JUSTICIA Y POLÍTICA
La jueza Castagno dispuso el desalojo del campo de los Etchevehere
29/10/2020
La magistrada hizo lugar a la medida cautelar que habían solicitado los hermanos Etchevehere y dispuso el desalojo en forma inmediata de Dolores y los integrantes del Proyecto Artigas de la estancia Casa Nueva. Le ordenó a la Policía que haga cesar la usurpación aunque aclara que se utilice la fuerza solo como última instancia. Dijo que el campo pertenece a Las Margaritas SA y que Dolores Etchevehere cedió sus acciones.
Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial
¡A desalambrar! Esa parece ser la consigna que dejó la jueza María Carolina Castagno, del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, que dispuso el desalojo de Dolores Etchevehere y los integrantes del Proyecto Artigas que permanecen en la estancia Casa Nueva, en el acceso a la localidad de Santa Elena.
La magistrada dispuso el restablecimiento inmediato, aunque en forma provisoria, del establecimiento rural a la empresa Las Margaritas SA, que tiene como accionistas a Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego Etchevehere y a la madre de ellos, Leonor María Magdalena Barbero Marcial.
En la resolución, la jueza señaló que “no quedan dudas que Dolores es heredera” de Luis Félix Etchevehere, pero resaltó que “quien ostentaba la posesión y tenencia de Casa Nueva es Las Margaritas SA y Dolores no es socia por haber cedido a las acciones” a la firma Mirus SA, cuyos socios son Ulises Javier Cappiello y Adela Goya Fernández, y que por esa venta de acciones recibió 368.880 dólares en dos pagos.
La jueza no eludió que Dolores Etchevehere ha impugnado esa cesión de acciones a través de una denuncia en la que asegura haber sido presionada y extorsionada por sus hermanos, en un contexto de violencia de género, para desapoderarla de sus derechos hereditarios.
La jueza, además, instruyó al jefe de la Policía de Entre Ríos a que el desalojo se realice “de manera inmediata y con el mayor cuidado de la integridad de las personas que ocupan el predio, debiendo acudir al uso de la fuerza en caso que sea indispensable y en la menor medida posible”. Para evitar atropellos, instó a que el procedimiento sea filmado y que se identifique a todas las personas que se encuentren en el interior del campo.
Heredera, sí; usurpación, también
La jueza Carolina Castagno sostuvo que la estancia Casa Nueva pertenece a Las Margaritas SA, el conglomerado agrícola y ganadero de la familia, y si bien reconoce a Dolores como legítima heredera de Luis Félix Etchevehere, dio validez a los acuerdos privados en los cuales ella vendió el 12,5 por ciento de las acciones que le correspondían.
En esos acuerdos privados, según expuso la jueza, Dolores Etchevehere cedió parte de los bienes que le correspondían por la herencia de su padre a cambio de 24.000 dólares y dos parcelas rurales para poner fin al conflicto familiar. De este modo, ella se abriría de la empresa familiar y colocaría los bienes y acciones a nombre de dos sociedades anónimas que se disponía a crear. Eso fue refrendado en una asamblea de accionistas en la que Dolores estuvo representada por su abogado Santiago Yofre Solanet.
Dolores, sin embargo, ha denunciado que “las tierras que cedieron en el acuerdo, ni siquiera le pertenecen a la sucesión, son tierras robadas por la familia a una escuela rural, de las que no tienen título”.
En su argumentación, la jueza explicó que luego Dolores Etchevehere cedió su participación accionaria en Las Margaritas a la firma Mirus SA, con la cual tiempo antes había celebrado dos contratos de mutuo por 54.000 dólares y 314.800 dólares. “En eso radican las razones por las cuales ella cedió las acciones en Las Margaritas SA”, apuntó.
Luego de trazar esa línea de argumentos, la magistrada aseguró que “no quedan dudas de que Dolores es heredera de Luis Félix Etchevehere. También surge claro que quien ostentaba la posesión y tenencia de Casa Nueva es Las Margaritas SA y Dolores no es socia de la empresa por haber cedido sus acciones a Mirus SA” y agregó: “Se trata de una clara cesión de acciones de una sociedad anónima y no una cesión de derechos hereditarios”.
La jueza tuvo en cuenta que Dolores Etchevehere ha impugnado esos acuerdos a través de una denuncia en la que asegura haber sido presionada y extorsionada, en un contexto de violencia de género, para desapoderarla de sus derechos hereditarios. Pero aclaró que “no se ha arrimado ninguna resolución de la justicia federal que admita que Dolores Etchevehere fue extorsionada para ceder las acciones a Mirus SA”.
También admitió que eventualmente Dolores podría reclamar parte de Casa Nueva, en virtud del acuerdo de cesión de acciones de Las Margaritas a cambio de 129 hectáreas del campo, pero resaltó que “ese aspecto se está dilucidando en otros ámbitos donde además se investiga si ha sido violentada por su condición de mujer”. Pero insistió en que esa circunstancia no le asigna el derecho de irrumpir de manera “inconsulta y clandestina” al campo ubicado en el acceso a Santa Elena y erigir allí un proyecto productivo.