La historia del abogado acusado por abuso que quiere ser juez en Paraná

31/03/2015

Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial El tipo, técnicamente, es inocente, diría cualquier juez. Cumplió la probation y, como lo dicta el Código Procesal Penal, se le dictó el sobreseimiento. Técnicamente, es inocente. Ahora bien, ¿tiene la altura ética para ser juez una persona que fue acusada por abuso sexual simple, en


Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial


El tipo, técnicamente, es inocente, diría cualquier juez. Cumplió la probation y, como lo dicta el Código Procesal Penal, se le dictó el sobreseimiento. Técnicamente, es inocente. Ahora bien, ¿tiene la altura ética para ser juez una persona que fue acusada por abuso sexual simple, en forma reiterada, contra cuatro menores de edad?

La polémica surgió en el concurso convocado por el Consejo de la Magistratura para la cobertura de cargos de juez laboral de Paraná. Entre los postulantes apareció el nombre de un abogado que hace unos años se vio involucrado en una causa por abuso de menores. Se trata de César Gustavo Bechetti, un abogado laboralista paranaense de 44 años, egresado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en 1995 y vinculado a la Iglesia Católica.

En el año 2007, Bechetti recibió el beneficio de la probation y se le suspendió un juicio que lo tenía como acusado de abuso sexual sin acceso carnal en perjuicio de cuatro chicos de entre 8 y 13 años, que habrían ocurrido entre 1996 y 2000.

Bechetti era “íntimo amigo” del padre de las víctimas, otro abogado de Paraná, y los hechos se conocieron cuando los padres de los chicos se separaron. En terapia, uno de los niños contó sobre los manoseos y después hablaron los otros nenes. Los chicos, dos nenas y dos varones, relataron que les tocaba sus miembros sexuales y que eso ocurría cuando iban con él en auto, cuando los visitaba y su padre estaba cocinando, o cuando estaban en la pileta.

Entre noviembre de 2004 y julio de 2007 se fijaron cinco audiencias para celebrar el juicio contra Bechetti. Por la edad de las víctimas, que eran menores de edad, las audiencias se realizarían a puertas cerradas, sin presencia de público ni periodistas.

Pero no hubo juicio. La defensa del imputado pidió el beneficio de la probation y ofreció como reparación pagar los honorarios de los abogados querellantes (sic). La querella rechazó el dinero. Pero el juez Correccional Daniel Malatesta lo aceptó como reparación a las víctimas. Como “regla de conducta”, Bechetti debía realizar un aporte mensual de 150 pesos al Hospital Materno-Infantil San Roque durante tres años y tenía prohibido todo tipo de contacto con las víctimas y sus familiares directos.

En los fundamentos del fallo, el magistrado alegaba para conceder la probation la ausencia de “antecedentes penales” del imputado y “las características de los hechos endilgados”, cuya pena en caso de condena “sería igual o menor a tres años”. Esto fue rechazado por los querellantes, pero luego terminó confirmado por el Superior Tribunal de Justicia.

Cumplido el tiempo de la probation, a Bechetti se le dictó el sobreseimiento por extinción de la acción penal, tal como lo establece el Código Procesal Penal de la Nación. Por eso, cualquier juez diría que, técnicamente, es inocente.

Varios años después, el nombre de Bechetti volvió a la escena pública: es uno de los nueve postulantes que atravesó todas las instancias (antecedentes, prueba de oposición y entrevista) en el Concurso 148, destinado a cubrir tres cargos de juez laboral de Paraná.

Bechetti ocupa un lugar expectante: sus antecedentes lo ubican en el quinto lugar, detrás de Sonia Gabriela Spreafico (23,53 puntos), Nanci Adriana Bautista (23,40), María Alejandra Abud (23,20) y Gerardo José Ormaechea (22,50 puntos). Bechetti tiene 22,15 puntos. Detrás suyo quedó, por ejemplo, la actual jueza laboral Gladys Beatriz Pinto (21,35 puntos), también Luis Alberto Moix (18,20), Eduardo Elías Flores (17,60) y José Antonio Reviriego (10,21), según la resolución del jurado.

De la impresión que tenga el jurado en los exámenes (escrito y oral) dependerá su suerte.