EL JUICIO A URRIBARRI

Cullen sugirió que el disco externo pudo haber sido plantado

08/03/2022

Miguel Cullen aseguró que hubo irregularidades en el allanamiento que se realizó en las imprentas que se le atribuyen a Juan Pablo Aguilera y que los fiscales “se valen de elementos obtenidos ilícitamente” para sostener la acusación. Lo hizo en su alegato en representación de Corina Cargnel, la contadora de las empresas, de quien dijo que “se ha erigido como monumento y destinataria de todos los atropellos constitucionales”.

Cullen sugirió que el disco externo pudo haber sido plantado

De la Redacción de Página Judicial

 

Antes habló de lawfare. Ahora dejó entrever que la principal prueba de cargo en el juicio al ex gobernador Sergio Urribarri y compañía pudo haber sido plantada y, por lo tanto, las imputaciones que de allí se derivan son ilegales.

Así de fuerte apostó Miguel Cullen en el tramo de su alegato centrado en la defensa de Corina Cargnel, la contadora de las empresas que se le atribuyen a Juan Pablo Aguilera, cuñado del ex mandatario y actual embajador argentino en Israel y Chipre.

Dijo Cullen que la contadora “se ha erigido como monumento y destinataria de todos los atropellos constitucionales” y “se le han violado los derechos y garantías más elementales que reconoce la Constitución”; también dijo que “se le achaca haber realizado la caja negra de la corrupción y que la voluntad y conocimiento para cometer los delitos se advertía en el momento en que arrojó ese disco rígido que no es ni una caja, ni negra y mucho menos de la corrupción”.

Ese disco rígido constituye la principal prueba de cargo de este juicio y de ahí el énfasis de los defensores en cuestionar el modo en que se produjo su hallazgo, el día de los allanamientos, en la casa de una vecina de las imprentas que se le atribuyen a Aguilera. Lo hizo Emilio Fouces y ahora retrucó Cullen.

Cullen dejó entrever que el disco rígido pudo haber sido plantado en la casa de una vecina para que sea hallado durante los allanamientos. Lo hizo a partir de una trazabilidad de los horarios de la empleada de la casa donde apareció el aparato. La mujer dijo en el juicio que había llegado a la casa a las 7, que lo primero que hizo fue barrer la vereda y después subió a la terraza donde vio el disco colgando de un ventiluz y que se lo llevó enseguida a la dueña de casa. Eso no pudo ocurrir más allá de las 8, pero el allanamiento recién comenzó a las 9, de modo que Corina Cargnel no pudo haberlo arrojado en un intento por desvincularse de una prueba comprometedora en el marco de un procedimiento que no todavía no sabía que tendría lugar. Es una hipótesis. “Es imposible que la fiscalía pretenda seguir insistiendo con que Cargnel arrojó nada porque desde el momento en que se inició el allanamiento ella estaba en custodia de la Policía Federal y de los delegados judiciales”, insistió el defensor.

También fue enérgico al señalar que ningún testigo dijo haber visto a la contadora arrojar el disco rígido y el día anterior había asegurado que ninguno de los baños de la imprenta tenía un ventiluz lindero a la casa de la vecina donde apareció el aparato.

En otro tramo de su exposición dijo que el dispositivo fue manipulado “en caliente”, que “se extrajo información de manera irregular”, mientras se desarrollaba el procedimiento y que hubo “defectos” en la cadena de custodia.

El defensor también se mostró irónico respecto de la acusación: “Se le imputa a Corina Cargnel haber sido quien coordinaba las acciones de las empresas (TEP SRL y Next SRL y quien tenía a su cargo la gestión, seguimiento y cobro de todos los contratos de la empresa” y agregó: “Quisiera que me expliquen que hace un contador sino eso. ¿Cuál es la ilicitud?”.

Según dijo, la contadora Cargnel no tenía contacto con los funcionarios públicos, “no hay un solo mail entre ella, Urribarri y Pedro Báez; ni un solo contacto entre 60 mil archivos, ni documentos, ni correos electrónicos ni llamadas telefónicas; ni siquiera los tiene agendados en su teléfono celular. Entonces se acusa a corina Cargnel de haber sido colabora directa, mano derecha o empleada de Juan Pablo Aguilera. ¿Eso es ilícito?”, volvió a preguntarse. “El modo que encontraron para decir que Aguilera era el dueño de las empresas fue decir que quien hablaba en su nombre era Corina Cargnel”, insistió.

Por último, negó que se hubiera producido una cartelización de empresas a las que se contrataba para prestar servicios de publicidad en vía pública. La fiscalía asegura que por cada contratación que recibían las empresas de Hugo Fernando Montañana y Jesús José María Bustamante debían retornar una importante suma a Aguilera y que quien gestionaba esos retornos era Cargnel. Cullen replicó que ambas empresas eran clientas de TEP y Next y que esos “retornos” eran en realidad “reclamos para que Montañana y Bustamante pagaran lo que le debían” por distintos servicios.

El jueves será el turno de Aguilera. Su abogado, Marcos Rodríguez Allende tendrá su momento para dar su alegato. Para el lunes está previsto que lo hagan Raúl Barrandeguy y Candelario Pérez, defensores del ex gobernador Urribarri.