PARANÁ

Denuncian que un funcionario municipal ofreció un contrato por sexo

13/04/2020

Una mujer denunció en la justicia que un funcionario le prometió devolverle su trabajo en una residencia municipal si accedía a pasar una noche con él. Ella se negó y fue a los tribunales. En su anterior trabajo el hombre había sido denunciado por violencia laboral. Escuchalo en Audionoticias.

Denuncian que un funcionario municipal ofreció un contrato por sexo

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

Un funcionario de la Municipalidad de Paraná quedó envuelto en un escándalo en medio de la pandemia: una mujer denunció ante el Ministerio Público Fiscal que le ofreció renovar su contrato y hasta pasarla a planta permanente a cambio de que se acostara con él.

El hombre, que ocupa un cargo de tercera línea del municipio, fue denunciado el 5 de marzo por un hecho que habría ocurrido unas semanas antes y podría encuadrar en violencia de género o algún tipo de extorsión, a raíz de que le habría ofrecido a una mujer a quien se le había vencido el contrato que le sería renovado si accedía a acostarse con él, a pasar una noche juntos.

María –ese no es su verdadero nombre– trabajó durante dos años en una residencia municipal y antes un año en un jardín maternal. Era asistente de cocina en un hogar que atiende a personas en situación de calle. Lo hizo hasta el 31 de diciembre en que le comunicaron que su contrato no sería renovado, a pesar de que la directora del hogar había recomendado su continuidad, por el compromiso y la capacidad que había demostrado en la atención de las personas que allí se alojan. Tal es así que le pidieron que siguiera yendo durante el mes de enero, pero luego hubo una marcha atrás porque no tendría cobertura en caso de cualquier accidente que pudiera tener en sus quehaceres.

Ella es el único sostén de un hogar en el que también viven su hija y nietos, por quienes recibe la asignación universal por hijo.

Le habían dicho que revisarían su situación, dada la recomendación de la directora del hogar, pero pasó enero y no tuvo novedades. Hasta el último día del primer mes del año, en que recibió una llamada de un número privado en su teléfono celular. Cuando atendió, una voz masculina le dijo una persona quería hablar con ella. El funcionario se presentó con su nombre, aunque ella misma asegura haber reconocido su voz:
–Hola, te hago una propuesta –arrancó el hombre.

En los tribunales María reconstruyó el diálogo que tuvo ese día con el funcionario municipal: “Le pregunté y me dijo que me ofrecía la planta a cambio de que me acostara con él, que pasara una noche con él. Le dije que no y él me pidió que lo pensara, que me daba hasta el miércoles siguiente (5 de febrero) para ver si cambiaba de opinión. Le dije que era un degenerado, que cómo me iba a proponer eso; pero él insistió diciéndome que regenteaba un prostíbulo por el (¿ex?) hipódromo y que podíamos pasar la noche ahí. Yo me negué, terminó la llamada y ya no volvimos a hablar”.

Según dijo, María volvió a la residencia el último día de febrero, se cruzó con el funcionario y le recriminó aquel llamado, pero el hombre negó haber hablado por teléfono con ella.

La denuncia quedó en manos del fiscal Martín Abraham, quien dispuso una serie de medidas de prueba tendientes a constatar los dichos de la víctima y determinar si le da curso a la investigación penal preparatoria, pero todo quedó en stand-by cuando el Superior Tribunal de Justicia (STJ) decretó el receso judicial extraordinario por la pandemia del coronavirus (COVID-19), según pudo averiguar Página Judicial.

Desde el municipio, en off the record se dejó trascender que el hombre no había sido designado de manera formal, aunque admitieron que cumplía funciones, pero que ya fue apartado del cargo.

Lo cierto es que a partir de esta denuncia, se conoció que hace un tiempo el hombre había protagonizado otro escándalo en el organismo provincial donde trabajaba antes de asumir su cargo en la Municipalidad.

A comienzos de 2019, profesionales que cumplían funciones en el Centro de Salud “Humberto D’Angelo”, en el barrio Anacleto Medina de Paraná, lo denunciaron ante el Ministerio de Trabajo por violencia laboral y violencia de género; afirmaron que tenía un comportamiento agresivo, lanzaba comentarios misóginos, generaba hostilidades en el ambiente de trabajo e interfería en algunas actividades que allí se desarrollaban. Según dijeron, tuvieron que soportar ese tipo de situaciones durante dos años hasta que finalmente lo denunciaron. El funcionario, por supuesto, negó las acusaciones diciendo que el origen del conflicto era una antigua rivalidad entre dos grupos de trabajadores.

El asunto finalmente se diluyó y unos meses después terminó archivado porque las denunciantes pidieron ser trasladadas a otra repartición. Ahora están dispuestas a contarlo en la justicia.

La víctima, mientras tanto, espera que se revise su situación para así poder reinsertarse laboralmente, en un contexto poco amigable, pero asegura que sostendrá su denuncia “para que se haga justicia y que otras mujeres no tengan que pasar por lo mismo”. Y cuando los tribunales retomen su habitualidad, se presentará con su abogada.

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