Un fallo que deja un peligroso antecedente

01/06/2023

El STJ decidió que se realice otro juicio en el resonante caso que terminó con la muerte de Julieta Riera. Lo que viene de acá en adelante.

Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial

 

Se abre un nuevo conflicto en las inmediaciones de los tribunales. La Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) resolvió por mayoría admitir el recurso de impugnación extraordinaria presentado por la defensa de Jorge Julián Christe, quien fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de Julieta Riera. Se resolvió hacer otro juicio.

La decisión tuvo los votos de Claudia Mizawak y Daniel Carubia. Miguel Angel Giorgio lo hizo en disidencia y votó por el rechazo de la impugnación extraordinaria y que se confirme la condena.

Para la mayoría existieron serias afectaciones al derecho de defensa y vicios en el marco del proceso, tales como la incorporación en el juicio de elementos de prueba importantes que no pudieron ser controladas por la defensa y con la antelación suficiente; el haberse impedido la facultad de la defensa de contrainterrogar a testigos a través de los consultores técnicos y se coartó la posibilidad de Christe para ejercer con plenitud su defensa material.

Los vocales Mizawak y Carubia entendieron que las instrucciones finales al jurado popular fueron confusas e imprecisas, subrayando que las instrucciones del juez técnico al jurado popular constituyen la base esencial del veredicto a adoptar y, por ello, deben ser claras, simples y objetivas.

También sostuvieron que existieron fallas en la actuación de los defensores técnicos, que tornaron ineficiente su actuación profesional.

Cuestionar acuerdos probatorios y decir que las instrucciones del juez técnico no fueron claras, cuando no fueron objeto precisamente del recurso es uno de los principales puntos cuestionables de la sentencia que por estas horas analizan distintos colectivos feministas que este viernes se expresarán en la puerta de los tribunales, según se anticipó a Página Judicial.

En el veredicto se habla de indefensión, punto que resulta por lo menos extraño para quienes siguieron el proceso. Christe es el hijo de una ex jueza de Paraná, lo que suena aún más inverosímil que una madre con ese pasado laboral tribunalicio haya permitido la indefensión de un hijo.

Pero además de la familia de Riera, aparece otra víctima: el juicio por jurados, cuya creación tanto saludó el STJ.

Desconocer que el jurado popular es soberano es poner a ese procedimiento en terapia intensiva. El jurado, precisamente, lo que hace es deliberar por la culpabilidad o no.

En un juicio por jurados lo único que se puede cuestionar es si las instrucciones fueron o no recurridas o consentidas y si se afectó una norma constitucional.

El fallo conocido por estas horas pone en tela de juicio el joven procedimiento puesto en marcha en Entre Ríos que, entre otras cosas, democratiza el sistema judicial, un poder que, como la política, trata de sobrevivir al malestar social contra las instituciones.

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