Una investigación por pedofilia llegó hasta un círculo de policías retirados

13/02/2015

Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial Una investigación iniciada en Varsovia, Polonia, permitió desbaratar una red internacional que se dedicaba al intercambio de pornografía infantil y posible abuso de menores que operaba en internet y cuyos tentáculos llegaron hasta la ciudad entrerriana de Victoria, distante a 120 kilómetros de Paraná. Juan Cruz


Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial


Una investigación iniciada en Varsovia, Polonia, permitió desbaratar una red internacional que se dedicaba al intercambio de pornografía infantil y posible abuso de menores que operaba en internet y cuyos tentáculos llegaron hasta la ciudad entrerriana de Victoria, distante a 120 kilómetros de Paraná.

El miércoles, a las 15.30, una comisión policial encabezada por los fiscales Gamal Taleb y Fernando Martínez allanó la sede local del Círculo de Retirados y Pensionados de la Policía, en calle Bartoloni 681, hasta donde llegó la investigación. De acuerdo con las pericias informáticas, desde allí se habría subido a internet un video donde se observa a un hombre mayor abusando sexualmente de una niña.

El video se coló en la web el 12 de abril de 2013, a través de eDonkey2000, un sistema de intercambio de archivos pesados en internet cuya virtud radica en que si bien existen servidores que manejan la información que transita por dicha red, no hay uno principal, entonces, si alguno deja de funcionar, otro puede emerger para suplantarlo.

Las imágenes muestran a un hombre, que se percibe mayor aunque está casi todo el tiempo de espaldas, abusando de una niña que no tendría más de 7 años. “Las imágenes son espantosas”, admitió a Página Judicial un investigador que vio el video que remitió la justicia polaca, junto con capturas, cuadro por cuadro, impresas en papel fotográfico.

En principio, los investigadores no tienen dudas de que el video se subió a la web desde una computadora del Círculo de Retirados y Pensionados de la Policía. Así lo corroboran los informes de Telecom, que logró identificar el domicilio y la dirección de IP al momento en que se transmitió la imagen pornográfica.

Además, en el lugar no se encontró ningún dispositivo de interconexión de internet inalámbrica (wi-fi), por lo que está casi descartada la posibilidad de que algún vecino pudiera haber usurpado la dirección de IP de la sede policial.

Lo que todavía no han podido determinar los investigadores, sin embargo, es el origen de la filmación, es decir, si fue tomada de otra página o si puede ser una producción realizada en la ciudad. Por eso, la computadora secuestrada fue enviada al Gabinete de Informática de la Procuración General de la Provincia, para ser analizada por peritos especializados.

Tampoco se ha podido establecer quién es la persona que pudo haber subido a la web el video, aunque los investigadores tienen algunas pistas: la repartición no tiene personal contratado y en la casa solo trabajan los miembros de la comisión directiva del Círculo de Retirados y Pensionados de la Policía (Filial Victoria). Para avanzar en ese aspecto, los fiscales ordenaron el secuestro de computadoras, CDs, libros de actas y documentación sobre el funcionamiento interno del círculo de la entidad.

Tras la conmoción de las horas posteriores al allanamiento, el presidente de la entidad a nivel provincial, Hugo Miño, se presentó en los tribunales locales y entregó a los fiscales copia de un contrato que el Círculo había firmado con la empresa Cieclo SRL, de Capital Federal, para la capacitación en informática para todo público. Según dijo, para la fecha en que se subió el video a la web, estaba vigente “un contrato por la capacitación de veinte semanas”. Los cursos se dictaban los días lunes, miércoles y viernes. En la Fiscalía entregó esa documentación, junto con recibos y hasta un detalle de quiénes fueron los capacitadores.

A la salida de los tribunales, Miño deslindó responsabilidades de quienes trabajan diariamente en la oficina: “Una persona con identidad desconocida habría utilizado el IP que podría ser de la computadora del Círculo o de una notebook que haya sido utilizada dentro del Círculo”, aseguró el ex policía. “No me cabe ninguna duda que se trata de una persona extraña al vínculo del Círculo”, insistió.

El origen polaco de la investigación

La causa que llegó con sus ramificaciones hasta los tribunales entrerrianos se inició en Varsovia, a partir de una investigación encabezada por Interpol. Al cabo de algunos meses, la justicia polaca logró determinar que había servidores en unos treinta países que viralizaban material con contenido pornográfico infantil y remitió informes a cada uno de ellos para que realicen sus propias investigaciones.

La justicia argentina recibió la notificación en el año 2013 y, a través de una unidad fiscal especializada en delitos informáticos de Capital Federal, logró identificar una dirección de IP (registro personal de la computadora) radicada en Victoria como el origen de un video en el que se veía a un hombre abusando de una nena, por lo que remitió las actuaciones a la justicia entrerriana.

El fiscal Taleb recibió las actuaciones en los primeros días de febrero e inmediatamente abrió una causa y, una vez localizado el domicilio donde estaba radicada la computadora en cuestión, solicitó la orden de allanamiento al Juzgado de Garantías.

Del procedimiento realizado este miércoles participaron peritos informáticos de la División Criminalística de la Jefatura Departamental de Policía que, según indicaron fuentes judiciales, no fueron informados de dónde irían. Una vez allí, como se dijo, secuestraron computadoras, CDs y documentación sobre la vida interna del círculo policial, que ahora deberá ser analizada por los fiscales.

Si bien la causa no tiene imputados, en principio, se investiga la posible comisión del delito tipificado en el artículo 128 del Código Penal, que sanciona con pena de seis meses a cuatro años de prisión (apenas) a quien “produjere, financiare, ofreciere, comerciare, publicare, facilitare, divulgare o distribuyere, por cualquier medio, imágenes pornográficas o de contenido sexual explícito de menores de 18 años”.