El Procurador García saluda con sombrero ajeno
22/02/2016
Solicitada Solicitada La verdad sea dicha, no estaba dentro de nuestros planes ni prioridades, responder las declaraciones periodísticas efectuadas por el Procurador García, publicadas el día jueves 18/02, ya que las mismas exhibían escaso volumen informativo y sólo expresaban generalidades a través de frases vacías, propias de una respuesta que alguien se ve compelido a
Solicitada
La verdad sea dicha, no estaba dentro de nuestros planes ni prioridades, responder las declaraciones periodísticas efectuadas por el Procurador García, publicadas el día jueves 18/02, ya que las mismas exhibían escaso volumen informativo y sólo expresaban generalidades a través de frases vacías, propias de una respuesta que alguien se ve compelido a dar frente a la realidad inexorable de los hechos. Pero las mismas no pueden (ni deben) escindirse del comunicado que el mismo funcionario hizo circular por los medios dos semanas antes (05/02), a través del cual intentó -no creemos que lo haya logrado- aclarar “informaciones inexactas“ y, a la par, destacar que para la Procuración, “los delitos de corrupción son prioritarios”. Pero, fuerza es decirlo, a esta altura de las circunstancias ya no podemos ni debemos guardar silencio ante mensajes insinceros, que no se ajustan a la verdad ni están motivados en la buena fe. Hacerlo, sería lisa y llanamente sumar un elemento más a la confusión y desazón de la gran mayoría de los entrerrianos, ingresando a un terreno de la complicidad que no está en nuestra naturaleza. No para satisfacer egos personales ni generar polémicas superestructurales entre abogados, que poco o nada interesan al ciudadano de a pie, sino para que la población en su conjunto, destinataria principal de estos mensajes, no sea mal, mendaz y sesgadamente informada (o desinformada, según cómo se lo mire).
Seremos muy breves para no saturar al lector. Vayamos al punto:
1.- Falta supinamente a la verdad el Procurador García cuando atribuye al organismo que conduce, el haber llevado adelante las investigaciones de las causas que menciona e individualiza en el comunicado de prensa del día 05/12/2016, puesto que sino todas, la gran mayoría de esas investigaciones, fueron iniciadas y promovidas a instancias de la desaparecida Fiscalía de Investigaciones Administrativas de la provincia de Entre Ríos (FIA), que uno de los que suscribimos este comunicado integró en calidad de Fiscal Adjunto. Y aunque esas causas hubieran sido abiertas a instancias del Ministerio Público Fiscal, por aquellos años el Procurador García ocupaba otros lugares y no el de acusador público que ostenta en la actualidad. Incluso, exhala tanta necesidad de protagonismo el autor del comunicado, que tiene la osadía de hablar en nombre del Poder Judicial de Entre Ríos, en una actitud de neto corte bonapartista (no por el parecido físico con el mítico emperador, sino por la concentración de poder que exhibe).
2.- Lo que no dice el Procurador García, acaso porque no habla muy bien de él en cuanto a la prioridad que han tenido en su ejercicio funcional las causas de corrupción política, es que en dos de ellas muy emblemáticas, como la del ex vicegobernador Domingo Daniel Rossi y la del ex Secretario de Reforma del Estado Oscar Mori en las que actuó como integrante del tribunal de juicio, solicitó en lugar de penas de prisión de cumplimiento efectivo, condenas condicionales que, por ser tales, no conllevan el encierro en una unidad carcelaria. Y, para peor de males, en la causa en que se Juzgó al mítico “Pacha” Mori, el fiscal de causa, doctor José María Chemez, solicitó la pena de tres años y seis meses de cumplimiento efectivo (encierro carcelario), y siendo primer voto el actual Procurador, falló por una pena de tres (3) años de ejecución condicional. Aclaramos, por si acaso algún garantista de ocasión se molesta, que el fallo comandado por García en aquella oportunidad, no ha violado ninguna regla ni ley, pero convengamos que en otros casos tan graves como los de corrupción, se lo ha visto actuar de modo impiadoso para con los imputados; aunque, quede claro, en esos otros no se juzgaba a personajes del poder político, sean funcionares del poder ejecutivo o legisladores. Salvo el caso reciente en que se investiga el meteórico y sideral crecimiento económico del contador Martín Fernández, gerente general del Instituto Autárquico Provincial del Seguro (ratificado por el gobernador Bordet a pesar de estar imputado), que sepamos nosotros (podemos equivocarnos), ningún otro ha sido instado o promovido por instrucciones del Procurador ni ha formado –colegimos por ciertos comportamientos concretos del High Sheriff (por el cargo, claro)– parte de los desvelos existenciales del doctor García.
