Condenaron a Juan José Canosa

12/09/2018

Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial Respiró Juan José Canosa cuando el tribunal develó que la condena que se había adelantado cuarenta minutos antes no sería a una pena de prisión efectiva: el ex presidente de Sidecreer deberá purgar una condena de tres años de prisión condicional e inhabilitación especial perpetua para


Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial


Respiró Juan José Canosa cuando el tribunal develó que la condena que se había adelantado cuarenta minutos antes no sería a una pena de prisión efectiva: el ex presidente de Sidecreer deberá purgar una condena de tres años de prisión condicional e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos.

Los jueces Alejandro Grippo, Gustavo Pimentel y Alejandro Cánepa rechazaron por unanimidad la pretensión defensista de que Canosa no era funcionario público mientras ejerció como presidente de Sidecreer y, por lo tanto, era atípica la imputación por el delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública.

En ese sentido, señaló el tribunal que “Sidecreer es una sociedad anónima de propiedad estatal, que integra el sector público descentralizado provincial”, sostuvo que “el patrimonio (de la tarjeta estatal) es enteramente estatal” y resaltó que “el control interno lo realiza la Fiscalía de Estado y el control externo lo realiza el Tribunal de Cuentas, en virtud de sus funciones específicas e indelegables que no resultan necesarias, y mucho menos obligatorias, para cualquier otra sociedad comercial enteramente privada”.

En definitiva, se indicó que “Sidecreer es una empresa estatal y, por lo tanto, sus directivos, como los de otras empresas estatales, son funcionarios públicos”, con obligaciones tales como la de presentar declaración jurada de bienes, cosa que hizo Canosa, y un tope salarial, entre otras.

Del mismo modo, el tribunal rechazó que hubiera defectos en la acusación, como plantearon sus defensores, y sostuvo que los hechos imputados le fueron descriptos a Canosa en forma “clara y precisa”, por lo que no hubo en ese aspecto una violación al derecho de defensa del ex funcionario.

Los amigos del presidente

En cambio, el tribunal consideró que Canosa, mientras fue presidente de Sidecreer, direccionó contrataciones a favor de las empresas Excelcom SA, Texmer y JDR Construcciones, que pertenecen a familiares y amigos. Para hacerlo, “primero realizaba las invitaciones” a que participaran de las licitaciones y luego “adjudicaba los contratos, demostrando así un indudable interés, sobre todo por su relación personal” con los dueños de las empresas, “algo que nunca comunicó formalmente ni al directorio ni a otras autoridades de Sidecreer” e incluso hicieron notar los jueces que el presidente “podía delegar esa tarea en otra autoridad de la tarjeta y no lo hizo”.

Otro punto que hicieron notar los jueces es que “en ningún caso se hizo internamente un análisis de costos ni un cotejo de precios en el mercado”.

En el caso de Excelcom SA esa “preferencia” se materializó en 16 contrataciones, entre 2009 y 2015, por las cuales Sidecreer pagó una suma millonaria en pesos y en dólares para la provisión de insumos informáticos. El director comercial de la firma radicada en Santa Fe era Diego Urba, amigo personal de Canosa; y la presidenta era María José Cuestas, pareja de Urba y, a la vez, concuñada del ex funcionario. Esas adjudicaciones las consiguió “reemplazando a proveedores históricos de la empresa, oriundos de Paraná, a los cuales ni siquiera se los invitó a participar de las licitaciones”, apuntó el tribunal.

Respecto de Excelcom, los jueces advirtieron que “antes de la llegada de Canosa a la presidencia de Sidecreer, solo había sido contratada (por la tarjeta estatal) en 2005, para la instalación de un software, y después en 2006 y 2007 para la renovación de las licencias de aquel software”. Del mismo modo, tras la salida de Canosa, “Excelcom fue contratada en tres ocasiones por Sidecreer, pero al solo efecto de la renovación de licencias de software”, se acotó en el veredicto.

También se le atribuye al ex funcionario la contratación directa de su tío, José Daniel Romero, responsable de una empresa “que se convirtió en contratista de Sidecreer solo bajo la presidencia de Canosa”. La empresa JDR Construcciones fue beneficiada en 9 oportunidades, “sin competencia de otros oferentes”, para realizar tareas de construcción, electricidad, pintura y carpintería para Sidecreer por 107.949 pesos, “cuyos pagos fueron autorizados por Canosa”, señalaron los jueces.

El tercer hecho que se le atribuye a Canosa es haber contratado en 7 ocasiones a la empresa Texmer, cuya cara visible era Mirta Graciela Gueler, aunque los responsables ocultos eran su yerno, Carlos Alberto Canosa, hermano del ex funcionario, y su esposa, Alicia Cuestas, que es hija de Gueler. En el período en que Juan José Canosa fue presidente de Sidecreer, Texmer se vio beneficiada por adjudicaciones en forma directa por 1.127.286 pesos para la confección y venta de uniformes para el personal, remeras, shorts de fútbol, cofias y delantales que eran donados a clubes e instituciones.

El tribunal destacó que “Mirta Gueler tenía la misma dirección, teléfono y mail que Carlos Canosa” y planteó además la “inexperiencia” y “falta de capacidad operativa” de la empresa para el tipo de trabajos que le requería Sidecreer.

Pero tal vez lo más desprolijo de aquellas contrataciones, según el tribunal, es que Mirta Gueler “se dio de alta como monotribustista ante la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) en julio de 2012, después de un largo período de inactividad, y ganó su primera licitación aun cuando Sidecreer exigía la condición de responsable inscripto ante el IVA, lo que le hubiese impedido participar” y aquella primera contratación se hizo cuando la empresa ni siquiera tanía impreso su talonario de facturas.

Ahora bien, si hubiera alguna duda de que la empresa se creó al solo efecto de contratar con Sidecreer, los jueces expusieron que “Texmer dejó de intervenir como proveedor (de la tarjeta estatal) luego de la presidencia de Canosa”, en diciembre de 2015.

Canosa no negó las contrataciones, pero rechazó haberse interesado en que sean beneficiadas. El tribunal cree que sí lo hizo y lo explica desde el sentido común: “Las empresas en cuestión se convirtieron de manera repentina en proveedores preferentes de Sidecreer bajo la presidencia de Canosa, a tal punto que una vez que Canosa dejó su cargo, las empresas dejaron de tener esa preferencia” y agregó: “Más allá de la negación expresa que hace, Canosa se interesó en la contratación de esas empresas en miras del beneficio para aquellas en las operaciones en las que intervino en razón de su cargo”.