Gastaldi, el escribano de los fraudes que sigue batallando en la Justicia
21/06/2017
Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial El ex Escribano Mayor de Gobierno de la provincia recibió un revés. Una mala después de una gran noticia, cuando la Cámara de Casación le bajó la pena de cuatro años de presión efectiva a tres años condicional. No obstante, Francisco Gastaldi fue por más e interpuso
Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial
El ex Escribano Mayor de Gobierno de la provincia recibió un revés. Una mala después de una gran noticia, cuando la Cámara de Casación le bajó la pena de cuatro años de presión efectiva a tres años condicional. No obstante, Francisco Gastaldi fue por más e interpuso un recurso extraordinario de impugnación de la pena, que se rechazó el 14 de junio pasado, según supo Página Judicial (ver Adjunto).
El ex funcionario provincial, oriundo de Gualeguay, fue condenado por fraguar documentos públicos y quedarse con propiedades del hacendado Héctor Alfredo Ascar. Francisco Gregorio Gastaldi, hijo, y Jorge Mario Rodríguez, fueron quienes se pusieron al frente de una maniobra financiera para que todos los bienes del hacendado quedaran fuera de la herencia de su hija Rosa Argentina Ahibe. El fideicomiso incorporaba 37 inmuebles, en su gran mayoría rurales, con excepción de tres inmuebles urbanos, como surge del detalle del “Contrato de Fideicomiso Productivo Sujeto a Plazo”.
La Cámara de Casación, integrada por Elisa Zilli, Marcela Davite y Hugo Perotti, entendió que la condena era punitivamente excesiva, pero justificó su revocatoria en que la situación es reversible al momento en que el condenado, para decirlo de una manera coloquial, puede devolver los bienes que se adjudicó ilegalmente. Pesaban sobre Gastaldi la comisión de los delitos de estafa y falsificación de un instrumento público. Hasta ahora no irá a la cárcel.
La experiencia judicial por la que atraviesa el ex intendente de Gualeguay y hombre que certificó durante años los actos de gobierno tuvo su prólogo en el año 2000. Florindo Cuevas, de la ciudad de Gualeguaychú, durante sus últimos días de vida tras el padecimiento de una enfermedad terminal, cedió sus bienes a un tal Alfredo Antonio Chamot. Esa cesión la hizo a través del escribano Gastaldi. Pero resulta que familiares de Cuevas vieron en ese acto indicios de una posible estafa y decidieron transitar la vía judicial para atacar esa cesión tipificada como posible delito de “uso de documento público falso en concurso con estafa procesal”.
La Justicia en todas las instancias les dio la razón a los familiares estafados por Chamot y el funcionario público, sin embargo ambos siguieron hasta las últimas consecuencias. El 6 de 2015, con la causa anterior ya avanzada, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) calificó de “falsedad ideológica” la Escritura Pública Nº 59 de fecha 26 de junio del 2000 y Chamot tuvo que devolver esos bienes e integrar el sucesorio del fallecido. En esta causa había también una acción penal que prescribió. El fallo lo firmaron los vocales Leonor Pañeda y Juan Ramón Smaldone. En el caso de Emilio Castrillón, se abstuvo.
Otra
En el 2000 apareció en el buffet de Juan Maya, Teresa Nancy Urrels, una chica que estaba anotada como hija de Eleuterio Urrels y Teresa Morales, pero decía ser hija de un tal Ángel José Nazar. Inmediatamente se inició una demanda de filiación que le fue favorable y Teresa Nancy Urrels pasó a llamarse Teresa Nancy Nazar.
Nazar era dueño de un patrimonio de tres mil hectáreas y dos mil cabezas de ganado en la zona de Medanos, una localidad ubicada a mitad de camino entre Ceibas y Gualeguay.
Cuando Teresa concurre a la sucesión de Nazar, que había fallecido en 1993, se encuentra que sólo existía una parcela de 32 hectáreas. Su patrimonio había sido transferido un año antes a una Sociedad Anónima llamada Santa Teresita, en la que figuraban como socios Nazar, con un 98 por ciento de los bienes, y un criado con el 2, según pudo reconstruir Página Judicial. El escribano que constituyó la sociedad resultó ser Gastaldi.
Nazar además de la constitución societaria, había hecho una transferencia de acciones en favor de Julio Alberto Nazzar y Lionel Julián Nazzar, hermanos del marido de su sobrina Aurora Nélida Nazar de Nazzar. Aclaración: los Nazar (con una z) eran de Medanos y los otros Nazzar (con dos z) eran de Gualeguaychú.
El proceso fue largo, pero después de ocho años de idas y vueltas en los tribunales, Maya logró “voltear” todas las transferencias que se habían hecho a Santa Teresita dos sociedades para que su defendida, Teresa Nazar, pueda hacerse de los bienes que le corresponden como heredera. Al juicio de simulación y fraude no solo lo ganó en todas las instancias, sino que a la contraparte le rechazaron un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia.
En 2013, Maya, con la sentencia en mano y ya hecho el inventario de los bienes en la sucesión de Nazar se encontró con una sorpresa: los bienes inventariados en el sucesorio que debían figurar en el Registro de la Propiedad a nombre de la Sociedad Anónima habían sido transferidos por el titular de la misma (Miguel Nazzar, un cesionario de Julio y Lionel) para desviarlos de la sucesión mediante una maniobra documental y un contrato de fideicomiso pergeñado por Laura Gastaldi, hija del ex Escribano Mayor de Gobierno y adscripta a su padre en el Registro Número 11 de Gualeguay. Todo fue realizado a sabiendas de que el acto de disposición se realizaba en fraude a la ley y en desobediencia a lo que dictaminaban tres instancias en los tribunales.