3.- Tampoco es cierto que para la Procuración General sean prioritarios los delitos de corrupción. Porque si así fuera, no se entiende la inexcusable lentitud –y disimulado desinterés– en causas de gran incidencia y afectación del patrimonio social como la del supuesto enriquecimiento del sempiterno Diputado José Ángel Allende (con más la de desvíos de fondos públicos hacia una Fundación manejada por sus familiares directos), o la del Ex Senador y Embajador en Cuba, Raúl Taleb (promovida por una denuncia del ex Diputado Nacional Rodolfo Parente en el año 2003), o el mutismo absoluto que rodea la causa en la que se investiga el desvío de fondos por parte del ex Administrador de Vialidad Provincial Jorge Rodríguez (premiado hace pocos días por Bordet en el cargo de subinterventor del EPRE) y ni qué hablar de la denuncia efectuada por uno de los autores de esta nota contra el ex jardinero presidencial de apellido Barreiro, donde la fiscal actuante, acaso siguiendo expresas y precisas ordenes de su jefe máximo, sólo requirió por el delito de falsedad ideológica, cuando en puridad jurídico dogmática, la conducta de este “insigne” ciudadano patagónico, ocupaba mayor superficie de culpabilidad en el injusto de las negociaciones incompatibles con la función pública, figura que cerrilmente y sin dar un solo argumento serio, desechó la obediente fiscal, a quien le fue derivada la investigación de esta causa.
4.- Párrafo aparte en lo que a prioridades de la Procuración refiere, merece la causa en la que se encuentran denunciados e imputados, entre otros, los ex Ministros de Producción y de Economía, Roberto Schunk y Diego Valiero, respectivamente. En esa causa (la de las Cosechadoras del Grupo Senor) si se ha avanzado algo, justo es decirlo, es por el perseverante seguimiento y tenacidad del denunciante y por la valiente actitud de la juez que lleva la causa (Juzgado de Transición Nº 2), quien exhibe –para preocupación de los corruptos con poder– una conducta funcional de absoluta independencia, un impecable y encomiable profesionalismo y una firme voluntad de ser implacable con estos delitos de cuello blanco que, salvo escasas y honrosas excepciones, no han sido la preocupación mayor de fiscales y jueces en toda la República Argentina. Y así estamos!!!! En esta causa sucedió de todo y sucederán muchas cosas más. Quizás, si el tamaño de los atributos viriles del fiscal es el adecuado al nivel de los denunciados y a la gravedad de la defraudación pesquisada, el mismísimo ex Gobernador Urribarri, el actual Fiscal de Estado Rodríguez Signes y el propio ex Contador General de la Provincia de aquellos años de plata dulce, descontrolada y abundante, sean llamados en calidad de imputados a prestar declaración indagatoria. No existen motivos como para no hacerlo, sino antes bien, sobran motivaciones de hecho y de derecho para que así lo hagan más temprano que tarde estos funcionarios aludidos.
