Tres pericias y final incierto en el robo al estudio jurídico de Pagliotto

07/08/2017

Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Pasó hace más de un año. En rigor el 22 de febrero. El estudio jurídico ubicado en calle Laprida 420 que integraban Rubén Pagliotto, Iván Vernengo y Jaime Martínez Garbino fue asaltado por desconocidos. Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Pasó hace más de un


Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial


Pasó hace más de un año. En rigor el 22 de febrero. El estudio jurídico ubicado en calle Laprida 420 que integraban Rubén Pagliotto, Iván Vernengo y Jaime Martínez Garbino fue asaltado por desconocidos.

El hecho ocurrió un sábado por la noche. Llamó la atención, porque el buffet está en una zona donde funcionan varias oficinas públicas y a escasos metros del estacionamiento de la Jefatura Central de Policía, que cuenta con custodia permanente. Personas desconocidas revolvieron papeles, revisaron cajones y sustrajeron documentos vinculados con las causas por corrupción política que lleva adelante Pagliotto.

Al hecho, rápidamente, se lo puso en contexto. Por esos días Pagliotto era noticia en los medios por patrocinar denuncias contra funcionarios y, la más importante, sobre el ex gobernador Sergio Urribarri y su entorno familiar.

Pagliotto brindó una conferencia de prensa en el Salón Lucio Dato del Colegio de Abogados y dio detalles de cómo había encontrado el estudio: todo revuelto y con la puerta de entrada forzada. También contó acerca de los que se llevaron los vándalos, como documentación sobre causas de corrupción y un informe reservado sobre el narcotráfico en la provincia, incluso con información sobre algunos integrantes de la banda de Los Monos que indicaba que “habrían estado refugiados en Entre Ríos cuando los buscaban en todo el país”.

Pagliotto estuvo acompañado por Vernengo y su colega, aunque de otro estudio, Guillermo Mulet, con quien patrocinan algunas causas de interés público.

Lo cierto es que el hecho causó escozor por las características mafiosas. Se avanzó en pericias que a la fecha no han podido dilucidar la forma en que se ingresó al estudio jurídico. Por entonces la polémica giró en torno a si la puerta de entrada se había forzado de adentro o de afuera.

Según el legajo, al que tuvo acceso Página Judicial, con material fotográfico y videos se hicieron tres pericias para determinar el ingreso de los vándalos. Una se realizó en Paraná y dio que la puerta se abrió desde adentro. Este dato fue advertido por Mulet en la conferencia al decir que había un sector de la Policía que podía llegar a pergeñar una maniobra para hacer quedar el hecho como un autoatentado. “Soy amigo de (el ex subjefe de Policía, Juan Ramón) Rosatelli, lo asesoré durante ocho años y, por lo tanto, conozco gente de la fuerza. Un policía me advirtió que hay una operación para hacer creer que esto fue un autorrobo y que la puerta fue abierta desde adentro”, denunció. El fiscal Gervasio Labriola llamó a declarar a Rosatelli, quien se desentendió del tema, según su declaración del 28 de marzo del año pasado.

Se hicieron dos pericias más. Una en Córdoba y otra en Capital Federal. Las dos dieron que la puerta habría sido forzada desde afuera. Por otro lado, las huellas dactilares obtenidas fueron sometidas al Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad (Sibios), que tiene como fin “contribuir a la comprobación idónea y oportuna en materia de identificación de personas y rastros”. En el cotejo no surgió ninguna información.

El hecho está caratulado como un robo simple con autores desconocidos. En esos días, la política se conmovió con el suceso. Desde la oposición se solidarizaron con los abogados atacados. En el gobierno provincial hubo silencio. Pagliotto reconoció que el único que se solidarizó fue el vicegobernador, Adán Bahl.