EL JURY A GOYENECHE

La presidenta del jury dijo que no debió apartarse al procurador de su rol de acusador

02/05/2022

El fiscal ad-hoc acusó formalmente a Cecilia Goyeneche en el inicio del debate que podría derivar en su destitución; la procuradora adjunta calificó el proceso como “una vergüenza institucional”; y la presidenta del tribunal aseguró que no debió apartarse al Ministerio Público Fiscal de su rol de acusador. Fueron las perlas de una jornada en la que los testigos ratificaron que Goyeneche compartía la propiedad de dos departamentos con un contador al que estaba investigando en la causa de los contratos truchos y un testigo dijo haberse sentido intimidado por el interrogatorio al que lo sometió.

La presidenta del jury dijo que no debió apartarse al procurador de su rol de acusador

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

El inicio del proceso a la procuradora adjunta Cecilia Goyeneche dejó como dato saliente no que el Jurado de Enjuiciamiento rechazara un planteo de la defensa sobre la irregularidad que supone el apartamiento del Ministerio Público Fiscal como órgano acusador, sino que la presidenta del tribunal adelantara que suscribe la tesis defensista.

Verónica Mulone, presidenta del tribunal, expresó su voz disidente al señalar que consideraba ilegítimo el apartamiento del Ministerio Público Fiscal de su rol de acusador y plantear que correspondía que esa función la ejerza el procurador general Jorge Amílcar Luciano García, como lo establece la ley.

“El Jurado de Enjuiciamiento no tiene competencia para modificar las leyes y si bien el doctor (Gastón) Justet (fiscal ad-hoc) no ha cometido ningún delito, su designación viola el debido proceso, la garantía del juez natural y efectivamente se transforma al órgano de la acusación en una comisión especial”, expuso la abogada Mulone al explicar que el tribunal, por mayoría, había resuelto diferir ese punto hasta el momento de dictar sentencia.

Ese aspecto, que constituye uno de los ejes centrales de la estrategia defensiva de Goyeneche, había sido planteado por uno de sus abogados, Enrique Pita, como cuestión preliminar en el inicio del debate.

Pita señaló que el Jurado de Enjuiciamiento incurrió en un “grosero apartamiento de las normas” al disponer que el apartamiento del Ministerio Público Fiscal y designar en su lugar a un integrante de la lista de conjueces del Superior Tribunal de Justicia (STJ). “El jury carece de facultades para desplazar al procurador”, sostuvo.

Primer round

Cecilia Goyeneche se sentó frente al Jurado de Enjuiciamiento que la juzga por presunto mal desempeño y por haber tenido una conducta pública o privada incompatible con las funciones a su cargo. El eje de la acusación está centrado en una relación comercial y de amistad con el contador Pedro Opromolla, uno de los imputados en la causa de los contratos truchos en la Legislatura.

En un breve alegato –que insólitamente debió repetirse porque en una primera instancia había fallado el sistema de audio de la audiencia–, el fiscal ad-hoc dijo que hubo “un ocultamiento y negativa de parte de Goyeneche respecto de una comunidad de bienes y amistad con el contador Opromolla que han afectado el deber de objetividad” que deben tener los fiscales en cualquier investigación penal.

En ese marco, explicó Justet, “se juzga es una conducta a la luz de la ley y también las normas éticas, morales y de decoro que deben guardar los fiscales en el contexto de las investigaciones por delitos de corrupción”, agregó que “la confianza sobre Goyeneche ha sido puesta en duda y lo que hay que dilucidar es si esa duda afectó la función de la fiscal” y se preguntó: “¿Por qué obrar de esa manera si hay acciones legales para evitarla?”, en referencia a la excusación que se le reclamaba.

Luego de escuchar la acusación de Justet, la procuradora adjunta cargó en duros términos con los integrantes del tribunal que debe juzgar su conducta.

Dijo que la causa que se le inició se ha convertido en “una vergüenza institucional” y apuntó al cuestionamiento que atraviesa buena parte de su defensa desde que se le inició el proceso: el apartamiento del Ministerio Público Fiscal como órgano acusador.

Para Goyeneche, el jury se convirtió en una “interferencia para la independencia del Ministerio Público Fiscal para desarrollar sus investigaciones sobre los hechos de corrupción”. Enseguida le apuntó a los vocales del Superior Tribunal de Justicia (STJ) Daniel Carubia, Claudia Mizawak, Martín Carbonell y Juan Ramón Smaldone; y cuestionó la “designación irregular” de la vocal Gisela Schumacher como integrante del tribunal. “Esta situación de desvío de poder se ha concretado en esta causa con el único objetivo de favorecer a la impunidad. El objetivo último de este jury, y esto va a quedar demostrado en este proceso, es la interferencia de un modo grosero, brutal y grotesco sobre la independencia del Ministerio Público Fiscal. Se apunta a obstaculizar las investigaciones por corrupción”, aseguró la procuradora adjunta.

