ANTISEMITISMO

Condenaron al simpatizante nazi que hizo pintadas en el Parque Urquiza

08/04/2022

El Tribunal Oral Federal de Paraná condenó a Franco Julián Zapata a la pena de tres años de prisión condicional por haber realizado pintadas antisemitas en la zona del palomar del Parque Urquiza en el año 2014. El hecho ha sido calificado como uno de las más graves que se hayan registrado en la ciudad por el amplio repertorio de símbolos, exaltaciones a una superioridad de raza y frases de odio.

Condenaron al simpatizante nazi que hizo pintadas en el Parque Urquiza

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

Franco Julián Zapata, el simpatizante nazi que realizó las pintadas antisemitas en el Parque Urquiza, fue condenado a tres años de prisión condicional (no efectiva) y se le impuso la realización de un curso de concientización sobre discriminación y sobre el holocausto que dictarán entidades de la comunidad judía.

Zapata, de 26 años, fue el autor de una serie de pintadas de contenido antisemita que aparecieron en la zona del palomar del Parque Urquiza el 13 de octubre de 2014 y que fueron calificadas como uno de los hechos más graves que se hayan registrado en la ciudad y una amenaza concreta a la comunidad judía.

Aquel día apareció una esvástica estampada en aerosol rojo sobre una Estrella de David; una leyenda en alemán que decía “Achtung juden!”, que significa “judíos, cuídense”; y dos números insertos de manera enigmática: “88”, que es un código que significa Heil Hitler si se trasladan esos números al lugar que ocupa la letra H en el abecedario; y “14”, que alude a las palabras que acuñó David Lane, uno de los fundadores del Ku-Klux-Klan, y que se han convertido en un eslogan entre los supremacistas: “Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos”.

También había pintado grafitis exaltaban al nazismo en una pared medianera de su casa. Uno de ellos decía “Heil Hitler”; también había una figura del emblema de las SS; y una esvástica, pero no aquella figura más conocida de la simbología nazi, sino una que remitía a la Sociedad Thule, una organización criminal secreta a la que se unió Adolf Hitler tras la Primera Guerra Mundial y que fue la base ideológica del nazismo.

Como si ello no bastara, en el inicio del debate se presentó una captura de pantalla tomada del Instagram de Zapata en la que se veía a una persona con rasgos similares a los de Adolf Hitler haciendo ejercicios y una leyenda: “Cuando dejas de quemar judíos y ahora quemas calorías”. La publicación tenía fecha del 21 de abril de 2019, estando ya procesado y a la espera de que se fijara fecha para el juicio oral.

Unas horas antes de que se conociera el veredicto, Zapata había tenido un tenso cruce con la jueza Noemí Berros, que integraba el tribunal unipersonal, al momento de pronunciar las últimas palabras:
–Quiero decir que ni dogmática ni políticamente suscribo a esas ideas –dijo Zapata en un tono desafiante y mirando a los ojos a la jueza que decidiría su destino.
–¿Algo más? –le devolvió Berros, que acaso esperaba algún gesto de arrepentimiento que no expresaban aquellas palabras que parecieron más bien extraídas de un guión memorizado por el acusado.
–Nada más –replicó Zapata en un tono casi marcial.

El fiscal José Ignacio Candioti había solicitado para Zapata una pena de tres años y seis meses de prisión por los delitos de propaganda basada en ideas o teorías de superioridad de raza o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color que tenga por objeto la promoción de la discriminación racial o religiosa y daño agravado por haber sido ejecutado en bienes de uso público y por odio racial o religioso a la comunidad judía.

El fiscal había ponderado en su alegato el testimonio del periodista Jorge Riani, que fue quien aportó el nombre de Zapata como posible autor de las pintadas a partir de un dato que recibió en forma anónima. Candioti resaltó que las acciones de Zapata reflejan “un odio hacia la comunidad judía”, “proclaman ideas contrarias a la dignidad del hombre” y “tienen una clara intención de promover la discriminación”.

Incluso Pablo Soskin, que intervino en el juicio como amicus curiae en representación de la DAIA Paraná, calificó a Zapata como “alguien que evidentemente tiene internalizado esto que llamamos ideología”.

Zapata, como se dijo, deberá realizar un curso de concientización sobre la discriminación y el holocausto perpetrado por el régimen nazi que organice la Filial Entre Ríos de la DAIA o la Federación de Comunidades Judías de Entre Ríos y luego presentar un certificado ante el Tribunal Oral Federal; y deberá realizar tareas comunitarias no remuneradas a favor de una entidad de bien público de la ciudad de Paraná durante un año, a razón de dos horas por semana.