CONTRATOS TRUCHOS

¿Era Opromolla reclutador de prestanombres en Diputados?

10/02/2019

El contador de uno de los estudios sospechados de integrar la asociación ilícita estuvo contratado por Sergio Urribarri durante todo el año pasado en la cámara baja. Página Judicial tuvo acceso a una prueba que lo compromete.

¿Era Opromolla reclutador de prestanombres en Diputados?

Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial

 

El contador Pedro Opromolla y el analista en sistemas Nicolás Beber forman parte del estudio contable Integral Asesoría, una de las patas de la asociación ilícita por la que se fraguaron, según se estima, unos 2.000 millones de pesos en el seno de la Legislatura en el período de diez años, entre 2008 y 2018, a excepción, claro, del período 2007-2011 en la Cámara de Diputados. En esos años hubo, aparentemente, una bocanada de transparencia en el cuerpo cuando fue presidido por Jorge Busti.

El estudio contable fue allanado el 3 de octubre en el marco de la investigación que llevan adelante la fiscal anticorrupción Cecilia Goyeneche y los fiscales Patricia Yedro e Ignacio Aramberry. De allí surgió información sensible para conocer el engranaje del sistema y la mano de obra con la que se desviaron los fondos públicos.

Desde las cámaras legislativas se contrataba a personas a las que no se les asignaba ninguna tarea ni se le reclamaba la prestación de ningún servicio, más que dar su nombre a cambio de tener una obra social.

Moral elevada

De la prueba recolectada en aquel allanamiento surgió un intercambio a través del sistema de mansajes de WhatsApp entre Opromolla y Beber en el que ambos aparecen cumpliendo una función que se le adjudica a la asociación ilícita que se investiga: la de reclutar prestanombres.

Los diálogos se sucedieron durante los días 28 y 29 de mayo del año pasado.

Contrato y servicios

Opromolla fue contratado en la Cámara de Diputados el 23 de enero de 2018 con un contrato de servicios que venció el 31 de diciembre “para desarrollar tareas dentro de la estructura funcional de la Dirección de Administración”, según se desprende del artículo primero. En el tercero especifica que el contador “cumplirá con veinticinco (25) horas semanales, en el horario de 8 a 13 los días hábiles, dejándose establecido que el comitente podrá variar las mismas cuando la necesidad del servicio así lo aconseje”. El artículo siguiente se establece que el contador “percibirá una suma mensual equivalente a la remuneración del cargo de oficial legislativo del escalafón de esta cámara, más los adicionales que correspondan”. El contrato lleva las firmas de Urribarri y Opromolla.

El 8 de diciembre, cuando las crónicas periodísticas apuntaron contra Opromolla, sus abogados defensores Leopoldo Lambruschini y Julio Federik enviaron un comunicado a Página Judicial poniendo de relieve la situación de su defendido.

“Frente a los dichos ante la prensa de otros abogados defensores, la situación de Opromolla es significativamente diferente a la de otros contadores imputados”, apuntaron los letrados en respuesta a los representantes de Alfredo Bilbao y Ariel Faure, integrantes del otro estudio contable investigado, recientemente liberados de la unidad penal.

“Concretamente a Opromolla se le atribuye que realizaba los pagos del monotributo de algunas de las personas ‘irregularmente’ contratadas. De modo alguno se le atribuye, como a otros, haber reclutado a los contratados, haber gestionado esos contratos con las modalidades conocidas”, decía el parte en otro párrafo.

Todo lo que se conoce en torno al contador es por ese comunicado, ya que en dos oportunidades se abstuvo de declarar: en diciembre y la semana pasada.

Esta semana deberá presentarse Beber a declarar ante los fiscales y podrá explicar ese cruce de mensajes.