Murió el médico Juan Zaccaría, condenado por robo de bebés
13/04/2015
Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial Condenado, y con sentencia firme, murió el teniente coronel médico Juan Antonio Zaccaría. Tenía 74 años y había purgado una condena de cinco años de prisión como partícipe necesario de la sustracción y sustitución de identidad de los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacidos
Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial
Condenado, y con sentencia firme, murió el teniente coronel médico Juan Antonio Zaccaría. Tenía 74 años y había purgado una condena de cinco años de prisión como partícipe necesario de la sustracción y sustitución de identidad de los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacidos en el Hospital Militar de Paraná en marzo 1978.
Pasó 1.219 días detenido por haber colaborado con la patota que se robó a dos bebés nacidos en cautiverio. En esos tres años y cuatro meses intentó quitarse la vida y sufrió dos accidentes cerebro-vasculares que lo afectaron seriamente en su estado de salud.
Fue jefe de terapia intensiva y anestesista del Hospital Militar entre 1976 y 1982, fue condenado por robo de bebés, una enfermera lo señaló como el médico que recibió a Pedro Sobko luego de ser fusilado en plena calle por una patota de la Policía Federal en mayo de 1977 y dejó estampada su firma en los certificados de defunción de cinco militantes asesinados en simulacros de enfrentamientos ocurridos en agosto de 1977.
El 21 de octubre de 2011 fue condenado a la pena de cinco años de prisión por los hechos ocurridos en marzo de 1978. Cumplió su condena el 3 de septiembre de 2013. En los otros casos no llegó a ser imputado.
Ante la justicia, quien era jefe de terapia intensiva del Hospital Militar juró y perjuró que no participó del parto de los mellizos, que cuando los vio ya estaban en la sala de terapia intensiva, que nadie respondió a sus preguntas sobre por qué estaban allí, que seguramente su internación era irregular, que solo intercambió un par de palabras con la madre y que no conocía a los integrantes de la patota de inteligencia de Rosario.
Y murió sin contar nunca quién se llevó a los mellizos del Hospital Militar.
El Tribunal Oral Federal consideró que, como jefe de terapia intensiva del Hospital Militar, “prestó una colaboración esencial para que la maniobra se concretara”, dado que “ordenó la internación de manera irregular de Raquel Negro sin consignar los datos identificatorios, ni su lugar de procedencia, y de idéntica forma admitió la presencia de los mellizos en la sala, también de forma subrepticia e irregular”.
“Si Zaccaría hubiera cumplido con su rol exigiendo el ingreso o al menos su egreso formal, hubiera puesto a cubierto el origen y destino de los mellizos. Hubo un lapso mínimo de dos horas y media, en el que bien pudo adoptar las medidas que reclamaba su rol, para evitar la sustracción de los menores, y la posterior supresión de su estado civil”, agregó el tribunal.
Sin embargo, el tribunal advirtió, en su caso, que la participación en el robo de los bebés “estuvo condicionada por la situación embarazosa en la que se vio inmerso (…) Estuvo en el lugar equivocado, en tiempo inoportuno y no ajustó su conducta al rol de garante que le correspondía”, se lee en la sentencia.
Raquel Negro y Tucho Valenzuela fueron secuestrados el 2 de enero de 1978 en Mar del Plata y trasladados a la Quinta de Funes, en las afueras de Rosario. Con ellos estaba Sebastián, el hijo de Raquel, que tenía un año y medio.
En el juicio que se realizó en 2011 se determinó que Raquel Negro dio a luz en el Hospital Militar de Paraná, en una fecha que se presume entre el 3 y 4 de marzo, pero se calcula que habría sido internada quince días antes en la sala de guardia, custodiada por agentes de inteligencia vestidos de civil que se rotaban cada 24 horas.
El parto, según los testimonios de las enfermeras, fue atendido por médicos que no pertenecían al hospital y, tras el alumbramiento del varón, la madre lo arropó durante unos instantes hasta que unos hombres se lo llevaron; luego nació la nena. Zaccaría, en su indagatoria en el juicio, aportó un dato relevante y no conocido hasta ese momento: que vio a Raquel Negro con vida y en buen estado de salud luego del parto.
Los mellizos fueron internados como NN en la sala de terapia intensiva porque, supuestamente, presentaban problemas respiratorios y cardíacos.
Una enfermera aseguró que Zaccaría estuvo presente en el momento en que unas personas cargaron a los mellizos en una ambulancia del Instituto Privado de Pediatría (IPP). Esto habría ocurrido unas horas después del parto. En los libros de la clínica privada quedó registrado que la nena ingresó el 4 de marzo, con el nombre falso de “López, Soledad”, y el varón el 10 de marzo, en su caso como “López, NN”. Ambos egresaron el 27 de marzo.
La nena fue dejada esa misma noche en el Hogar del Huérfano, en las afueras de Rosario, y dada en adopción legal. Hoy se sabe que se trata de Sabrina Gullino, quien recuperó su identidad en diciembre de 2008. El mellizo varón continúa desaparecido. Y Zaccaría, si tenía algo para decir, murió en silencio.