JUSTICIA Y POLÍTICA

Fuga de dinero y cuentas offshore, la otra cara del clan Etchevehere

04/11/2020

El enfrentamiento de la familia Etchevehere expuso descarnadamente un complejo entramado delictivo desplegado por el ex ministro macrista y sus hermanos varones. En esa trama se develó la existencia de operaciones bancarias y cuentas secretas en Uruguay y Estados Unidos cuyos fondos no habrían sido declarados ante el organismo fiscal.

Fuga de dinero y cuentas offshore, la otra cara del clan Etchevehere

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

El durísimo enfrentamiento que se inicio hace once años por la herencia de Luis Félix Etchevehere, y que desde dos semanas ha ganado el terreno político, tiene varios capítulos en la órbita judicial.

Dolores, la única hija mujer de Luis Félix Etchevehere, pateó el tablero y llevó una disputa de once años al terreno donde más le duele a su familia, siempre acostumbrada a resolver los entuertos apelando a su infinita agenda de contactos.

El 15 de octubre irrumpió en la escena pública con rebeldía para denunciar un “complejo entramado de actividades delictivas (…) desarrollado y sostenido durante décadas con corrupción, violencia e impunidad” y acusó a sus hermanos por “administración fraudulenta, evasión fiscal, lavado de dinero, explotación laboral y violencia económica a partir del despojo de mis derechos hereditarios”.

Todo lo que denuncia Dolores fueron notas en distintos medios. Pero ahora es ella quien lo cuenta a la sociedad y es importante escucharla. Escucharla y tomar nota: “En nombre de nuestra herencia hicieron todo tipo de actos de corrupción. Muchísimos. Todos denunciados por mí ante la justicia. Como lo es el perjuicio ejecutado hacia una escuela rural, el vaciamiento de El Diario, el trabajo esclavo en los campos, la evasión sistemática de impuestos. Todo bajo la mirada de fiscales, jueces y políticos y la participación necesaria de abogados, contadores y escribanos”.

El lavado de dinero, por definición, es un proceso que se utiliza para “disimular” las ganancias que una persona ha obtenido en forma ilícita a través de una serie de mecanismos tendientes a que se pierda el rastro de esos ingresos que no podría justificar.

¿Qué tiene que ver esto con la disputa de la familia Etchevehere?

En junio de 2015, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a partir de la denuncia de Dolores Etchevehere, detectó que Leonor María Magdalena Barbero Marcial y sus hijos Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego Etchevehere registraban operaciones y eran titulares de cuentas secretas en el exterior cuyos fondos no habrían sido declarados ante el organismo fiscal.

De acuerdo con la denuncia, Luis Félix Etchevehere era titular de la cuentas número 7933631 en el BBVA de Montevideo y luego de su fallecimiento se transfirieron 250.000 dólares a la cuenta número 8000468, cuya titular sería Leonor Barbero Marcial; y a otras cuentas en la misma entidad que habrían abierto sus hermanos. Según los extractos bancarios, con ese dinero, a su vez, se compraron bonos del Tesoro de Estados Unidos en al menos siete oportunidades. Los integrantes de la familia, además, registran operaciones financieras o cuentas bancarias en el Banco Santander Río de la localidad uruguaya de Salto, en la entidad financiera UBS Financial Services de Montevideo y en el HSBC Private Bank International de Estados Unidos.

Esto no pudo ser corroborado por la Procelac por el secreto fiscal que impide confrontar el contenido de las declaraciones juradas impositivas presentadas por los hermanos Etchevehere y su madre. Por eso en su momento se pidió el levantamiento del secreto fiscal y la información relativa a cada uno de los integrantes de la familia.

