JUSTICIA Y POLÍTICA

Impasse en el conflicto de los Etchevehere

28/10/2020

La jueza Carolina Castagno dará a conocer este jueves a las 10 si hace lugar al pedido de desalojo de la estancia Casa Nueva que hicieron los hermanos Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego Etchevehere, y su madre. Los fiscales también pidieron el desalojo. Los abogados de Dolores Etchevehere dicen que no cometió ningún delito y que el campo forma parte de la herencia de su padre.

Impasse en el conflicto de los Etchevehere

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

La jueza Carolina Castagno, del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, dará a conocer este jueves, a las 10, si hace lugar al pedido de desalojo de la estancia Casa Nueva, donde permanece Dolores Etchevehere, junto con los integrantes del Proyecto Artigas.

Los fiscales Oscar Sobko y Mónica Carmona insistieron en que hubo una usurpación del campo ubicado en el acceso a la localidad de Santa Elena y por eso pidieron ante la jueza Castagno que se disponga el desalojo de las personas que se encuentran en el lugar.

Del mismo modo lo hizo el abogado Rubén Pagliotto, representante de los hermanos Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego Etchevehere, y la madre de ellos, Leonor María Magdalena Barbero Marcial. El letrado hizo además un pedido enfático para que el desalojo se efectúe de manera pacífica y que la intervención policial se materialice como última instancia.

En líneas generales, el planteo es que el campo pertenece a la empresa Las Margaritas SA, el conglomerado agrícola y ganadero de la familia, y que es la asamblea quien determina qué tipo de actividades productivas se desarrollan en el establecimiento; aunque Pagliotto insistió además en que Dolores cedió sus acciones en la sociedad por lo que “no tiene ningún derecho sobre el campo que invadió”.

En tanto, el abogado Lisandro Mobilia afirmó que “no quedan dudas de que Dolores Etchevehere está en una propiedad del acervo hereditario de su padre” y que las proporciones de lo que le corresponde deben discutirse en el juicio sucesorio. Mientras tanto, dijo, “no está probado ni remotamente que esté usurpando el campo” y por eso pidió que se disponga el archivo de la causa.

Por qué hubo usurpación

“Entendemos que existe una usurpación”, comenzó el fiscal Sobko e insistió en que Dolores Etchevehere ingresó de manera violenta a la estancia Casa Nueva, aunque aclaró que esa violencia no fue física sino por la “intimidación que sintieron los empleados del campo por la presencia de cuarenta personas” que la acompañaban. También sostuvo que Dolores engañó a los trabajadores del campo al presentarse como heredera de una porción indivisa del predio, ya que el campo pertenece a una sociedad anónima.

Pagliotto agregó sobre este punto que el ingreso fue “clandestino”, ante la imposibilidad de los trabajadores del campo de repeler esa irrupción de Dolores Etchevehere y los integrantes del Proyecto Artigas.

“Hay una alta probabilidad de que se haya llevado a cabo esta situación como un hecho ilícito. No tenemos la certeza, porque eso solo se logra a través de una sentencia firme, pero sí existen probabilidades de que se haya turbado la posesión del campo”, aseguró el fiscal.

En ese sentido, el fiscal aclaró que no pretende discutir si Dolores Etchevehere integra la firma Las Margaritas SA, con el 12,5 por ciento de las acciones que le corresponderían como heredera de su padre, pero aseguró que “si es accionista debe manejarse dentro del estatuto societario; si pretende cambiar la forma de producción debe tener la autorización de la sociedad anónima; y si quiere ocupar alguna parte del campo para realizar otro tipo de explotación debe contar con una autorización de la asamblea. Y eso no lo obtuvo”. La fiscal Carmona agregó que “se está turbando la posesión y también la explotación del inmueble”.

Carmona agregó que “la firma Las Margaritas estaba explotando pacíficamente el predio hasta la irrupción de modo ilegítimo de Dolores Etchevehere, junto con cuarenta personas” y agregó que su presencia “está turbando la posesión y la explotación del inmueble”.

Desde esa perspectiva se pararon los fiscales para asegurar que “hubo actos ilícitos de parte de Dolores, aún sabiéndose titular de un porcentaje de las acciones de Las Margaritas SA”.

Pagliotto rechazó ese argumento asegurando que “Dolores cedió la totalidad de las acciones que tenía en Las Margaritas a otra empresa que se llama Mirus SA”, que también integran Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego Etchevehere y la madre de ellos, Leonor Barbero Marcial; y “el contrato de cesión de acciones se hizo ante un escribano público. Entonces, cómo iba Dolores a dirigirse a la asamblea de Las Margaritas si ya no tenía ningún derecho sobre el campo que invadió”, enfatizó el letrado.

El representante de la familia Etchevehere insistió en que “Dolores tomó el campo sin ningún derecho, ni sucesorio ni propietario, y no tenía ningún derecho, más allá de su bronca, a hacer justicia por mano propia”.

El fiscal aseguró además que las denuncias por el vaciamiento de El Diario, la administración fraudulenta de las empresas del grupo, el lavado de dinero o el desvío de créditos a cuentas personales “son cuestiones satelitales al objeto procesal específico de esta audiencia y nada de eso la habilitaba al ingreso de esa manera a Casa Nueva”.

Por qué no hubo usurpación

El abogado Mobilia, representante de Dolores Etchevehere, invocó dos argumentos para solicitar el archivo de la causa: en principio, no hubo delito, por lo tanto deben archivarse las actuaciones penales; y segundo, por una situación de prejudicialidad, es decir, hay un juicio civil anterior que no ha sido resuelto y, por lo tanto, las actuaciones penales deben suspenderse hasta que finalice el sucesorio.

Por su parte, Daniela Verón, integrante del Cuerpo de Abogadas y Abogados contra la Violencia de Género del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, agregó que “no se debe soslayar que la denuncia por usurpación y el pedido de desalojo es un hecho más de la violencia de género que viene padeciendo Dolores de parte de sus hermanos y responde a una relación desigual de poder por su condición de ser mujer”.

Mobilia, además, cuestionó que se introdujeran en el debate por el desalojo las cuestiones societarias y el rumbo del sucesorio de Luis Félix Etchevehere, a la vez que advirtió que “se confunde a la víctima con los victimarios”.

El letrado insistió en que “la discusión aquí para por determinar si se cometió un delito o no”. Ese delito que se le imputa es el de usurpación. Y agregó que “no hay dudas de que Dolores Etchevehere es hija de Luis Félix Etchevehere y que está en una propiedad que forma parte del acervo hereditario de su padre. Se podrán discutir las proporciones, pero eso debe hacerse en un juicio civil”.

En ese sentido, apuntó que “hace 12 años que Dolores está esperando disponer y administrar de algunos de los bienes que sus hermanos administran. En todo este tiempo ella pidió diez rendiciones de cuentas a sus hermanos y resulta que ahora tenía que pedir permiso para ocupar una porción de campo del que es legítima heredera”.

Mobilia reiteró que “no hubo despojo, no hubo delito; en ningún momento Dolores engañó a nadie porque tenía el mismo derecho a la posesión del campo que sus hermanos y las cuarenta personas que están ahí es para trabajar la tierra. Eso le corresponde por derecho, porque es de ella, porque es heredera. Pero eso debemos discutirlo en sede civil”.