ESPIONAJE
¿Hay inteligencia ilegal en Entre Ríos?
08/04/2019
Las maniobras ilegales no necesariamente surgen desde el seno del Estado, sino que operan en redes paraestatales. Pinchaduras de teléfono y fotografías aparecen en la línea de flotación en la nueva forma de hacer política. El desprestigio como herramienta recurrente.
Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial
El interrogante que plantea esta nota en su título surge de la lectura del documento emitido el 29 de marzo pasado por la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA), a la que pertenece la seccional Entre Ríos. El texto manifiesta una profunda preocupación por el estado del Poder Judicial en general. En las primeras líneas plantea un tema inquietante que atraviesa a cualquier ciudadano, pero que impacta básicamente en círculos sensibles como son el de la política, judicial y periodístico. Refiere a las “denuncias de corrupción mezclado con operaciones de inteligencia”.
La inteligencia es, desde hace décadas, una herramienta que no está en la exclusividad del Estado para su utilización en los casos específicos que manda la ley, sino que se ha convertido en una nueva herramienta para hacer política a través del espionaje ilegal.
Esa certeza se torna irrefutable cuando quienes deben autorizar una escucha telefónica en el marco de una investigación le dicen al periodista que mejor sería hablar personalmente “porque nos pueden estar escuchando”. La advertencia se volvió diaria hace mucho tiempo para cualquiera que trabaje en un medio.
En Entre Ríos hace varios años se naturalizó entre periodistas y funcionarios, cualquiera sea el poder del Estado que integre, evitar una conversación telefónica por la línea abierta. Hasta que apareció WhatsApp, se requería de un encuentro personal para obtener alguna información ante la probable intervención que se esté haciendo a alguno de los dos celulares.
En el último tiempo, ya con todo el mundo comunicándose sólo por WhatsApp, surgió otro interrogante: ¿se puede interferir o pinchar también esta línea? Especialistas dicen que sí, excepto la llamada. Se capturan los mensajes de texto y se bajan los audios, porque todos van a una plataforma virtual que se le suele llamar “la nube” desde donde se extrae ilegalmente los contenidos. A esa gravedad se le ha agregado la proliferación de redes de espionaje paraestatal.
Días pasados empezaron a aparecer operaciones políticas a través de maniobras vinculadas a la inteligencia. Pinchaduras de teléfonos y fotografías de políticos tienen como objetivo desprestigiar a personas o poner en tensión relaciones políticas entre dirigentes o funcionarios. Esto ocurre, incluso, en el mismo partido de gobierno. El contenido del material, hecho a rodar anónimamente, suele explicitar a quien va dirigido el daño.
Ese tipo de situaciones parecerían ser los temas centrales en las mesas donde se administra el poder. La política ya no se dirime en clave partidaria y proyectos de cara a la sociedad, sino en un círculo de intereses que saltan la barrera institucional para conformar cooperativas integradas por dirigentes, operadores judiciales y comunicadores para avanzar en beneficio propio.