CADÁVERES SIN CONTROL

Las asombrosas desprolijidades que emergen en la morgue judicial

04/09/2024

Cuatro profesionales del Departamento Médico Forense tuvieron una intoxicación química y debieron ser asistidos luego de realizar una autopsia en el Centro Médico Forense de Oro Verde. Oficialmente se indicó que “el cuerpo estaba impregnado con formol en alta concentración (probablemente sin diluir)”. Pero el STJ investiga irregularidades que habrían dejado desprotegidos a los médicos.

Las asombrosas desprolijidades que emergen en la morgue judicial

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

La intoxicación de cuatro profesionales del Departamento Médico Forense podría desencadenar una deriva escandalosa a raíz de los cuestionamientos que surgieron por las fallas en los mecanismos de seguridad laboral en la morgue judicial.

El 29 de agosto, luego de concluir una autopsia, los médicos Juan Pablo Bertozzi, Lilian Pereyra y Maximiliano Siromski y el técnico eviscerador José Luis Acosta tuvieron que ser derivados a un sanatorio con síntomas de intoxicación por la inhalación de formol.

El comunicado oficial consignó que “los peritos realizaron una autopsia programada por exhumación de cadáver”. Lo hicieron, según el informe que entregaron al Superior Tribunal de Justicia (STJ), con el equipo de protección personal que fija el Manual de Procedimientos del Cuerpo Médico Forense, es decir, traje impermeable, botas descartables, guantes descartables, cofia descartable y máscara facial con filtros.

El informe atribuye la intoxicación a “que el cuerpo estaba impregnado con formol en alta concentración (probablemente sin diluir)” y a que “en algún momento de las tres horas de trabajo el personal debió impregnarse de la sustancia superando las protecciones de rutina y la capacidad de evacuar el aire que tiene el extractor de la sala”.

Los profesionales comenzaron a experimentar el malestar cuando estaban elaborando el informe de la autopsia, luego de tres horas de trabajo, por lo que fueron derivados trasladados inmediatamente a un sanatorio, donde se les practicaron los estudios clínicos que determina el protocolo.

La intoxicación con formol puede provocar irritación en la piel, ojos, nariz y garganta. Según pudo saber Página Judicial, los tres médicos forenses sufrieron la pérdida del olfato y el técnico eviscerador padece una neumonitis, que es una inflamación de los pulmones y dificultad para respirar, provocada por la inhalación de vapores químicos. Los cuatro continúan de licencia.

Sin embargo, el hecho destapó una serie de anomalías y asombrosas desprolijidades en la administración de la morgue judicial, que ha puesto bajo la lupa el desempeño del encargado del Centro Médico Forense de Oro Verde, Oscar Heit.

La aplicación de sustancias químicas es una práctica habitual para la conservación de cadáveres cuando existen circunstancias por las cuales es necesario mantener temporalmente la integridad de los tejidos corporales. En Medicina Forense se utiliza una técnica llamada tanatopraxia, que consiste en sustituir la sangre por formol.

El formol es un líquido extremadamente tóxico y, para evitar daño en la salud, los profesionales que trabajan en la morgue judicial deben utilizar equipos de protección individual que los protegen de contacto dérmico.

El uso de formol, sin embargo, es excepcional; se utiliza para la conservación de cadáveres y el Manual de Procedimientos del Centro Médico Forense de Oro Verde prevé la utilización de trajes impermeables, botas descartables, guantes descartables, cofia descartable y máscara facial con filtros.

A contramano de la versión oficial, funcionarios judiciales advirtieron que la intoxicación de los profesionales estaría relacionada con defectos en los equipos de protección personal: los trajes impermeables se lavan y vuelven a utilizarse y los filtros de las máscaras faciales resultan obsoletos. Esto último lo atribuyen a que la última compra se hizo durante la pandemia, los equipos tienen fecha de fabricación en 2020 y la duración se estima de tres a cinco, años siempre que se almacenen sin romper el embalaje original, pero de un mes una vez abiertos.

En medio de este escándalo, en tribunales recordaron otro episodio insólito ocurrido hace un tiempo en la morgue judicial. En 2021, personal forense confundió las bolsas mortuorias y familiares de Silvio Marcelo Cabeza, chofer del Ministerio de Salud que había sido asesinado, recibieron equivocadamente los restos óseos de Susana Proni, que había fallecido luego de ser atacada por dos perros rottweiler de su pareja. Los deudos del hombre velaron a la persona equivocada y varios días después recibieron una notificación que los alertaba de lo que había ocurrido. De resultas de ese incidente, y luego de un sumario, el 27 de abril de 2021, el STJ designó al odontólogo Oscar Heit como encargado de la morgue judicial.

En principio, la situación que afectó a los profesionales intoxicados motivó que el STJ dispusiera, como aquella vez, una información sumaria; ahora para determinar las responsabilidades que pudieran caberle a Heit como encargado.

Por su parte, los gremios que nuclean a los trabajadores y empleados judiciales no descartan solicitar una inspección en la morgue, ya que aseguran que existen otras irregularidades, como la necesidad de utilizar instrumentos quirúrgicos obsoletos, a pesar de los reiterados reclamos de los profesionales para su reemplazo.

Por ahora hay un sumario en curso e información que circula en los pasillos de tribunales sobre irregularidades en la morgue judicial. También un abanico de hipótesis sobre los posibles responsables. Todo está abierto y por verse.