También atacó a los abogados defensores en la causa de los contratos truchos al señalar que si en el jury se analizara un hecho jurídico, no debería estar ella en el banquillo de los acusados. “No estaríamos sentados acá porque no hay causa, no hay motivo, no hay incumplimiento de norma alguna. No hay desviación de poder, no hay favorecimiento a ninguna persona. El único motivo por el que estamos sentados acá es por la existencia de una megacausa de corrupción como no hubo otra antes, con una enorme cantidad de prueba; una causa que no investigó ningún fiscal ad-hoc ni la ciudadanía, sino que la investigó el Ministerio Público Fiscal. Estamos acá porque cumplimos con nuestra función”, señaló, y volvió contra apuntar Carubia, al acusarlo de “favorecer” a los imputados en la causa contratos truchos; y a Smaldone, a quien recusó por haber actuado en el amparo que presentó oportunamente y está en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. A Gisela Schumacher también le dedicó un capítulo de su exposición, cuestionándola por haber ocupado un lugar el Jurado de Enjuiciamiento antes de haber sido siquiera propuesta para integrar el STJ.

En otro tramo de su alegato, señaló al fiscal ad-hoc, Gastón Justet, por haberla acusado “con prueba ilegal”. Negó haber sido amiga de Opromolla, aunque admitió que su esposo, el también contador Sebastián Orlando, era amigo del profesional imputado. “Para que quede claro: yo nunca tuve relación de amistad con Opromolla”, dijo. “El fiscal deberá demostrar lo que ha afirmado”, lo interpeló.

“La verdad que todo este proceso es una situación triste. Para mí este momento es interesante. Lo que se va a probar no es que yo favorecí a alguien en la causa de los contratos. Lo que sí se va a probar es que se utilizó este proceso como acto de interferencia porque investigamos la corrupción. Así de simple”, cerró.

Segundo round

La procuradora adjunta continuó con su diatriba al momento de su declaración como imputada. Le habló directamente a Justet diciéndole que su alegato había sido una “no acusación” y que lo notaba “tan confundido” como ella misma.

Luego se dio un cruce cargado de tensión a partir de las preguntas de Justet y las respuestas de Goyeneche en torno a su relación con el contador Opromolla, imputado en la causa de los contratos truchos. La procuradora adjunta explicó que entre los meses de septiembre y octubre de 2018 “había una investigación en curso y teníamos la sospecha de que el estudio Integral Asesoría había hecho los pagos de monotributo de las contratados falsamente por la Legislatura” y que por ese motivo se dispuso el allanamiento, requisa personal y secuestro del teléfono celular de Opromolla, lo que no llegó a concretarse porque el profesional no estaba en ese momento en el estudio.

Goyeneche aseguró que en ese momento “no tenía ningún motivo para la excusación”.

Sobre la relación comercial con el contador al que estaba investigando, Goyeneche explicó que “en su momento se había hecho una inversión en un fideicomiso. Mi esposo (Sebastián Orlando Bertozzi) era fiduciario y, por ende, no podía ser fiduciante. Entonces me pidió que hiciera una inversión como apoyo a su trabajo y yo hice esa inversión del 50 por ciento para convertirme en fiduciante de una unidad funcional. El otro 50 por ciento la hizo el señor Opromolla”.

La inversión en cuestión es un departamento en calle 9 de Julio 165 de Paraná. Lo que dice Goyeneche es que “hubo una demora para escriturar y entonces se dispuso hacer un alquiler” con un tercero y luego de haber realizado los allanamientos le cedió su parte a su sobrina, Maricel Micaela Goyeneche, como ella misma lo reconoció en el debate. En rigor, la joven Goyeneche dijo que su tía le “donó” el 50 por ciento del departamento que todavía comparte con Opromolla y que la escritura se hizo a su nombre se confeccionó en el año 2020.

En su declaración, Opromolla explicó que “el inmueble estaba alquilado y compartíamos el canon locativo”, dijo además que “el alquiler se abonaba en el estudio (Integral Asesoría) y una vez que recibía el importe se lo entregaba al esposo”, de quien era amigo desde la época en que ambos estudiaban Ciencias Económicas.

Durante la investigación de la causa de los contratos truchos surgió que Goyeneche y Opromolla habían compartido la propiedad de otro departamento, en calle La Paz 236 de Paraná. El dato se conoció cuando los fiscales que tenían a su cargo la investigación dispusieron embargos sobre los bienes de los imputados.

Opromolla explicó que la posibilidad de invertir “surgió por la amistad que tenía con el esposo” de Goyeneche, quien lo “interesó” para realizar la inversión en el fideicomiso. Dijo que luego el propio Orlando ofreció comprarle su parte y se lo vendió en mayo de 2017, es decir, un año y medio antes de los allanamientos.

Para esa época, aseguró Opromolla, el contador Orlando no era socio del estudio, sino que había “otra relación”. Guido Krapp, otro de los contadores de Integral Asesoría explicó que “Orlando tenía una relación comercial con el estudio y acercaba clientes, entre ellos, algunos fideicomisos, para que se le hicieran las gestiones contables”.

Tercer round

El último testimonio lo dio Mario Deiloff, que trabajaba como cadete en Integral Asesoría e identificó al contador Orlando entre las personas que frecuentaban el estudio. Al día siguiente de declarar como testigo en la causa de los contratos truchos, se dispuso un allanamiento, requisa personal y secuestro de su teléfono celular.

El joven dijo que aquella entrevista, de la que participó Goyeneche, “fue un momento bastante intimidatorio” y agregó que “en todo momento se ponía en duda lo que decía”.

La procuradora adjunta volvió a interrogarlo, como aquella vez:
–¿Mintió en la entrevista en la Fiscalía? –le preguntó.
–No.
–No dijo ninguna mentira? –insistió Goyeneche.
–No –reiteró Deiloff, lacónico.
–No tengo más preguntas.