Bioletti, a un paso de la cárcel
13/02/2017
Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial La Cámara Federal de Casación Penal rechazó el último recurso de apelación y el empresario Vicente Jesús Bioletti quedó a un paso de ser detenido por haber “prestado” una casa-quinta de su propiedad para montar un laboratorio clandestino de cocaína en Paraná. Juan Cruz Varela De
Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial
La Cámara Federal de Casación Penal rechazó el último recurso de apelación y el empresario Vicente Jesús Bioletti quedó a un paso de ser detenido por haber “prestado” una casa-quinta de su propiedad para montar un laboratorio clandestino de cocaína en Paraná.
El empresario permanece en libertad por disposición de la justicia; pero ahora que el máximo tribunal penal del país ratificó la condena de seis años de prisión por el delito facilitación de un lugar para instalar una cocina de cocaína, que se descubrió por casualidad –tras la caída de una avioneta en el campo–, en agosto de 2011, debería ser detenido.
Los jueces Gustavo Hornos, Juan Carlos Gemignani y Mariano Borinsky señalaron que al momento de establecer la pena de seis años de prisión y 1.800 pesos de multa el tribunal de juicio tuvo en cuenta el peligro para la salud que implica volcar al mercado semejante cantidad de droga; la edad de Bioletti (57 años, en ese momento), “lo que revela un importante grado de madurez que debió haberse traducido en una mayor capacidad de comprensión y voluntad a la hora de desarrollar la conducta delictiva”; el hecho de que tiene “una situación económica estable” (declaró ingresos de entre 50.000 y 60.000 pesos mensuales); y el “nivel sociocultural” del empresario.
También señalaron que al momento de establecer la pena el tribunal de juicio tuvo en cuenta “la magnitud del injusto causado”, es decir, que “se secuestró del lugar que el condenado facilitó una gran cantidad de pasta base de cocaína, la sustancia en estado previo a ser transformada en clorhidrato de cocaína; y también de clorhidrato de cocaína en condiciones de ser introducidas al circuito ilegal de comercialización”, tal lo expuesto en el fallo del 28 de diciembre del año pasado y que se publica adjunto.
Cuando la Policía allanó el lugar encontró 26,7 kilos de clorhidrato de cocaína y 3,5 kilos de pasta base de cocaína; también 134 kilos de material de corte (creatina, lactosa, dipirona, manitol) y 80 litros de acetona (un precursor químico que se utiliza en el proceso de producción de cocaína). En una especie de galpón, a unos quinientos metros del casco principal, había una infraestructura para la elaboración de estupefacientes: un quemador industrial, lámparas infrarrojas, coladores, espátulas, moldes, bolsas de nylon, guantes, barbijos, cintas de embalar y balanzas, entre otros elementos.
Por el hecho también fueron condenados José Roberto Sterz, alias El Viejo, que recibió una pena de diez años de prisión, como cabecilla de la organización y encargado de la fabricación de la cocaína y recientemente recibió el beneficio de las salidas socio-laborales y socio-familiares; y Ramón Ángel Palavecino, el cuidador del campo, a quien se le atribuyó el mismo delito que Bioletti pero como partícipe secundario, por lo que recibió una pena de prisión condicional. Esto ocurrió en el año 2013. Dos años después también fue condenado Claudio Pascual Luna, lugarteniente de Sterz, a diez años de cárcel.
Sin embargo, después de esa condena la causa entró en un engorroso proceso de revisión: primero, un tribunal de casación confirmó las condenas, pero ordenó revisar las penas por considerar que la sentencia no tenía una fundamentación de cómo llegaron los jueces habían llegado a esos montos; entonces un tribunal ad-hoc dictó una nueva sentencia e impuso las mismas penas, aunque dio otros argumentos, que también fueron cuestionados por los defensores.
Resuelta ya la condena de Bioletti, los defensores Julio Federik y Leopoldo Lambruschini habían solicitado que se le impusiera una pena de prisión condicional. Pero el tribunal de casación destacó que “la sanción impuesta no implicó una respuesta punitiva irracional ni ha vulnerado los principios constitucionales de proporcionalidad y culpabilidad que deben regir al momento de imponer una pena privativa de libertad”.
En agosto del año pasado, un tribunal de casación rechazó las apelaciones, pero una semana después anuló el fallo tras admitir que había olvidado convocar a la defensa de Bioletti a exponer los argumentos por los cuales pretendía una rebaja en la pena. Así llegamos a este nuevo fallo, donde otro tribunal de casación volvió a rechazar las quejas defensistas.