5.- En orden a ser intelectualmente honestos, diremos que las declaraciones del señor Procurador General, saben más a excusas de ocasión que a concretas realidades demostrables. Insistiremos porque nos sobran ejemplos, que jamás fue, ni es ni será prioridad de este Procurador General, incomodar con investigaciones serias y profundas a los hombres del poder. Al menos –es obvio– hasta que los funcionarios sospechados lo pierdan y con ello se disipen y eviten momentos de tensión o dificultades que le traigan cierta conmoción y dificultades al propio García o a algunos de sus más directos allegados. La subordinación a los poderes fácticos es ostensible y patética. Y prueba irrefutable de ello es la falta de acciones concretas contra los actos de corruptela, que abundan por doquier en todos los meandros de los organismos públicos, incluidos los tres poderes del Estado Provincial.
6.- Y algo más que pone al descubierto su desinterés por combatir la corrupción y de que los delitos de esta especie NO SON PRIORIDAD de la Procuración, reiteramos, es haber hecho caso omiso a la creación de la Fiscalía Anticorrupción que imperativamente dispone el Artículo 208º de la Constitución Provincial. No es sólo una irresponsabilidad y falta imputable al “Chefankläger” (Fiscal Jefe) entrerriano, sino a los responsables del P.E. y a la totalidad de los Legisladores.
7.- Es una verdad de Perogrullo, por ende irrelevante como justificación de lo que no se hace, cuando en su declaración periodística afirma lo que va de suyo: respetar el debido proceso, los derechos de defensa y la presunción de inocencia de los imputados, así como todas las garantías que dimanan de la Constitución Nacional y las Convenciones y Pactos Internacionales en la materia. Eso es obvio y nadie –en su sano juicio– osaría pretender que no se garanticen a los ciudadanos esas normas en favor del imputado, que son el producto de un admirable avance civilizatorio y de un jus-humanismo del que no se retrocederá jamás. Nos parece que el Procurador, quizás compelido por requerimientos cada vez mayores y contundentes de los entrerrianos de terminar con tantos años de impunidad y subordinación del servicio de justicia al poder político de turno, echó mano a estos argumentos baladíes y rústicos que nadie, absolutamente, ha controvertido, ni intentaría hacerlo. Recuerde Señor Procurador General que nunca terminó de dar razones de peso acerca de las escuchas telefónicas que sufrieron varios colegas penalistas, lo que obligó al pleno del Instituto de Derecho Penal, Procesal Penal y Criminología del CAER, a salir con declaraciones públicas muy fuertes, incluso a responder a ponderaciones de su parte que, demostraban sin rubor, cierta discrecionalidad de esa Procuración, que atentaba (y atenta) contra la igualdad de arma de las partes del proceso. O los atropellos a las más primarias garantías procesales, que fueron llevadas adelante por el organismo bajo se responsabilidad, en causas de gran resonancia que se juzgaron en los últimos tiempos. Entonces, señor Procurador, a la hora de hablar, tengamos más cuidado y seamos conscientes de nuestras acciones anteriores, ya que, como reza el refrán catalán, “la verdad de cada persona, se encuentra en sus hechos”.
8.- No pretenda señor Procurador endilgarle a nadie tratar a los funcionarios sospechados de corrupción como enemigos en lugar de ciudadanos. Acaso se esté mirando al espejo y éste le devuelva –despiadadamente– su propia mala conciencia. Nadie más que usted es responsable de haber propalado en las cátedras a su cargo y formado a jóvenes abogados inexpertos con los despojos ideológicos residuales de un funcionalismo sistémico –por suerte muy minoritario para el estado constitucional de derecho y los justiciables– que abrevó primigeniamente en la Escuela Alemana de Kiel (Carl Schmitt) y que es el creador a través de su máximo exponente Günther Jakobs, del llamado Derecho Penal del Enemigo, cuando en rigor debiera llamarse –como con lucidez ironizaban juristas de gran reconocimiento– Los Enemigos del Derecho Penal. Es imposible acceder a un puesto de Fiscal en esta provincia, si el aspirante antes no pasó por el posgrado –que no es gratuito, por cierto– que dicta el Jefe de los Fiscales, con lo cual el pretenso repudio que hoy parece insinuar contra estas teorías germanófilas, se parecen más a una estrategia oportunista de su parte que a una sincera autocrítica. No será usted precisamente quien pretenda poner cátedra sobre la connotación jurídica de un derecho de ciudadanos garante de elementales derechos humanos, cuando quienes suscribimos esta respuesta, hemos participado de la gran mayoría de causas de gatillo fácil, desapariciones de personas y juzgamiento de crímenes de lesa humanidad, siempre del lado de las víctimas.
