NARCOTRÁFICO

Una agente de tránsito explicitó un vínculo cercano entre Varisco y Celis

12/11/2019

Una empleada municipal aseguró que el intendente Varisco y el sindicado jefe narco “tenían trato cercano”. También dijo haber visto cómo se repartía droga en distintos procesos internos del sindicato de trabajadores municipales. La jornada estuvo marcada por la tensión y fuertes discusiones.

Una agente de tránsito explicitó un vínculo cercano entre Varisco y Celis

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

Una bomba explotó en el tribunal: una empleada municipal explicitó, por primera vez en el juicio, la relación entre el intendente Sergio Varisco y el narcotraficante Daniel Andrés Celis.

El bombazo cayó en una jornada de máxima tensión y fuertes cruces entre el tribunal y los abogados defensores, algo que venía gestándose desde hacía algunas semanas y encontró su clímax este martes en la sala de audiencias.

La mujer –cuya identidad se preservará– afirmó que Varisco y Celis “tenían un trato cercano”, aludió al nombramiento de personas allegadas al sindicado narcotraficante en distintas dependencias de la Municipalidad a partir de diciembre de 2015 y aseguró haber visto a personas allegadas a Celis repartiendo cocaína en distintos procesos internos del sindicato de trabajadores municipales.

Se trata de una inspectora de tránsito que cumplía tareas de control vehicular sobre calle Corrientes, en la cuadra de acceso a la Plaza de la Confederación Argentina. Desde allí dijo haber visto en varias oportunidades a Celis –a quien conocía como vecino del barrio– ingresar al palacio municipal; contó que lo recibían Ricardo Frank y Griselda Bordeira en el portón de acceso, “se saludaban con afecto” y los funcionarios lo acompañaban hasta las oficinas.

Según dijo, después de que Varisco asumió como intendente, “Celis entraba al palacio municipal como una persona que manejaba una cuota de poder”.

En su momento, la empleada municipal se presentó en forma espontánea a declarar ante el juez federal. Según dijo, lo hizo por el hastío que le provocó que funcionarios municipales negaran la relación con Celis, que dijeran que no lo conocían. “¡Cómo no lo van a conocer! Estuvimos tres meses de campaña y Varisco iba (a la casa del sindicado líder narco), se paseaba en la camioneta de Celis, andaba con la camisa desprendida haciendo campaña. Tenían un trato cercano y después lo negaban”, relató.

Incluso contó que allegados al Movimiento Vecinalista del Oeste, la agrupación política de Celis, le propusieron trabajar para la candidatura de Varisco en el año 2015, pero que ella se negó porque sabía la vinculación de Celis con el narcotráfico. En cambio, militó para una línea del peronismo y recordó que en una ocasión “hubo que pedirle permiso (a Celis) para hacer una caminata por el barrio, para no tener una confrontación”.

En otro tramo de su declaración mencionó que, luego de que Varisco se hizo cargo del municipio, Celis desarrolló un importante trabajo social en los barrios de la zona oeste de la ciudad: “Hacía tareas de limpieza, juntaba ramas, limpiaba los contenedores y arregló una canchita de fútbol en el barrio Paraná XVI para que jueguen los pibes; y todo lo hizo con máquinas de la Municipalidad”, aseguró.

Celis, además, tuvo influencia en la designación de personal, según dijo. “Ingresaban nuevos inspectores, sobre todo en los dos primeros años de la gestión, y ellos mismos decían que eran gente del Tavi”; mientras que varios compañeros del área de tránsito habían pedido el traslado a la Unidad Municipal 2, que era controlada por Celis.

En ese marco, recordó la vez en que un compañero suyo se presentó en el palacio municipal portando un sobre de papel manila y le mostró que llevaba un decreto sin número y sin firma, hecho en hojas con membrete y escudo de la Municipalidad, con su pase a planta permanente y ascenso a jefe de departamento. Dentro había, además, “un paquete con algo blanco que parecía un jabón en polvo”, contó la inspectora. La encomienda se la había dado Celis para entregar a Varisco, acotó.

Celis, Pacha Palacios y el sindicato

La inspectora también habló de reparto de droga en las elecciones del Suoyem y de representantes los trabajadores municipales para el directorio del Iosper y dijo haber visto, en ambos casos, al dirigente sindical Osvaldo Pacha Palacios y a personas allegadas a Celis repartiendo cocaína entre los militantes.

Esa manifestación generó la reacción de Leopoldo Cappa, abogado de Celis, quien le hizo notar que en la declaración que dio en instrucción había dicho que en las elecciones del sindicato, en noviembre de 2016, “Tavi y Pacha Palacios estaban en calle La Rioja (frente al club Olimpia) repartiendo bolsitas con cocaína”. El defensor advirtió que Celis estaba detenido desde agosto, tres meses antes, lo que generó un contrapunto con la testigo y un nuevo cortocircuito con el tribunal, que le llamó la atención al abogado porque consideraban los jueces que pretendía confundirla. “A lo que yo hice referencia fue a que Pacha Palacios estaba repartiendo la droga con gente de Celis, porque se habían unido para ganar las elecciones”, dijo entonces la testigo.

Efectivamente, Celis y Palacios impulsaban la candidatura de Fabián Brunengo como secretario general del Suoyem, pero perdieron las elecciones ante la lista que encabezaba Jorge Brocado, actual titular del sindicato.

Pero el punto más alto de tensión se produjo cuando la inspectora aseguró haber sido testigo del reparto de cocaína frente a una escuela en la que se votaba a representantes de los trabajadores municipales para el directorio del Iosper.

Los abogados Miguel Ángel Cullen y Rubén Pagliotto, defensores de Varisco, le preguntaron cómo sabía que aquello que dijo haber visto era droga:
–Si le dan a usted una bolsita chiquita en la puerta de una escuela y usted se va detrás de una columna y se la lleva a la nariz, o es algún remedio para la nariz o está oliendo algún perfume –contestó la empleada municipal con ironía.

Pero esa respuesta sobrevino recién después de una agria discusión en la que la jueza Lilia Carnero, presidenta del tribunal, regañó en duros términos a los defensores por considerar que pretendían hacer incurrir a la testigo en falso testimonio e incluso llegó a decirles a los defensores que estaban dando “una discusión patética” y “hay preguntas que son patéticas”.