Denuncian a gendarmes que reprimieron en Concordia

15/08/2014

Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Bernardo Zalisñak, dirigente del Partido Humanista, denunció a personal de la Gendarmería Nacional que actuaron en Concordia durante la represión del domingo 3 de agosto cuando un grupo de ambientalistas impedía el paso de camiones vibradores que viajaban con destino a la República Oriental del Uruguay para


Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial


Bernardo Zalisñak, dirigente del Partido Humanista, denunció a personal de la Gendarmería Nacional que actuaron en Concordia durante la represión del domingo 3 de agosto cuando un grupo de ambientalistas impedía el paso de camiones vibradores que viajaban con destino a la República Oriental del Uruguay para la exploración por fracking en inmediaciones de Salto.

Cuatro ambientalistas fueron detenidos y, en ese marco, uno de ellos, Bernardo, fue víctima de golpes y de amenazas con el uso de picana por parte de personal del Escuadrón 4 de Gendarmería, con asiento en la ciudad de Concordia. En esa oportunidad se lo instaba a firmar un texto en el que, según leyó, se autorizaba a recabar sus datos.

Ante esos hechos, el dirigente humanista, con el patrocinado de Jacobo Zalisñak, realizó una denuncia en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay. En la misma se deja expresado que los hechos se produjeron en el lapso de apenas 36 horas aproximadamente y que los mismos “evidencian presuntamente una asociación destinada a cometer el delito de ‘asociación ilícita’, también llamada en el artículo 210 del Código Penal como ‘organización criminal’”.

En la denuncia – a la que tuvo acceso Página Judicial – “además se sugiere a cada hecho un posible encuadre dentro de las normas del Código Penal. Solicitamos que al menos en la etapa de investigación, se tome las imputaciones de los hechos de forma individual, por cuanto según denunciamos, existiría un previo acuerdo para cometer delitos. Razón por la cual no serían conductas delictivas en ocasión de otra conducta delictiva más general, sino conductas delictivas específicas previamente acordadas, inclusive también entrenadas según el caso. Estos presuntos acuerdos previos y entrenamientos son la base del encuadre como asociación ilícita u organización criminal, llamada por la doctrina”, dice el texto presentado ante la fiscal Milagros Squivo.

Zalisñak, de 66 años, decidió abstenerse de declarar cuando lo detuvieron. Lo hizo por consejo de su hijo, Jacobo, y hermano de Bernardita Zalisñak, dirigente humanista de Concordia.

Sin embargo, una vez liberado, relató en un reportaje con Página Política que había sido víctima de actos de represión. “Me amenazaron con una picana”, narró y describió que durante las horas que estuvo detenido los gendarmes, aparte de golpearlo, “hasta usaron la tortura psicológica”. Calificó los sucesos y el lugar donde estuvo como “una versión de la ESMA”.

En la denuncia, el militante narra que el domingo, cuando se subieron a la ruta para impedir el paso de camiones, los gendarmes que llegaron al lugar eran alrededor de 40, “algunos vestidos de civil”, y los que actuaron un número parecido al de los manifestantes que estaban sentados. No más de 20. “Inmediatamente se vio lo que organizada y acordadamente vinieron a hacer: golpear con brutalmente con bastones y con sus borceguíes, insultar, y abusar sexualmente de una mujer. Todos estaban sincronizados en ese sentido para hacerlo en grupo y a todos los manifestantes a la vez, y ante los golpes, abusos sexuales, pedidos de socorro, ninguno de los gendarmes intervino en favor de las víctimas de delitos a pesar de la infragancia de sus compañeros de fuerza”, describió el dirigente, cuyo relato quedó plasmado en el Juzgado de Pablo Seró.

En la denuncia, Zalisñak asegura que “existen serias irregularidades en el proceso por el cual se ha imputado a los militantes y que tramita por el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay”. Se quejó de que “las agencias del gobierno no se han pronunciado al respecto ni tomado medidas”.