Justicia y política
Qué piensa el Gobierno del caso Urribarri
21/11/2024
El silencio del Poder Ejecutivo no debería llamar la atención si se mira para atrás.
Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial
Quizás este viernes finalice la semana más intensa del año. Y de años. Se produjo un hecho que la historia institucional marcará en la línea del tiempo: el 19 de noviembre de 2024 fue detenido por primera vez un ex gobernador, Sergio Urribarri, condenado a 8 años por delitos de corrupción.
Cuando la película se comenzó a rodar, Rogelio Frigerio era ministro del Interior. No se había inaugurado el 2016 y Rubén Pagliotto y Guillermo Mulet denunciaron al ex mandatario. En lo que va de la semana no se conoce una sola nota periodística a los autores de la denuncia, cuyo lugar en la prensa lo monopolizó la ex procuradora adjunta Cecilia Goyeneche que, en la causa Urribarri, poco y nada hizo, como sí lo hicieron una decenas de fiscales, olvidados como los abogados denunciantes.
Frigerio tuvo dos campañas, la de 2021 como candidato a diputado nacional; y la de 2023 para gobernador. En ninguna de las dos oportunidades la corrupción fue el centro de la narrativa pese a que el proceso electoral pasado ya lo encontraba a Urrribarri en carácter de condenado. Sobre el final endureció el discurso en consonancia con lo que ocurría a nivel nacional, pero hizo referencia a la causa de los contratos truchos en la Legislatura, sin dar nombres. Sus colaboradores de entonces y funcionarios ahora tampoco se enfocaron en esos asuntos. Quizás eso explique la escasa reacción pública ante el hecho novedoso del martes.
Un funcionario lo resumió de la siguiente manera ante la consulta de Página Judicial: “El silencio es, si querés, una posición”. Otro colaborador fue más institucional: “Son decisiones de la Justicia, y de la corrupción se tiene que ocupar el Poder Judicial. Venimos a terminar con la corrupción estructural”.
La resolución judicial, aunque de notable impacto político, tuvo como única repercusión oficial la del diputado radical Marcelo López. Es decir del Poder Legislativo.
El oficialismo pudo haber activado los bloques legislativos, el foro de intendentes de Juntos por el Cambio o colar en una nota una opinión sobre el asunto.
Hace unos meses, en uno de los episodios negros para Urribarri, le pidieron al ministro de Gobierno, Manuel Troncoso, una opinión. Dijo que “no le pegaba a quien estaba en el suelo” y no respondió. Fue en una tribuna en la que se suele festejar cualquier mala noticia al ex gobernador.
La detención de una persona en cumplimiento de una condena es saludable; festejar la prisión de una persona aunque se trate de un adversario y tribute a favor, otra. Es un poco la sensación que queda ante las consultas en Casa Gris por estos días.