El ex policía federal Mazzaferri continuará detenido hasta el juicio
06/03/2016
Juan Cruz Varela Un tribunal integrado por jueces de Rosario tendrá a su cargo la realización del juicio contra el ex policía federal José Darío Mazzaferri por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar; y como primera medida, los magistrados dispusieron una prórroga de la prisión preventiva para el represor, lo que
Juan Cruz Varela
Un tribunal integrado por jueces de Rosario tendrá a su cargo la realización del juicio contra el ex policía federal José Darío Mazzaferri por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar; y como primera medida, los magistrados dispusieron una prórroga de la prisión preventiva para el represor, lo que hace presumir que continuará privado de la libertad hasta la sustanciación del debate.
Mazzaferri está acusado por cinco allanamientos ilegales de domicilios y por la privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos en perjuicio de ocho víctimas durante el año 1976 en la Delegación Concepción del Uruguay de la Policía Federal, y como integrante de una asociación ilícita, en el marco de un plan sistemático de persecución y exterminio de militantes.
Por esos hechos ya fueron condenados Julio César Rodríguez, alias Moscardón Verde, y Francisco Crescenzo, también ex policías federales, en el juicio celebrado en 2012. Por lo expuesto en esa sentencia, el abogado Guillermo Morales recusó por “prejuzgamiento” a los integrantes del Tribunal Oral Federal de Paraná, por considerar que habían emitido opinión respecto de la responsabilidad de Mazzaferri.
El defensor transcribió tramos de aquella sentencia firmada por Lilia Carnero, Noemí Berros y Roberto López Arango: al analizar la situación del Moscardón Verde, por ejemplo, el tribunal sostuvo: “Respecto a la detención de los jóvenes y su participación en los allanamientos ilegales en los que fue visto, no hay dudas; respecto a los interrogatorios sobre un mimeógrafo y torturas que padecieron en la sede de la Policía Federal donde se desempeñaba Rodríguez, acompañando a un joven oficial que mandaron desde Buenos Aires, Mazzaferri, tampoco”.
En otro tramo, incluso, es señalado directamente como integrante del grupo de tareas: “En el ámbito de esta Provincia, los ejecutores fueron elegidos según el conocimiento que de ellos tenían los jefes de áreas, así se muestran los actos ejecutivos llevados a cabo (…) en Concepción del Uruguay por el prófugo Mazzaferri. Todas estas situaciones dejan al descubierto que se empleó un modelo preordenado, por lo cual todas las acciones ilegales llevan la impronta de los productores del estándar exterminador”.
Ante ello, la Cámara Federal de Casación Penal eligió primero a un tribunal que hizo lugar a la recusación, y esta semana designó a los jueces Beatriz Caballero de Barabani, Jorge Venegas Echagüe y Otmar Paulucci, de Rosario, para intervenir en el juicio.
La primera cuestión que resolvieron los magistrados fue prorrogar por un año la prisión preventiva de Mazzaferri, tal como habían solicitado el fiscal José Ignacio Candioti y los querellantes María Isabel Caccioppoli, Marcelo Boeykens y Lucía Tejera.
Mazzaferri fue detenido en diciembre de 2013, después de permanecer prófugo desde marzo de 2009, y se encuentra alojado en la cárcel de Villa Devoto; de allí que su defensor, solicitara la excarcelación de Mazzaferri por haber pasado ya más de dos años con prisión preventiva (sin sentencia).
Sin embargo, los jueces rechazaron el planteo y extendieron la prisión preventiva por un año más, argumentando que existe “riesgo procesal”, dado que Mazzaferri estuvo prófugo con pedido de captura durante cuatro años y medio, “la complejidad de la causa y sus contingencias”. En el fallo señalaron también que la liberación automática de Mazzaferri por el mero transcurso del tiempo “no sólo pone en riesgo –frente al concreto peligro de fuga que se verifica en la especie– los fines propios del proceso sino, al mismo tiempo, el cumplimiento de la obligación que pesa sobre el Estado argentino de perseguir, investigar y sancionar adecuadamente a los responsables de los delitos que constituyen graves violaciones a los derechos humanos”.
El tribunal no dio precisiones sobre cuándo se realizará el juicio, pero se estima que no habrá dilaciones, ya que solo resta que las partes ofrezcan la prueba y testigos, como paso previo a fijar la fecha para la realización del debate.
El maestro de la picana
Mazzaferri llegó a Concepción del Uruguay en 1975, con 23 años y el grado de oficial subinspector. Enseguida quedó a cargo del área de inteligencia de la Policía Federal, que funcionaba bajo el rótulo de oficina técnica.
A partir del 24 de marzo esa estructura comenzó a operar como una estructura paralela a las actividades formales de la fuerza y desde allí se coordinaban las tareas de represión ilegal, inclusive con otras fuerzas militares y de seguridad. Mazzaferri era el jefe de esa oficina y dependía directamente del Ministerio del Interior. Lo secundaba el Moscardón Verde, y tenían alrededor de una decena de agentes a su cargo.
En el juicio celebrado en 2012, donde fueron condenados Rodríguez y Crescenzo, las víctimas dieron testimonios coincidentes respecto del rol de Mazzaferri en la represión ilegal: era quien encabezaba los operativos –a veces hasta utilizando su auto particular– e instruía a los agentes en las más terribles técnicas de tortura con picana eléctrica.
“Mazzaferri les enseñaba a torturar”, dijo Juan Carlos Romero, que estuvo secuestrado en la Policía Federal en julio de 1976. “Era el que utilizaba la picana eléctrica”, acotó Juan Carlos Rodríguez, otra de las víctimas. César Román, en tanto, contó que una noche lo sacaron del Casino de Oficiales y lo llevaron hasta una habitación en el piso superior donde vio a Carlos Martínez Paiva tirado sobre un elástico, atado de pies y manos con alambres: “Apenas entramos, Mazzaferri me apuntó con la picana y se la puso en los genitales a Martínez Paiva, que pegó un grito y se arqueó sobre la cama. Después me dijo que empiece a cantar porque me iba a hacer lo mismo”, relató.
Jorge Felguer estuvo varios días en la Policía Federal y siempre con los ojos vendados, por lo que no identificó específicamente a Mazzaferri, pero en el juicio describió sus padecimientos: “Un día me llevan por una escalera caracol, me sacan la ropa, me atan a una cama, me mojan, me golpean y empieza la picana. Uno picaneaba y otros dos se divertían aplicando nuevos métodos de submarino”, contó.
“Por la libertad con que se movía y la forma en que ejercía el poder, era quien marcaba lo que les importaba saber en los interrogatorios; y daba la impresión de que su poder llegaba hasta más arriba”, dijo Rosa Gaitán, esposa de Carlos Valente, que estuvo secuestrado en la Policía Federal y falleció antes del juicio. “Mazzaferri ha hecho atrocidades en Concepción del Uruguay”, resumió Roque Minatta en su declaración judicial.
Esos hechos serán ventilados en el juicio oral.
Fuente: El Diario.