“Alfonzo estuvo en este servicio con todos los gobiernos”

23/02/2017

De la Redacción de Página Judicial Fue la monja Martha Pelloni quien expuso el caso a nivel nacional, hace dos años, en una entrevista donde explicitó las complicidades del poder político con una red de trata de personas con fines de explotación sexual en Entre Ríos. Este jueves hizo una filosa declaración en el juicio


De la Redacción de Página Judicial

Fue la monja Martha Pelloni quien expuso el caso a nivel nacional, hace dos años, en una entrevista donde explicitó las complicidades del poder político con una red de trata de personas con fines de explotación sexual en Entre Ríos.

Este jueves hizo una filosa declaración en el juicio que se le sigue al publicista, autopostulado “periodista” y locutor Gustavo Darío Alfonzo, en la que habló de “una historia de poder, política, prostitución y trata donde esta chica quedó enredada, probablemente, junto a otras chicas”.

“Yo repito lo que dijo la señora”, aclaró Pelloni en referencia a la exposición que hizo María Cristina Escobar, la madre de la víctima, en un congreso binacional de lucha contra la trata de personas y la violencia de género.

La religiosa contó que en aquel foro la madre de la víctima “nombró a (Enrique) Cresto, que en ese momento era senador; al hijo del gobernador en ese momento (Mauro Urribarri); y también mencionó al del Copnaf, que era (Fernando) Rouger, donde este señor era el jefe. Esos son los nombres clave” en la historia.

Por supuesto que también mencionó a Alfonzo, acusado por el delito de trata de personas, en la modalidad de captación, recepción y traslado de una menor de edad, con fines de explotación sexual, agravado por el abuso de la situación de vulnerabilidad de la víctima y por haberse consumado la explotación. Según dijo, la madre de la víctima lo nombró como “el que le ofreció trabajo a su hija vendiendo entradas anticipadas para un boliche, porque era como que este señor trabajaba haciendo propaganda con chicas a las que les daba distintos oficios y ofrecimientos, pero lo que había de fondo era el tema de la prostitución”.

La religiosa agregó que “Alfonzo ha estado en este servicio, digamos servicio, con todos los gobiernos, no es sólo del gobierno de (Sergio) Urribarri”; aseguró que el “servicio” que ofrecía el acusado era de “prostitución vip”, dijo haber escuchado de “cuarenta víctimas” y dejó entrever que los clientes eran “peces gordos”.

Asimismo, se lamentó de que “en las instituciones del Estado se nombre a funcionarios con una calidad ética que no existe”.

La historia se conoció el 30 de octubre de 2014, luego de que la joven de 16 años fuera rescatada del departamento que alquilaba Alfonzo. Ese día su madre se presentó en la Comisaría del Menor y la Mujer de Concordia para denunciar que la adolescente llevaba veinte días cautiva en un dúplex en calle Monseñor Rösch 3523, departamento “B”. Alfonzo la tenía retenida contra su voluntad, amenazada, bajo los efectos de sustancias, obligándola a tener relaciones sexuales con hombres por dinero en el departamento y en otros lugares y a ver cómo él mismo tenía relaciones con su novia.

En su declaración ante el tribunal, la monja Pelloni dijo que le llamaba la atención “que no se hiciera un allanamiento” del departamento que ocupaba Alfonzo el día en que fue rescatada la víctima, y apuntó otra vez hacia las redes de protección. “La connivencia policial, judicial y política es algo común”, dijo luego.

“Aquí hubo una historia de poder, política, prostitución y trata, donde la chica quedó enredada, probablemente, junto a otras chicas. Ese es el común denominador de los temas de trata cuando son invisibilizados, porque detrás hay siempre una connivencia de la Policía, de la Justicia, en este caso del fiscal que le dijo a la señora que no se podía meter en eso porque le iba a ir mal, que su hija tenía 16 años, estaba drogada y que nadie iba a creerle”, enfatizó la religiosa en otro tramo de su declaración. El fiscal aludido es Darío Mautone, que tuvo la causa en los primeros días.

La religiosa pidió “que se haga justicia” y lo hizo apelando a una de esas verdades de la calle: “Cuando hay que condenar a un hombre pobre por violación, va preso enseguida, pero cuando hay funcionarios involucrados no se hace justicia. Ojalá pueda haber justicia en este caso porque son peces gordos”, concluyó.