Casación designó al tribunal que juzgará al ex policía Mazzaferri
06/02/2016
Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial Un tribunal santafesino juzgará al ex policía federal José Darío Mazzaferri en la causa por delitos de lesa humanidad. Así lo resolvió la Cámara Federal de Casación Penal a raíz de la excusación de los integrantes del Tribunal Oral Federal de Paraná. Juan Cruz Varela De
Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial
Un tribunal santafesino juzgará al ex policía federal José Darío Mazzaferri en la causa por delitos de lesa humanidad. Así lo resolvió la Cámara Federal de Casación Penal a raíz de la excusación de los integrantes del Tribunal Oral Federal de Paraná.
A través de la Resolución Número 06/2016, fueron designados José María Escobar Cello, de la ciudad de Santa Fe, Omar Digerónimo y Luciano Lauría, de Rosario, según pudo saber Página Judicial. La disposición está fechada el viernes, lleva la firma de Alejandro Slokar, presidente del tribunal de casación, y ya fue notificada a las partes.
Mazzaferri está acusado por cinco allanamientos ilegales de domicilios y por la privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos en perjuicio de ocho víctimas durante el año 1976 en la Delegación Concepción del Uruguay de la Policía Federal.
Por esos hechos ya fueron condenados Julio César Rodríguez, alias Moscardón Verde, y Francisco Crescenzo, también ex policías federales, en el juicio celebrado en 2012. Por lo expuesto en esa sentencia, el abogado Guillermo Morales recusó por “prejuzgamiento” a los integrantes del Tribunal Oral Federal de Paraná, por considerar que habían emitido opinión respecto de la responsabilidad de Mazzaferri.
El defensor de Mazzaferri transcribió tramos de aquella sentencia firmada por Lilia Carnero, Noemí Berros y Roberto López Arango en donde se alude a la participación de Mazzaferri en los allanamientos ilegales, secuestros y torturas contra estudiantes secundarios y militantes sociales.
Al analizar la situación del Moscardón Verde, por ejemplo, el tribunal sostuvo: “Respecto a la detención de los jóvenes y su participación en los allanamientos ilegales en los que fue visto, no hay dudas; respecto a los interrogatorios sobre un mimeógrafo y torturas que padecieron en la sede de la Policía Federal donde se desempeñaba Rodríguez, acompañando a un joven oficial que mandaron desde Buenos Aires, Mazzaferri, tampoco”.
En otro tramo, incluso, es señalado directamente como integrante del grupo de tareas: “En el ámbito de esta Provincia, los ejecutores fueron elegidos según el conocimiento que de ellos tenían los jefes de áreas, así se muestran los actos ejecutivos llevados a cabo (…) en Concepción del Uruguay por el prófugo Mazzaferri. Todas estas situaciones dejan al descubierto que se empleó un modelo preordenado, por lo cual todas las acciones ilegales llevan la impronta de los productores del estándar exterminador”.
Mazzaferri está acusado por los delitos de allanamiento ilegal de domicilio, secuestros y torturas, y como integrante de una asociación ilícita, en el marco de un plan sistemático de persecución y exterminio de militantes.
Fue detenido en diciembre de 2013, después de permanecer prófugo desde mayo de 2009, y se encuentra alojado en la cárcel de Villa Devoto. En el mismo escrito donde recusó a los jueces del tribunal oral, el defensor solicitó la excarcelación de Mazzaferri por haber pasado ya más de dos años con prisión preventiva (sin sentencia). Eso será lo primero que deberá resolver el nuevo tribunal, tras correr vista al fiscal José Ignacio Candioti y los querellantes María Isabel Caccioppoli, Marcelo Boeykens y Lucía Tejera.
Mientras tanto, en el tiempo en que Mazzaferri estuvo prófugo, fueron imputados y juzgados otros dos ex policías de la delegación, que resultaron condenados por el Tribunal Oral Federal de Paraná: Rodríguez recibió la pena de 15 años de prisión y a Crescenzo se le impuso una pena de 10 años de cárcel. La sentencia dice que “las conductas imputadas constituyen delitos de lesa humanidad cometidos en el contexto histórico del terrorismo de Estado que azolara en nuestro país en el marco del segundo genocidio nacional ocurrido entre los años 1975 y 1983”. Las condenas fueron confirmadas por la Cámara Federal de Casación Penal.
El maestro de la picana
Mazzaferri llegó a Concepción del Uruguay en 1975, con 23 años y el grado de oficial subinspector. Enseguida quedó a cargo del área de inteligencia de la Policía Federal, que funcionaba bajo el rótulo de oficina técnica.
A partir del 24 de marzo esa estructura comenzó a operar como una estructura paralela a las actividades formales de la fuerza y desde allí se coordinaban las tareas de represión ilegal, inclusive con otras fuerzas militares y de seguridad. Mazzaferri era el jefe de esa estructura y dependía directamente del Ministerio del Interior. Lo secundaba el Moscardón Verde, y tenían alrededor de una decena de agentes a su cargo.
En el juicio celebrado en 2012 las víctimas dieron testimonios coincidentes respecto del rol de Mazzaferri en la represión ilegal: era quien encabezaba los operativos –a veces hasta utilizando su automóvil particular– e instruía a los agentes en las más terribles técnicas de tortura con picana eléctrica.
“Mazzaferri les enseñaba a torturar”, dijo Juan Carlos Romero, que estuvo secuestrado en la Policía Federal en julio de 1976. “Era el que utilizaba la picana eléctrica”, acotó Juan Carlos Rodríguez, otra de las víctimas. César Román, en tanto, contó que una noche lo sacaron del Casino de Oficiales y lo llevaron hasta una habitación en el piso superior donde vio a Carlos Martínez Paiva tirado sobre un elástico, atado de pies y manos con alambres: “Apenas entramos, Mazzaferri me apuntó con la picana y se la puso en los genitales a Martínez Paiva, que pegó un grito y se arqueó sobre la cama. Después me dijo que empiece a cantar porque me iba a hacer lo mismo”, relató.
Jorge Felguer estuvo varios días en la Policía Federal y siempre con los ojos vendados, por lo que no identificó específicamente a Mazzaferri, pero en el juicio describió sus padecimientos: “Un día me llevan por una escalera caracol, me sacan la ropa, me atan a una cama, me mojan, me golpean y empieza la picana. Uno picaneaba y otros dos se divertían aplicando nuevos métodos de submarino”, contó.
“Por la libertad con que se movía y la forma en que ejercía el poder, era quien marcaba lo que les importaba saber en los interrogatorios; y daba la impresión de que su poder llegaba hasta más arriba”, dijo Rosa Gaitán, esposa de Carlos Valente, que estuvo secuestrado en la Policía Federal y falleció antes del juicio. “Mazzaferri ha hecho atrocidades en Concepción del Uruguay”, resumió Roque Minatta en su declaración judicial.
Esos hechos serán ventilados en el juicio oral.