En una entrevista con el programa Y de repente la noche (Radio UNER), Dolores Etchevehere dijo además que “la justicia ha comprobado que Juan Diego Etchevehere esconde bienes para demostrar que gana muy poco dinero para no pagarle a sus hijos lo que les corresponde por alimentos” y agregó “en otro expediente que tramita en el mismo palacio de justicia declara que tiene poquitos bienes y presenta un recibo de sueldo que dice que tiene un sueldo como si fuera un trabajador estatal y con eso baja lo que les corresponde a sus hijos, es decir, les está escondiendo los bienes a sus hijos”.

En un informe elaborado por la Procelac que también fue presentado ante la justicia se consignó que “por el argumento de que su contenido estaría amparado por el secreto fiscal no pudo accederse a lo expresado en el marco de las declaraciones juradas relativas a los tributos para determinar cuáles fueron efectivamente los montos exteriorizados por los sujetos investigados, ni tampoco conocerse la información referida al registro de bienes muebles e inmuebles por parte de los contribuyentes y, por ende, qué tipo de patrimonio y por qué valores fueron declarados los bienes que les pertenecen”. No obstante, en el informe se indicó que “la prueba recolectada le ha dado credibilidad a los extremos denunciados (por Dolores Etchevehere) que han podido ser cotejados”.

Los importes registrados en esas cuentas bancarias “provendrían de ganancias devengadas en el país cuya debida exteriorización ante el organismo fiscal habría sido omitida” y el origen de esos fondos provendría del vaciamiento económico y patrimonial de Sociedad Anónima Entre Ríos –editora de El Diario– y Las Margaritas SA, el conglomerado productivo de la familia, “con el claro objetivo de perjudicarla”.

La maniobra consistió, de acuerdo con la denuncia de Dolores, en la transferencia de activos de El Diario a la firma Construcciones del Paraná SA, una empresa creada exclusivamente para realizar operaciones la transferencia de inmuebles de Sociedad Anónima Entre Ríos SAER) y que tenía en ese momento una “notoria incapacidad económica y financiera” que fue disimulada a través de préstamos ficticios por una suma de 4,5 millones de pesos.

La transferencia de los inmuebles se concretó entre agosto y septiembre de 2012, aunque antes hubo que salvar el problema que significaba la falta de capacidad económica de Construcciones del Paraná, y lo hicieron a través de la Asociación Mutual Unión Solidaria (AMUS), del empresario santafesino Walter Grenón, que había adquirido el 66 por ciento de las acciones de El Diario en 2010 y ya venía financiando al matutino.

Para eso establecieron un movimiento circular del dinero en danza para simular las operaciones inmobiliarias. ¿Cómo funcionaba? Por cada escritura de venta de un inmueble, se confeccionaba un contrato de mutuo, emitido por la mutual, que hacía las veces de prestamista, y se emitía un cheque a nombre de Construcciones del Paraná; inmediatamente la sociedad endosaba esos valores a favor de SAER por la escrituración de cada inmueble y SAER derivaba los cheques a la mutual. Lo que ocurría entonces era que los cheques volvían a quien los había emitido y las propiedades cambiaban de dueños, aunque solo de manera formal, porque salían del patrimonio de SAER y pasaban a pertenecer a otras empresas cuyos miembros eran los socios de SAER.

Dolores Etchevehere denunció el entramado delictivo en el año 2013 ante la justicia provincial y aportó documentos contables, informes bancarios, correos electrónicos y pruebas documentales que exhiben cómo los representantes de los dos grupos empresarios que detentaban la propiedad de El Diario comenzaron a tramar el reparto de inmuebles que hasta ese momento formaban parte del patrimonio de SAER desde que Grenón se hizo de la mayoría accionaria. Esa maniobra se gestó a partir de la falsificación de la firma de Luis Félix Etchevehere. El 4 de agosto de 2009 el patriarca de la familia estaba internado e intubado en Buenos Aires, pero según el acta de directorio de Las Margaritas SA ese día participaba en Paraná de la reunión donde delegaba la presidencia y administración de la empresa a Leonor Barbero Marcial. Eso lo hicieron, según Dolores, “para tomar de facto la administración de los bienes heredados”.