EN CAÍDA LIBRE
Le pusieron valor a El Diario y la quiebra aparece en el horizonte
06/08/2024
La empresa editora de El Diario está en una crisis terminal y un evaluador ha establecido el valor de la empresa a pedido de la justicia para iniciar un proceso en el que terceros interesados puedan pujar por las acciones y gestionar acuerdos con los acreedores. A pesar del vaciamiento y el desastroso manejo empresario, la firma sigue teniendo un patrimonio neto donde los activos superan al pasivo.
Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial
Un juez, cualquiera sea, dirá que el objetivo en un concurso preventivo es evitar la quiebra de la empresa en crisis, es decir, que pueda resolver las dificultades económicas que la llevaron a esa situación y seguir funcionando regularmente. Eso se logrará mediante una negociación con los acreedores.
Una vez abierto el concurso preventivo, la empresa conserva la administración de su patrimonio, pero lo hace bajo la vigilancia de un síndico que tiene la obligación legal de emitir un informe mensual sobre la evolución de la compañía en cuestión.
Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), empresa editora de El Diario, se presentó en concurso preventivo en 2018, tras despedir a más de ochenta trabajadores. Los echaron con cuatro meses de sueldos atrasados y sin indemnización.
Seis años después, el juez Ángel Moia, que tiene a su cargo el proceso, ha dicho que “el concurso preventivo fracasó” e inició un proceso denominado cramdown power, una figura prevista en la ley, aunque inédita para la jurisprudencia local, que permite a terceros interesados pujar por las acciones de SAER y gestionar acuerdos judiciales o extrajudiciales con los acreedores. Sin embargo, al día de hoy, esas negociaciones parecen estar lejos de cualquier puerto.
El tercero en la puja por las acciones de El Diario es Difutec SA, detrás de la cual asoma el empresario rosarino Gustavo Scaglione, dueño de los diarios Uno de Paraná y Santa Fe, La Capital de Rosario, el vespertino El Litoral y una lista difícil de contabilizar de radios y señales televisivas.
Lejos de encarrilar el rumbo, la crisis de El Diario se agudizó durante el concurso y se agrava mes a mes. A pesar de ello, al día de hoy conserva un patrimonio neto donde los activos superan al pasivo, de acuerdo con el último informe del evaluador designado por el juez Moia para establecer el valor de la empresa.
El contador José María González aseguró en su informe que SAER “ha agravado su situación de empresa en funcionamiento, con un significativo deterioro de sus activos monetarios”.
No obstante, determinó que posee bienes por un valor de 2.481.691.663 pesos (2.481 millones, tomando como referencia el dólar MEP), según consta en el informe al que accedió Página Judicial en el que aclara que el detalle final tiene puntos ciegos debido al desastroso manejo administrativo y financiero de la empresa.
El volumen más importante de los activos está compuesto por los inmuebles, con la salvedad de que han sido valuados a valor fiscal y no al precio de mercado. El edificio de la esquina de las calles Urquiza y Buenos Aires, donde funciona El Diario, está cotizado en 885 millones de pesos; pero también aparecen un galpón Avenida Zanni 1591; un terreno en el barrio privado Puerto Urquiza y otro en Puerto Barrancas; un estacionamiento en calle Santa Fe 322, frente a Casa de Gobierno; una propiedad en calle Los Vascos 745, ocupada la familia Etchevehere; un inmueble en Pueblo El Carmen, en General Racedo; y una fracción de campo en Mojones Norte. Suman en total 1.641.920.091 pesos (1.641 millones de pesos).
Como contrapartida, la empresa arrastra un pasivo que ha sido calculado en 715.169.792 pesos (715 millones), entre deudas por indemnizaciones, honorarios de profesionales, aportes previsionales, contribuciones sociales, impuestos y tasas. Incluso tiene deudas con el empresario santafesino Walter Grenón, procesado por el vaciamiento patrimonial de SAER cuando detentó la administración, por 56 millones de pesos; con Ramiro Nieto, que compró las acciones de Grenón en 2014, por 10 millones; y con quienes pretenden quedarse con la empresa en el cramdown power, que habrían hecho préstamos por 19 millones de pesos.
El contador González resaltó que SAER “evidencia serias dificultades en su sistema contable, que impide brindar información actualizada y confiable. El sistema de control interno, necesario para el procesamiento de la información contable, también tiene serias debilidades en su funcionamiento”.
El evaluador aclaró también que no consideró los activos en dinero, “ante la falta de información contable confiable, emitida por la concursada”, aunque resaltó que “se ha evidenciado la falta de disponibilidad de fondos líquidos para afrontar los gastos de funcionamiento, incluyendo cuestiones básicas como las remuneraciones del personal, que ante esta situación, realiza ‘paro de actividades’, lo cual también evidencia la escasa actividad económica, por lo que puede apreciarse que fácticamente, la concursada se encuentra transitando un escenario de graves dificultades de funcionamiento”.
El juez Moia, que ha sabido estirar como un chicle los tiempos del concurso, ha adelantado que no está en sus intenciones decretar la quiebra de la empresa editora de El Diario, aunque se trata de un escenario que aparece en el horizonte: “No está en miras la liquidación en el sentido de subasta pública o interesados en comprar tal o cual bien, sino en la idea de la continuidad de la empresa con los mismos socios, si fuera SAER, la que tiene el acuerdo de los acreedores; o con la tercera (Difutec SA), que sea la que consiga esas conformidades”. El tiempo lo dirá.