No han sido identificados los restos hallados en una cantera de piedras

15/06/2018

Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial El ADN es el principal componente del material genético: contiene la información necesaria para decodificar nuestro organismo; es único, como las huellas dactilares; y es transmitido de padres a hijos, de generación en generación. Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial El ADN es


Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial


El ADN es el principal componente del material genético: contiene la información necesaria para decodificar nuestro organismo; es único, como las huellas dactilares; y es transmitido de padres a hijos, de generación en generación.

La identificación de personas fallecidas o desaparecidas es generalmente un proceso largo y complejo, con la frecuente complicación que implica contar con muy escasa o nula información sobre la posible identidad de esa persona y ninguna información sobre los familiares. Por eso la clave está en el ADN.

Ha pasado un año y medio desde que aparecieron los restos de un hombre joven y que presentaba un agujero en el parietal derecho del cráneo, compatible con un disparo, en una zona cercana al paraje Las Piedras, en el suroeste de Paraná.

El cuerpo tenía entre treinta y cuarenta años de haber sido enterrado; estaba a unos sesenta centímetros de profundidad y se presume que los verdugos no pudieron seguir excavando porque se toparon con una roca. Estaba completo, salvo por los pies, que habían sido seccionados por la acción de la máquina excavadora que trajo los restos a la superficie, y que fueron hallados unos días después entre la tierra removida.

Sin embargo, ni los genetistas del Departamento Médico Forense del Poder Judicial ni el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) han podido develar el misterio, por el estado de degradación del material genético analizado, se indicó a Página Judicial.

Como se dijo, la identificación de los restos de una persona desaparecida es un proceso que lleva tiempo y en este caso la expectativa estaba centrada en que los científicos pudieran obtener un perfil genético del ADN mitocondrial de los restos hallados para compararlos con las muestras de referencia pertenecientes a familiares de las personas desaparecidas, tanto en democracia como en la dictadura.

El ADN puede ser extraído y analizado de células de la sangre, de la mucosa oral, huesos, músculos e incluso piezas dentales. En este caso, los científicos constataron que la dentadura estaba completa y en buen estado.

Todos los detalles son importantes en el trabajo científico. Por ejemplo, el fémur permite estimar la edad y la estatura de la persona, mientras que con la pelvis y el cráneo se puede descifrar el sexo. Así se pudo establecer que se trata de un hombre de entre 30 y 40 años y que tenía una estatura aproximada de 1,70 metros.

Para avanzar en el proceso de identificación, se extrajo un segmento de ADN de una muestra biológica, en este caso, fragmentos de hueso y una pieza dental, pero no fue posible extraer ADN debido al estado de degradación que presentaba el material genético analizado; y los peritos continuarán analizando otra muestra extraída. Al mismo tiempo, buscarán elaborar un perfil antropológico y genético de la persona fallecida, a partir de la experiencia que tiene el EAAF en ese campo.

Además, los organismos de derechos humanos le presentarán a la fiscal Patricia Yedro, que tiene a su cargo el legajo, y al Departamento Médico Forense del Poder Judicial un informe con datos de personas desaparecidas durante la última dictadura cívico-militar en Paraná y alrededores y aquellos que fueron desaparecidos en democracia pero que se sospecha fueron víctimas de violencia policial e institucional.

Existe un relevamiento realizado por la ex Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) de la Procuración General de la Nación donde se revela que entre 1990 y 2013 se produjo la desaparición de 27 personas en Entre Ríos, de los cuales 20 son varones y 10 de esos hechos fueron denunciadas en Paraná. Los datos fueron aportados por la Provincia. En el informe se consigna además que Paraná “expone casos de violencia institucional y trata de personas”.