Torrealday estuvo ante el juez, pero no contestó preguntas y se marchó

01/04/2015

Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial El médico Miguel Torrealday, uno de los propietarios del Instituto Privado de Pediatría (IPP), prestó declaración indagatoria en la causa por la sustracción y sustitución de identidad de los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacidos en el Hospital Militar de Paraná, entre el 3

Torrealday estuvo ante el juez, pero no contestó preguntas y se marchó


Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial


El médico Miguel Torrealday, uno de los propietarios del Instituto Privado de Pediatría (IPP), prestó declaración indagatoria en la causa por la sustracción y sustitución de identidad de los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacidos en el Hospital Militar de Paraná, entre el 3 y 4 de marzo de 1978.

Aunque estaba citado para las 10, Torrealday llegó temprano a los tribunales federales, acompañado de su abogado, Walter Rolandelli, y así evitó enfrentar a los militantes de derechos humanos que habían organizado una intervención artística frente al edificio de calle 25 de Mayo.

De la audiencia participaron el juez Leandro Ríos, el secretario Juan Rosas Paz y el fiscal federal Mario Silva. El magistrado lo imputó formalmente por el encubrimiento de la sustracción y como partícipe necesario de la sustitución de identidad de los bebés. Torrealday escuchó la imputación e hizo una breve declaración en la que se limitó a expresar su inocencia, narró una vez más cuáles eran sus funciones en el IPP en el momento en que se produjo la internación de los mellizos y se negó a contestar las preguntas que tenían preparadas el juez y el fiscal.

Ante el juez, Torrealday repasó su historia personal y familiar: dijo que fue cesanteado de su cargo en la Secretaría de Salud cuando se produjo el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y recordó que su padre había sido vicegobernador del gobierno peronista derrocado en 1955. Esas dos circunstancias, dijo, lo hacían tener un “odio profundo” hacia los militares. También mencionó que fue él quien entregó, en el año 2000, los libros de administración del IPP, donde estaban consignados los ingresos y egresos de pacientes y el origen en los casos de aquellos que llegaban derivados de otros centros asistenciales. Junto con la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y con Alicia Dasso revisaron ese registro donde consta el ingreso de la nena como “López, Soledad”, el 4 de marzo, y el varón como “López, NN”, el 10 de marzo, ambos procedentes del Hospital Militar, y su egreso, el 27 de marzo.

Por lo demás, negó la acusación y repitió lo que había dicho en el juicio que se realizó en 2011: que era uno de los socios del IPP; que la clínica tenía una sala de neonatología que se había iniciado pocos meses antes del alojamiento de los mellizos provenientes del Hospital Militar, pero negó haber sido jefe o encargado; insistió en que no había una relación jerárquica ni había distribución de tareas (“todos hacían de todo”, dijo), aunque admitió que gozaba del reconocimiento de sus pares.

El médico dijo también que haría una declaración más extensa luego de que su abogado tuviera contacto con el expediente, según pudo saber Página Judicial.

Por lo pronto, Torrealday no quedó detenido y, a partir de ahora, el juez Ríos tendrá diez días para resolver su situación procesal, es decir, si lo procesa, le dicta el sobreseimiento o apela a un camino intermedio, como sería la falta de mérito.

Lo cierto es que Torrealday dejó varios puntos sin responder.

Su indagatoria había sido solicitada en los primeros días de octubre del año pasado por los querellantes y unas semanas después también por los fiscales. Creen que fue Torrealday quien coordinó el ingreso y permanencia de los mellizos en la sala de neonatología del IPP, como también el alta médica y la entrega de los bebés a personas que eran sus familiares ni ostentaban ningún poder legal sobre ellos. También le achacaban la responsabilidad por haber permitido en su clínica privada a un bebé sin nombre (NN López) y otro con nombre falso (Soledad López), provenientes del Hospital Militar. El hecho de que denunciara esto a un juez de menores hace pensar que Torrealday actuó con el conocimiento e intención de aportar a la sustracción y sustitución de identidad de los mellizos.

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Contra la complicidad civil

En la calle, los organismos de derechos humanos hicieron una intervención frente a los tribunales federales: había delantales y ropa de bebé tendida en la vereda, muñecos en cochecitos y cajas gigantes de Memorex para “ayudar al doctor a hacer memoria”.

Estaba Sabrina Gullino en los tribunales. La hija de Raquel Negro y Tucho Valenzuela recordó que “en 2011 tuvimos el juicio oral y público donde se puso el foco sobre lo sucedido en el lugar donde nosotros nacimos, en el Hospital Militar; ahí se pudo comprobar lo que pasó desde nuestro nacimiento hasta el traslado al Instituto Privado de Pediatría, a partir de los testimonios de la enfermeras, que fueron las verdaderas protagonistas de esa causa porque pudieron enfrentarse a las jerarquías médicas”.

La imputación contra Torrealday, en tanto, supone un avance hacia la segunda etapa de la sustracción de los mellizos. Sabrina consideró, en ese sentido, que “como sociedad nos debemos poder dar ese paso que significa investigar a los cómplices civiles de la dictadura, y creo que el juzgado se encuadra dentro de esa lógica que se viene dando también a nivel nacional y que por que por ahí es lo más incómodo para la sociedad, que es investigar a los cómplices civiles, es decir, ir desarmando ese andamiaje que hizo posible que pasara algo muy grave que es la apropiación de menores”.

Sabrina mencionó también una reunión que mantuvieron los querellantes con el médico: “En 2013, en una entrevista amigable, Torrealday reconoció que los mellizos fueron dados de alta el 27 de marzo de 1978, y que a los bebés los trajo y se los llevó la misma persona”. Esos dichos dejan entrever que conocería a esa persona. Pero de eso tampoco habló Torrealday ante el juez.

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