Allanaron un sindicato y se sospecha sobre un negocio millonario

21/03/2017

Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial De la denuncia pública se pasó a la investigación judicial. Sin embargo, una no está atada a la otra. Mientras el diputado Alejandro Bahler se hacía eco de reclamos de un grupo de enfermeras de Concordia a quienes se les hacen descuentos importantes en sus recibos de


Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicia
l

De la denuncia pública se pasó a la investigación judicial. Sin embargo, una no está atada a la otra. Mientras el diputado Alejandro Bahler se hacía eco de reclamos de un grupo de enfermeras de Concordia a quienes se les hacen descuentos importantes en sus recibos de sueldo por parte del Sindicato Único de Trabajadores de la Salud de Entre Ríos (Sutser), a la Procuración General comenzaron a llegar notificaciones del interior de la provincia por afiliaciones truchas por parte del mismo gremio.

Las presentaciones que se hicieron en algunas ciudades de la provincia recayeron en la fiscalía a cargo de Ignacio Aramberry, porque es en Paraná donde funciona el sindicato y se certifican las afiliaciones, supuestamente, sin el consentimiento de los trabajadores.

El fiscal comenzó a investigar y, para eso, intentó en varias oportunidades obtener las planillas de afiliados y periciar las firmas, pero esa información no le fue concedida, por lo que no le quedó más remedio que allanar la sede sindical de calle La Paz 131, según supo Página Judicial. Esto ocurrió el jueves 16 de marzo pasado.

La cuestión de las afiliaciones aparece como la punta del icerberg. Se sospecha que detrás puede aparecer un negocio millonario con aval estatal.

El gremio fue creado en abril de 2008 con el objetivo de “cambiar la realidad de los trabajadores, recuperar la dignidad y mejorar sustancialmente las condiciones laborales”. Así lo explica el propio sindicato en su página web, que a la vez sorprende al internauta con la Radio Compacto (94.1), que empieza a sonar al mismo momento en que se ingresa al sitio.

En su presentación, el Sutser se jacta de tener el reconocimiento del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación como asociación sindical de primer grado. “La distinción nacional nos permitió aplicar el código de descuento para hacer crecer al Sutser en toda la provincia”, dice en las primeras líneas.

Los códigos de descuento son autorizados por el Poder Ejecutivo provincial. Se trata de un mecanismo codiciado que genera fondos sin riesgos. Las mutuales hicieron fortunas siderales con este sistema. Fueron, además, quienes provocaron, en parte, la debacle de Sidecreer. La tarjeta creada durante el gobierno de Sergio Montiel supo tener el monopolio del código de descuento. Luego se amplió el negocio a las mutuales. Ante denuncias públicas y judiciales que se hicieron en torno al desmanejo de la firma estatal en los últimos gobiernos, Gustavo Bordet dio de baja ese sistema.

En los recibos de sueldos de los trabajadores de la salud aparecen descuentos de entre 500 y 800 pesos por parte del Sutser, pero también por otros sindicatos como la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), conducido por José Allende. Cualquier conflicto gremial o de intereses que pulule en el ámbito de la salud se le adjudica al diputado provincial. No es para menos, él mismo se ha jactado públicamente de tener injerencia en ese terreno y de haber puesto a Ariel De la Rosa al frente del Ministerio de Salud de la provincia.

descuento_sutser.jpg

Los afiliados al Sutser cuentan con una importante lista de beneficios, entre ellos, la cobertura en caso de que exista un reclamo de un paciente por mala praxis. En el sitio web, prolijamente diseñado, no aparece ninguna de las autoridades. La secretaria general es Fabiana Arquiel. La última noticia que se conoce en la Sección Prensa, por ejemplo, se remonta al miércoles 11 de noviembre de 2015, en donde se recuerda el Día Mundial de la Diabetes.

Muchos de los afiliados se han presentado sin suerte en la sede gremial para presentar una nota de desafiliación. Pero allí suele no haber nadie.