Smaldone jura como abogado y se revela otra incompatibilidad

26/07/2016

Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Guillermo Smaldone jura este jueves en el Colegio de Abogados. Su nombre aparece en la lista de nuevos profesionales a la que tuvo acceso Página Judicial. El ex presidente del Tribunal de Cuentas de la provincia –con su jura– dejará en evidencia lo irregular y escandalosa que


Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial


Guillermo Smaldone jura este jueves en el Colegio de Abogados. Su nombre aparece en la lista de nuevos profesionales a la que tuvo acceso Página Judicial.

El ex presidente del Tribunal de Cuentas de la provincia –con su jura– dejará en evidencia lo irregular y escandalosa que fue su designación al frente del órgano de control, pero no en 2012, cuando asumió la presidencia, sino en 2008 cuando se hizo cargo de la Fiscalía de Cuentas Número 2 de ese organismo.

El joven abogado –si jura recién ahora– deja en evidencia que nunca ejerció la profesión. De hecho, en su pliego cuando fue designado al frente del Tribunal no dio cuenta de que hubiera ejercido.

El artículo 5 de la Ley Número 5.796, por la que se rige el organismo, exige que los miembros que lo integren tengan al menos tres años de ejercicio de la profesión o igual tiempo en la función pública en un cargo relacionado con su título. Sucede que Smaldone se recibió de abogado en 2006, según el pliego que se presentó en el Senado y al que el mismo cuerpo le dio acuerdo. Los legisladores no sacaron cuentas.

Pero tampoco sacaron otra cuenta. Otro requisito para asumir en el organismo de control está establecido en el punto dos del mismo artículo: se debe tener 30 años de edad como mínimo al momento de ser designado. Smaldone nació el 10 de enero de 1979, por lo que tenía 29 años cuando ingresó por primera vez al Tribunal de Cuentas.

En resumen: Smaldone no cumplió con el requisito de los tres años de abogado ni tenía la edad suficiente para asumir como fiscal de cuentas. Recién con la suma de los años en ese cargo y su paso al frente del Ministerio de Trabajo en 2011 le permitieron cumplir con las obligaciones de rigor. En cuanto al procedimiento, ya se sabe lo que pasó.

A la espera

Mientras se conocen estos detalles que abonan a la decadencia institucional de la provincia, sobre todo en los últimos años, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) no ha resuelto el planteo de inconstitucionalidad de Juan Carlos Arralde respecto del proceso de designación de Smaldone como presidente del Tribunal de Cuentas, que lleva más de dos años en los despachos de sus integrantes.

De los nueve vocales –en algunos casos subrogados– sólo resta el voto de la presidenta, Claudia Mizawak. Ante la mora, la negativa o la idea declarar abstracto el caso tras la renuncia de Smaldone, el peticionante recusó a Mizawak. Para analizar la recusación hubo que buscar un subrogante que complete el cuerpo. El elegido, según el procedimiento, fue el camarista Guillermo Bonabotta. Se trata de un magistrado de bajo perfil que no pertenece a la corporación judicial.

El STJ deberá resolver la cuestión. El caso involucró a los tres poderes y todo lo actuado fue cuestionado.