Habló Yankelevich: “Soy inocente de todo lo que me han culpado”

18/11/2014

Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial María Estrella Martínez de Yankelevich es, desde el inicio de la causa y junto al jefe de Mesa de Entradas, Daniel Gaggión, la principal sospechosa del bochornoso desfalco en el seno de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER). Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial


Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial


María Estrella Martínez de Yankelevich es, desde el inicio de la causa y junto al jefe de Mesa de Entradas, Daniel Gaggión, la principal sospechosa del bochornoso desfalco en el seno de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER).

En su lugar de jefa de Despacho, la histórica empleada es señalada por la Justicia como una pieza fundamental en el proceso por el cual proveedores del Estado licuaban sus deudas en el fisco a través del sistema de compensaciones. La mujer es sospechada de haber sido quien borró del sistema las deudas compensadas.

En su última declaración, el titular del organismo recaudador y denunciante del hecho, Marcelo Casaretto, contó que cuando supo del desfalco encaró a los dos empleados hoy imputados para ponerlos en conocimiento de que sabía lo ocurrido y de lo que eso implicaba. Ambos – según el funcionario – se hicieron cargo del hecho, pero el diálogo no quedó ahí. Casaretto los instó a que digan quien más estaba en el fraude. La respuesta de Martínez de Yankelevich fue la siguiente: “Hay más, pero esto muere en mí”.

La empleada se abstuvo de declarar cuando se la convocó por primera vez. Sin embargo, el ante último día de octubre, la ex jefa de Despacho volvió sentarse ante la jueza y fiscales.

“Quiero aclarar que no declaré antes porque esperé a que sea el momento preciso para hacerlo, pero quiero aclarar que soy inocente de todo lo que me han culpado”, fueron las primeras palabras de Yankelevich la ampliación indagatoria a la que tuvo acceso Página Judicial.

La ex empleada dio su versión del momento en que Casaretto la citó para ponerla en conocimiento del hecho. “Cuando me preguntó si yo era responsable le dije que sí, que era responsable de mis funciones, y como estaba acompañado del resto de los directores, no tenía ninguna garantía de lo que se me estaba imputando. Le dije que me iba a retirar y me dijo que no me quería ver más”, relató. A renglón seguido se encargó de aclarar que “de todos los que estaban (allí presentes), solo uno le merecía respeto”. En la oficina estaban el director de Asuntos Jurídicos Federico Borrás; el contador César Del Castillo, director de Fiscalización; el contador Damián Zoff, director Adjunto y a cargo de Impuestos; y Germán Gietz, director de Informática

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En la indagatoria, a la ex jefa de Despacho se le preguntó si “la labor que ella efectuaba era controlada por funcionario alguno”. La respuesta fue: “Sí, siempre, por Zoff o Casaretto. Yo dependía directamente de Casaretto, pero con Zoff trabajábamos en la misma oficina y yo no hacía nada sin que ellos supieran porque les consultaba permanentemente”.

La imputada reveló también que los funcionarios señalados “tenían acceso” al sistema informático en donde se cargaban los créditos y las deudas.

Martínez de Yankelevivh hizo una extensa descripción acerca del proceso de compensación establecido en el artículo 75 en el Código Fiscal dónde el proveedor del Estado acredita tenencia de créditos líquidos y exigibles ante un organismo, los que una vez aprobados por la Tesorería y la Contaduría General de la provincia, se aprueban para su compensación por impuestos por medio de una resolución del Ministerio de Economía.

La jueza Marina Barbagelata solicitó a la cartera que conduce Diego Valiero resoluciones en las que se autorizaba trámites de compensación de impuestos con deuda líquida y exigible del Estado en el período del 1º de enero de 2012 a la fecha, primer período que denunció Casaretto. El ministro respondió con una lista de firmas que fueron autorizadas a compensar deuda en ese período.

La semana pasada – cinco meses después de que se denunciara el hecho – se hizo un allanamiento en la Tesorería, organismo que conducía Gustavo Gioria, quien tuvo que renunciar al cargo por ser el contador de una de las empresas que estafaron al fisco. El ex funcionario no ha sido imputado aún. Inexplicable.

Al contador de la provincia, Aurelio Miraglio, la Justicia tampoco le ha pedido explicaciones pese a ser el titular de uno de los organismos que debía intervenir en los expedientes de compensaciones.

El monto, que aún no se ha estimado, superaría los 50 millones de pesos. La causa está a cargo de Barbagelata y los fiscales Laura Cattáneo y Gervasio Labriola (auxiliar).