Un video muestra cómo policías de Tala manipulan una picana eléctrica
18/06/2015
Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Todo comenzó cuando dos jóvenes fueron chupados por policías, llevados a un descampado, sometidos a un simulacro de fusilamiento y luego, uno de ellos, torturado con una picana eléctrica, como en tiempos de la dictadura militar. Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Todo comenzó cuando
Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial
Todo comenzó cuando dos jóvenes fueron chupados por policías, llevados a un descampado, sometidos a un simulacro de fusilamiento y luego, uno de ellos, torturado con una picana eléctrica, como en tiempos de la dictadura militar.
El lunes la Sala Penal de Concepción del Uruguay comenzará a juzgar el temerario episodio ocurrido hace tres años y que tiene a nueve policías de Rosario del Tala como acusados de cometer los delitos de privación de la libertad con abuso funcional, vejaciones en actos de servicio y apremios ilegales contra dos menores de 14 y 15 años.
Se trata de Marcelo Millezzi, Ludmila Soto, Héctor Mori, Claudio Monroy, Gustavo Fornerón, Pablo Segovia, Walter Flores Campos, Rodrigo Vidal y Neri Magallán.
Allá por julio de 2012, el hecho denunciado fue inmediatamente desmentido por el subjefe de Policía de Entre Ríos, Juan Ramón Rosatelli, quien dijo en medios locales que “está casi establecido que es mentira”. Ese mismo día, en otro medio, el subjefe departamental de Tala, comisario inspector Darío Dettler, agregó: “Según la información recabada en la investigación administrativa, el hecho de tortura denunciado por los menores no existió”.
Lo cierto es que la causa siguió adelante con el empuje de Rubén Pagliotto e Iván Vernengo como patrocinantes de las víctimas.
De acuerdo con la denuncia de los adolescentes, en una primera detención, una de las víctimas estaba en un descampado trabajando con una motosierra haciendo leña cuando se acercó un auto con tres policías vestidos de civil y, sin más explicaciones, le dijeron que quedaba detenido. Durante el viaje, los agentes detuvieron el auto, bajaron a su presa y simularon dispararle en la cabeza. Luego siguieron hasta la comisaría, donde había un compañero. Los acusaban de robar elementos de una escuela.
Allí recibieron golpes de puño, patadas y quemaduras de cigarrillos. Después de eso, fueron liberados.
Hubo una segunda detención en la casa en donde vivían los adolescentes, ahora para someterlos a un careo con un tercer joven sospechado por el mismo hecho. Esa noche los policías los llevaron hasta el Arroyo de Tala a punta de pistola y a los golpes y la terminaron la faena con el uso de la picana.
En una tercera detención, las víctimas fueron llevadas al basurero municipal y obligadas a pararse como en un paredón de fusilamiento mientras los policías gatillaban sus armas.
El juez de Garantías Mariano Alberto López y el fiscal Samuel Rojkin solicitaron una pericia psicológica. El informe del psicólogo Alejandro Poncio desmintió las bravatas de los funcionarios policiales. En las entrevistas a los menores se hizo una lectura de sus declaraciones –y que constan en el expediente– a los fines no sólo de cotejar sus dichos, sino también de analizar “las estructuraciones discursiva orales y escritas”.
La pericia (Legajo Número 369) determinó que en las audiencias con las víctimas no se constató “incoherencia, perseveración, ecolalias (repetición involuntaria de una palabra o frase), pararrespuestas (no correspondencia con la pregunta), pérdida de la capacidad asociativa, fuga de ideas y bloqueo del pensamiento”, entre otras observaciones. No se encontraron elementos de “delirio”, “alucinaciones” o “alteración de la memoria inmediata, reciente o remota” en el relato que hicieron los menores.
El video
A días de comenzar el juicio oral y público ante el tribunal integrado por Fabián López Mora, Mariano Martínez y Julieta García Gambino, se filtró un video en el que muestra al agente Gastón Magallán, del Servicio Penitenciario de Tala, “probando” una picana eléctrica (video adjunto). Su hermano Jona, también policía, es quien maneja el aparato. Quien filma es el imputado Neri Magallán.
Las imágenes –a las que tuvo acceso Página Judicial– supieron estar colgadas en el muro de Facebook de Gastón bajo el título: “Yo probando mi nueva máquina”. Abajo, uno montón de jocosos amigos comentaban la escandalosa escena. Jona, que aparece haciendo chistes, comenta debajo del video: “El tipo en un solo intento de tomar aire y nosotros muriéndonos de risa…jejejejejejej…”.
El video, que ya no se encuentra en la red social porque fue borrada, data del 1 de diciembre de 2011.
Las imágenes fueron filmadas con un teléfono celular y transportadas por este medio a Youtube.
Darío Ángel Dettler, quien por ese entonces se desempeñaba como subjefe departamental de Tala y que ofició como vocero de los hechos, fue ascendido al poco tiempo: pasó a ser jefe de la jurisdicción y elevado al grado de Comisario Mayor de Seguridad.
Los relatos de las víctimas, ya narrados en Página Judicial, retrotraen a las peores épocas de la dictadura. El mea culpa o los tibios impulsos por reflexionar sobre el accionar policial en Entre Ríos se suelen dar en el marco de una interna en el partido del gobierno.