Dudas

¿Por qué estuvo parada la causa de abusos en Oro Verde?

12/11/2019

La pregunta, sin responder, es una incógnita en una causa que tiene como víctimas a menores abusados y que durante años debieron vivir con sus posibles abusadores rondando las calles.

¿Por qué estuvo parada la causa de abusos en Oro Verde?

Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial

 

La temeraria causa en la que se investigan abusos a menores conmueve a la comunidad y empieza a arrugarles el ceño a quienes se inmiscuyeron en la historia. Preguntas que se empiezan a hacer los actores que trabajan en el caso no encuentran respuestas. Sospechas de toda índole sobrevuelan el ambiente y preanuncian un enturbiamiento del relato. Un grupo de cronistas lo expuso en el programa El Ventilador, que se emite por Canal Once, el jueves pasado.

La denuncia se hizo en 2013. Se empezó a investigar el supuesto abuso a un menor en Oro Verde, hecho que se estima se produjo en 2005. Sin embargo, la Justicia entendió que no había elementos para avanzar y la pesquisa quedó varada en una caja de expedientes que tramitan por el viejo sistema. ¿Se puede cajonear una investigación que tiene como supuestas víctimas a menores que pudieron haber sido abusados sexualmente?

Tuvieron que pasar cuatro años para que el juez de Transición Nº 2, Gustavo Maldonado, dictara el procesamiento de 11 personas sospechadas de violar a dos niños (un varón y una mujer) y otra niña en supuestos rituales con cita en la ciudad de Oro Verde. La investigación cobró impulso por el trabajo de la fiscal Laura Cattáneo, quien revisó las Cámara Gesell y se encontró con testimonios inenarrables por el nivel de perversidad que contienen.

De allí se desprende que el caso cajoneado no era el abuso a un niño, en una oportunidad, sino que se trataba de una reiteración de abusos intrafamiliares a terceros en rituales en los que “había drogas, bebidas alcohólicas y los participantes se desnudaban y bailaban en círculos”. A éstos hechos sádicos acudían comerciantes de Oro Verde y algunos de Paraná, según vienen narrando las crónicas serias.

Cattáneo pidió la nulidad de todo lo que se había hecho hasta septiembre de 2017 porque  advirtió que se estaba ante “un hecho mucho más grave” del que con simpleza se había archivado. Maldonado sostuvo que estaba ante “hechos realmente muy graves que conmocionan de leerlos”. La denuncia la habían realizado el padre y el abuelo paterno de los niños. La responsabilidad –según la investigación– le cabría a los abuelos maternos, la madre, el tío y su pareja. La abuela de los niños fue declarada insana y quedó desvinculada de la causa.

Los imputados están siendo investigados por los presuntos delitos de corrupción de menores, abuso sexual simple, abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual agravado en infracción a los artículos 125, 126 y 119 del Código Penal.

El varón habría sido abusado durante el período comprendido entre 2005 y 2011; su hermana menor, en el período 2006-2011; y la más chica, en el período comprendido entre 2009 y 2011. La causa pasó por varios jueces y fiscales.

Incógnitas

Aparecen dos preguntas fundamentales: ¿quiénes archivaron la causa y cuáles fueron sus fundamentos?; ¿qué elementos encontró Cattáneo para advertir que se está ante una cadena perversa de abusos a menores que en su momento no motivó el interés de colegas?

El primer interrogante no tiene respuesta. No se ha podido precisar quiénes fueron los funcionarios judiciales actuantes que decidieron no avanzar.

La segunda pregunta es la del millón. Si todas las Cámara Gesell son coincidentes en los relatos de las víctimas durante todos estos años y los equipos técnicos corroboraron esas evidencias, qué sucedió entonces para determinar que la investigación no tenía elementos suficientes para continuar. ¿Hubo una mano negra en todo esto? ¿Alguno de los imputados tiene peso en alguna estructura del Poder Judicial o en la política? Preguntas que se empiezan a repetir tras bambalinas.

El único nombre que trascendió de los imputados fue el de Mario René Wolff Furlong, comisario general y tío de las víctimas. El policía retirado brindó una entrevista en Diario Uno para decir que no tiene nada que ver en esta macabra historia y que su nombre lo introdujeron en la trama por una interna familiar.

La causa es de una gravedad tal que el abogado defensor del policía procesado, Rubén Pagliotto, sostuvo: “En 30 años de profesión no conozco un caso así. Se trata de un caso muy, muy grave, que trasciende lo que es la normalidad”. Así y todo el expediente durmió cuatro años. Las víctimas crecieron y llegaron a la mayoría de edad con sus abusadores caminando las mismas cuadras. ¿Fue por impericia?