La Cámara le negó nuevamente la excarcelación al ex policía Céparo

16/09/2015

Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial La Cámara Federal de Apelaciones de Paraná volvió a rechazar la excarcelación del ex policía provincial Atilio Ricardo Céparo, en el marco de la causa que lo tiene como procesado por secuestros y torturas durante la última dictadura cívico-militar. El argumento, otra vez, fue la existencia


Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial


La Cámara Federal de Apelaciones de Paraná volvió a rechazar la excarcelación del ex policía provincial Atilio Ricardo Céparo, en el marco de la causa que lo tiene como procesado por secuestros y torturas durante la última dictadura cívico-militar. El argumento, otra vez, fue la existencia de “riesgo procesal” a raíz de las intimidaciones que una de sus hijas realizó contra un testigo.

Céparo, ex policía provincial, chofer del Superior Tribunal de Justicia y suegro del vocal Emilio Castrillón, se encuentra detenido desde el 18 de diciembre, acusado por el secuestro, apremios ilegales e imposición de torturas de una militante social en Paraná.

En 2012, una mujer se presentó en la Unidad Fiscal de Derechos Humanos para denunciar que el 23 de septiembre de 1976, en horas de la mañana, Céparo y otro policía a quien no identificó la detuvieron ilegalmente en el Sanatorio La Entrerriana, donde ella trabajaba, y la trasladaron, primero a la Jefatura de Policía y luego a la Comisaría Quinta. En la sede policial del barrio San Agustín permaneció la mayor parte del tiempo, pero mientras duró su cautiverio fue trasladada nuevamente a la jefatura y sometida a interrogatorios bajo tortura en el Área de Sanidad. Según su testimonio, Céparo intervino, junto con otras personas, en ambas instancias.

Céparo, que actualmente tiene 67 años y permanece detenido en la cárcel de Paraná, era en ese momento oficial ayudante y se desempeñaba en la División Despacho de la Jefatura de Policía, según consta en su legajo personal.

Su abogado, José Esteban Ostolaza, pidió la excarcelación basado en que el ex policía no tiene antecedentes penales, tiene trabajo, familia y que durante los últimos treinta años no modificó su vida, por lo que en caso de ser condenado podría corresponderle una pena de prisión condicional.

El fiscal Mario Silva, por su parte, cuestionó a la defensa por la dilación del proceso mediante la solicitud de pruebas que consideró “innecesarias”. Pero el argumento central por el cual rechaza la excarcelación de Céparo son las intimidaciones vertidas contra un testigo, a quien una hija del ex policía llamó por teléfono –no llegó a comunicarse, según los informes de la Dirección de Observaciones Judiciales– y conminó mediante una carta documento a que se retractara de la declaración que había dado en sede judicial. Silva señaló que de la lectura de la misiva “se advierte que contó con asistencia legal” y apuntó que “existió toda una investigación para dar con el testigo”. Por eso, dijo, persiste el riesgo procesal.

En abril, cuando confirmó el procesamiento dictado por el juez federal Leandro Ríos, la Cámara había rechazado la excarcelación de Céparo. Ahora, los jueces Mateo Busaniche, Cintia Gómez y Daniel Alonso coincidieron con el fiscal. “Si bien se encontraban en las características personales del encausado (Céparo) circunstancias favorables, éstos elementos no resultaban suficientes argumentos para sortear los extremos negativos ponderados”, consideró el tribunal en aquel momento y lo reiteró ahora. Para los magistrados, las llamadas y la carta documento que la hija de Céparo hizo llegar a un testigo llevan a pensar que “en caso de recuperar su libertad, (el ex policía) podría intentar eludir el accionar de la justicia o entorpecer la investigación”.

El abogado defensor presentó nueva documentación tendiente a “reforzar el arraigo y las condiciones personales de Céparo”, hasta admite que la hija del ex policía se hizo cargo de las amenazas, aunque asegura que eso ocurrió en “un momento de confusión”.

Sin embargo, el tribunal hizo nuevamente hincapié en que hay elementos para presumir que “de concederse la libertad al imputado, este podría influir sobre los testigos y entorpecer el desarrollo de las actuaciones”. De ahí el riesgo procesal: “Ante la existencia cierta de riesgo considerable de que se pudiera frustrar el descubrimiento de la verdad o entorpecer la marcha del proceso, con la concesión interesada, es que corresponde rechazar el recurso interpuesto por la defensa de Ricardo Atilio Céparo y confirmar el resolutorio apelado”. Así las cosas, el ex policía continuará detenido en la unidad penal a la espera del juicio.