NARCOTRÁFICO

El día que llegó Papá Noel

15/10/2019

Policías federales relataron las peripecias de la investigación que marcó la caída de la organización que encabezaba Daniel Andrés Celis y narraron las instancias previas al aterrizaje de una avioneta cargada con marihuana en un campo de Colonia Avellaneda.

El día que llegó Papá Noel

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

La comunicación es una de las instancias más importantes dentro de las redes del narcotráfico y un elemento al que más atención le prestan los jefes de las organizaciones para evitar ser detectados.

Es común entonces el uso de palabras clave que usan los miembros de la organización para poder comunicarse y, generalmente, aludir en forma elíptica a la droga.

La mención de Papá Noel es un ejemplo de ello. Aquellos días previos al 28 de mayo de 2017 nadie presagiaba el adelantamiento de la Navidad, sino el ansiado aterrizaje de una avioneta cargada con marihuana, procedente de Paraguay (la presunción surge de “conversaciones” que se detectaron), que la banda de los hermanos Daniel y Miguel Celis esperaba en un campo que los investigadores no habían logrado determinar si sería en María Grande o en Colonia Avellaneda, como finalmente ocurrió.

“Ninguna persona dice abiertamente y por teléfono que va a descargar marihuana; ellos hablaban de líquidos que se utilizan en el campo”, explicó el ex subjefe de la delegación local de la Policía Federal, Ariel Tridente, en la declaración que dio este martes ante el Tribunal Oral Federal, que está juzgando las presuntas vinculaciones entre narcotraficantes y funcionarios municipales. A veces también hablaban de “agroquímicos”, acotó el jefe policial. Pero nada de eso encontraron los policías aquel domingo en el campo de los hermanos José Raúl y Horacio Omar Ghibaudo. Había en cambio cientos de ladrillos de marihuana, que sumaban 317 kilos, cargados en la caja de una camioneta.

Pero no era esa la primera opción que manejaba la organización. En rigor, Tridente señaló que la búsqueda de campos para montar pistas de aterrizaje clandestinas surgió tras la detención de Daniel Celis y cuando su hermano, Miguel Celis, asumió el liderazgo. No obstante, los investigadores ya habían detectado comunicaciones entre Daniel Celis y Cristian Silva, uno de sus principales lugartenientes, en las que “intentaban conseguir bidones de gran porte y combustible especial”, sostuvo el jefe policial.

Fue Luis Orlando Céparo el “enlace” entre Miguel Celis y los hermanos Ghibaudo, a quienes conocía por las actividades agropecuarias que desarrollaban.

Los Ghibaudo recibirían “una retribución monetaria por el alquiler del campo” para que aterrizara la avioneta y descargara la marihuana.

Según Tridente, “se hizo una vigilancia de aproximadamente cincuenta días” en un campo de María Grande, también propiedad de los hermanos Ghibaudo, “pero hubo una temporada de lluvias intensas que inundaron gran parte de la provincia” y entonces se decidió hacer descender la avioneta en un campo de Colonia Avellaneda, que los policías ya tenían identificado, aunque “el período de vigilancia allí fue más breve”.

Navidad frustrada

La avioneta aterrizó alrededor de las 16.30 en el campo de Colonia Avellaneda. Los policías la vieron pasar desde sus puestos de vigilancia, uno de ellos la siguió en moto y el resto a bordo de una camioneta con la que ingresaron al campo con las sirenas encendidas, relató el policía federal Joaquín Truffe, que participó de aquel procedimiento.

Había dos camionetas –una era de los hermanos Ghibaudo– y cuando los policías llegaron la droga ya estaba cargada en una de ellas; había también varias personas y algunas otras que intentaron fugarse por un monte cercano. Uno de ellos, José Marcial Caballero, fue localizado en las cercanías, tras un alambrado que delimitaba el campo. Era quien debía conducir la camioneta con la droga hasta el lugar de almacenamiento.

Los policías llegaron “cinco o diez minutos” después de avistar la avioneta, dijo el policía Guillermo García, que también participó del procedimiento.

El paradero del piloto es incierto. Omar Ghibaudo, que estaba presente en el momento del aterrizaje, ha dicho que en el avión viajaban dos personas, piloto y copiloto; y un testigo de identidad reservada declaró que eran de nacionalidad brasileña y que fueron ellos quienes descargaron la droga, aunque se desconoce su identidad.

El conteo de la marihuana se hizo en el campo, explicó Truffe: había en total 414 envoltorios rectangulares, tipo ladrillos de marihuana.

Así fue la llegada de Papá Noel, eso que la organización auguraba como su Navidad.