10.- Doctor García, usted tiene el berretín –deformación ideológica y de la condición humana– de ser extremadamente duro con los débiles e increíblemente débil con los poderosos. Demuéstrenos lo contrario y le juramos como caballeros que somos, que trataremos de ayudarlo. Porque hasta ahora, a juzgar por los resultados concretos, la gestión de su organismo es un rotundo fracaso. No tiene una Procuración de nivel, ni siquiera se conocen los lineamientos de política criminal de su gestión, seguramente por carecer de ella. La gran mayoría de sus fiscales son inexpertos, temerosos, y carecen de vocación y pasión investigativas. No tienen respuestas ni iniciativas para delitos de mayor complejidad ni cuentan tampoco –justo es decirlo– con recursos materiales y humanos auxiliares, necesarios para lograr efectividad y resultados óptimos. Son taciturnos habitantes de biblioteca, empachados hasta el empalagamiento de teorías complejas y que no sirven para tocarle un pelo al más ramplón de los delincuentes. La procuraduría así no sirve, más allá de que no es la batalla contra corrupción prioritaria para el organismo. La mayoría de las causas que no son delitos contra la propiedad graves, homicidios o de connotaciones sexuales, terminan archivadas.-Si no, lo invitamos a que concurra a las reuniones de las comisiones vecinales, lo que nada mal le vendría tanto a usted como a sus fiscales.
11.- Claro que es cierto que «las convenciones internacionales de Derechos Humanos contra la corrupción dicen: que la corrupción económico-política, es deletérea (nefasta) para la democracia”. Pero siendo así, su organismo está, hace rato, en falta. Y en falta grave e inexcusable con cada uno de los ciudadanos de esta provincia que contribuimos para pagar los elevados sueldos de todos quienes integran la Procuración General de la Provincia, por lo que se les (y nos) debe una respuesta inmediata. Pero no con palabras rebuscadas o frases vacías que en rigor edulcoran enunciados mentirosos e interesados, sino con acciones concretas, conductas ejemplares, firmeza investigativa, absoluta independencia del poder político, coraje cívico, convicciones republicanas por sobres conveniencias subalternas y personales. En una palabra, honrar el cargo y merecérselo todos los días.
Una vez más doctor García: la CORRUPCION MATA!!! Evitemos más muertes evitables. Castiguemos con toda firmeza y rigor a quienes saquean y malversan los dineros públicos y condenan a los hospitales a no tener remedios ni equipamientos adecuados o servicios completos; a las escuelas a tener docentes mal pagos, instalaciones ruinosas y que la educación sea de mala calidad; a la seguridad a que sus efectivos reciban salarios miserables y por esa paga exigua todos los días tengan que arriesgar la vida; a nuestros niños desnutridos a morir de hambre impúdicamente en un país que produce alimentos para más de 400 millones de personas o los que sobrevivan sean retrasados mentales; a nuestros viejos a tener que pasar sus últimos años miserablemente; a nuestras universidades e investigadores a carecer de recursos de todo tipo, atrasando las posibilidades de saltos tecnológicos, descubrimiento de la ciencia médica, preparación de futuros profesionales, por citar algunas connotaciones negativas de este flagelo.
Nada más oportuno en la ocasión que citar aquella antigua frase tan contundente que dice: “No digas lo que no debes, y no oirás lo que no quieres”. Fue usted Procurador García el que quizás esté oyendo lo que no quiere (i.e., ni desea) oír por haber dicho lo que no debía (ni podía).
Rubén A. PAGLIOTTO
D.N.I 14.305.119
Guillermo R. MULET
D.N.I. 21.733.021