas las armas, según dejó trascender. La defenderá Ladislao Uzín Olleros. Pero la defensa también contará con los servicios del abogado constitucionalista Diego Armesto, docente universitario en la UBA y en La Plata, entre otras instituciones; es miembro del Instituto de Derecho Constitucional y de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional; y colaborador en distintos medios de comunicación.

En el entorno de la vocal creen que las motivaciones políticas están dentro de los tribunales. Se le ha escuchado mencionar a “un comité”, algo así como espacio político ante diferentes circunstancias institucionales. Lo conduce Marcelo Baridón, juez de la Cámara Contencioso Administrativo de Paraná. Probablemente sea el mismo dispositivo que viene reuniendo a algunos integrantes del tribunal que debe decidir sobre el caso de Cecilia Goyeneche para que prevalezca la posición que entiende que el tema está prescripto y por lo tanto no habrá lugar para realizar otro juicio. Nota al pie: ese “comité” ya tiene una sucesora de Medina, si efectivamente es destituida o renuncia. 

Hay otras teorías de corte conspiranoides. Una de ellas es que detrás de Medina podría estar Sandra Arroyo Salgado. La jueza federal de San Isidro viene de cartelera reiterada para la agenda judicial entrerriana por ser quien lleva adelante la investigación por presuntas coimas en Enersa tras la denuncia de la empresa de seguridad Securitas. Arroyo Salgado, como Medina, estaría también interesada en integrar alguna terna como candidata para la Corte. 

La renuncia reciente a la Presidenta de la Asociación de Mujeres Juezas de Argentina (AMJA) es, según la conocen, una muestra que se prepara para lo que viene.