Está empatada la elección para presidir el Superior Tribunal

22/11/2017

Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Se renueva la presidencia del Superior Tribunal de Justicia (STJ). Claudia Mizawak ya no estará al frente del alto cuerpo. Esa es la única certeza en el círculo rojo en los tribunales de Paraná. Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Se renueva la presidencia del


Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial


Se renueva la presidencia del Superior Tribunal de Justicia (STJ). Claudia Mizawak ya no estará al frente del alto cuerpo. Esa es la única certeza en el círculo rojo en los tribunales de Paraná.

La actual presidenta dejará ese lugar tras dos mandatos en los que se vio involucrada en pesadas polémicas por su relación con la política. Esa relación –mal vista– se le puede atribuir a varios de sus pares. No hay que sorprenderse. Basta recordar algún ejemplo.

Mizawak estuvo exactamente hace un año en el medio de un torbellino cuando se le pidió un juicio político que finalmente no prosperó. La Cámara de Diputados denegó esa petición que surgió a raíz de la información aportada por Carlos Chiara Díaz cuando presenciaba su propia sepultura. Ambos fueron señalados por un abuso en la utilización de fondos públicos a través de los viáticos.

Por estas horas Mizawak tiene el voto de oro. El que definirá la elección de su sucesor. Según reconstruyó Página Judicial, el STJ y la elección del 30 de noviembre está dividida de la siguiente manera: por un lado aparece la candidatura de Emilio Castrillón, integrante de la Sala Civil y Comercial, que cuenta con el apoyo de Susana Medina de Rizzo, Bernardo Salduna y Juan Ramón Smaldone. Por el otro, la candidatura de Germán Carlomagno, de la Sala del Trabajo. A éste cuenta lo apuntalan Daniel Carubia, Miguel Ángel Giorgio y Leonor Pañeda. Es el cuadro de situación actual, siempre atado a variables.

Las dos candidaturas son bien diferentes. De personalidades diferentes. Castrillón ha sido uno de los vocales más polémicos por hechos que protagonizó y a los que se involucró, pero también por declaraciones y posicionamientos. El último fue por el caso Micaela García. El 11 de abril pasado, declaró en una radio: “Desde el 2006 a la fecha, en los pedidos de conmutación de pena por delitos sexuales, que los decide el pleno, el resultado ha sido ocho a uno. El único que votó en contra fui yo”.

A Carlomagno, por el contrario, no se le conoce declaración pública. Quizás eso sea parte de su capital. Castrillón, a diferencia de su competidor directo, ha manifestado que quiere ser. Lo único que los une es que a ambos los designó Jorge Busti.