Un alto jefe policial fue detenido por presuntos vínculos con narcos

13/05/2015

De la Redacción de Página Judicial Tres policías y un gendarme fueron detenidos por presuntas vinculaciones con el narcotráfico organizado. Se trata de un alto oficial de la Dirección Toxicología de la Policía de Entre Ríos, dos suboficiales de la Subdelegación Concordia de la Policía Federal y un sargento de Gendarmería que habrían filtrado información

Un alto jefe policial fue detenido por presuntos vínculos con narcos


De la Redacción de Página Judicial

Tres policías y un gendarme fueron detenidos por presuntas vinculaciones con el narcotráfico organizado. Se trata de un alto oficial de la Dirección Toxicología de la Policía de Entre Ríos, dos suboficiales de la Subdelegación Concordia de la Policía Federal y un sargento de Gendarmería que habrían filtrado información sobre cuándo se realizarían los procedimientos antidroga.

El comisario inspector Mario Núñez, que se desempeñaba actualmente como jefe de Operaciones de la Dirección Toxicología en Paraná, fue detenido ayer por la tarde en la misma dependencia de calle Villaguay. Según se supo, se trata de un oficial que trabajó durante varios años en Concordia.

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En Concordia, en tanto, fueron detenidos dos suboficiales de la Policía Federal: el sargento José María Gómez, de 43 años, y el sargento Sergio Andrés García, de 40. Si bien este último había tenido a su cargo un perro adiestrado para la detección de narcóticos de la Subdelegación, actualmente ninguno de ellos trabajaba en tareas de investigación, según se indicó a Página Judicial.

Durante la noche también fue arrestado un sargento ayudante de Gendarmería. Se trata de Carlos Francisco Acosta, que se desempeñaba en el área de escuchas telefónicas en el Escuadrón 4 “Concordia” de la fuerza de seguridad.

Se supo además que entre la noche y la madrugada se realizaron alrededor de veinte procedimientos en Concepción del Uruguay, Colón, Concordia y en un domicilio de Capital Federal, donde fueron detenidas otras cuatro personas que podrían tener vinculación con la misma causa: dos hombres fue arrestados en el puesto caminero de Ibicuy y una pareja fue aprehendida en un domicilio porteño, uno de ellos, quien sería el cabecilla de la organización dedicada al tráfico de drogas: Mario Roberto González, alias El Gordo. También fue arrestada su pareja, Elsa Cristina Caram. Otros dos detenidos son Orlando Daniel Caire y su hijo Javier Alejandro, ambos de Concepción del Uruguay, que estarían vinculados con el negocio de desarmaderos.

Respecto de la detención de Núñez, desde la Policía de Entre Ríos dejaron trascender que fue producto de una ardua investigación interna, solo conocida por los altos mandos de la Dirección Toxicología, durante los últimos cuatro meses.

El director de Toxicología, José Lauman, admitió que la persona arrestada se desempeñaba en el área a su cargo, aunque destacó que “la detención de este oficial fue el resultado de una ardua investigación que se realizó de manera reservada durante varios meses”. Se supo, inclusive, que muy pocas personas conocían los detalles. “Somos nosotros los que investigamos a nuestro propio personal, y bajo las directivas del juez federal, llevamos adelanto el procedimiento”, destacó Lauman.

Sin embargo, fuentes judiciales señalaron que el nombre de Núñez, junto con otros, habría surgido de escuchas telefónicas realizadas en el marco de una causa que se tramita desde el año 2008 en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, y que las sospechas sobre el comisario venían de bastante tiempo atrás. Lo cierto es que el juez Pablo Seró recién impartió la orden de detención del jefe policial después de analizar la información de inteligencia recolectada por los jefes de Toxicología.

De hecho, Núñez había tenido una sospecha actuación en un procedimiento antidroga realizado hace cuatro años en la zona de quintas en el acceso norte, a raíz de la extraña fuga de un hombre señalado como integrante de una banda dedicada a la producción y comercialización de cocaína.

En este caso, las sospechas surgieron de las conversaciones interceptadas entre integrantes de organizaciones narco, en el marco de una causa que se tramita desde el año 2008 en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, contra Mario González, que sería el cabecilla de una organización dedicada a la venta de drogas en los departamentos Concordia, Colón y Uruguay, con ramificaciones hacia otros negocios. El Gordo, llevaba siete años prófugo, hasta su caída, el martes por la noche, en su casa de Capital Federal. A González se le habrían descubierto varias propiedades en Concordia, que también fueron allanadas.

Al parecer, policías e integrantes de otras fuerzas de seguridad habrían filtrado información sobre los procedimientos antidroga que se realizarían, tanto en Paraná como en localidades de la costa del Uruguay, y a cambio de los datos, recibían importantes sumas de dinero. Esto hace presumir que podría haber otros uniformados involucrados –se habla de altos mandos– y no se descarta que en las próximas horas se produzcan nuevos allanamientos.

Lo cierto es que el escándalo revela el poder de penetración que tiene el narcotráfico en las distintas estructuras estatales a partir de las grandes sumas de dinero que manejan las organizaciones, el hecho de que se trata de un negocio que ha penetrado en los distintos estamentos sociales y que tiene una gran capacidad de corrupción.