Temerario informe llegó a manos de abogados que denunciaron escuchas

28/05/2014

Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial El caso de los abogados del foro local bien puede ser comparado con esa pareja que padeció las peores persecuciones ejecutadas por un agente de la policía secreta del régimen comunista de la antigua República Democrática Alemana y que retrató la película “La Vida de los Otros”,


Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial


El caso de los abogados del foro local bien puede ser comparado con esa pareja que padeció las peores persecuciones ejecutadas por un agente de la policía secreta del régimen comunista de la antigua República Democrática Alemana y que retrató la película “La Vida de los Otros”, del director Florian Henckel von Donnersmarck.

Integrantes del Instituto de Derecho Penal, Procesal Penal y Criminología del Colegio de Abogados de Entre Ríos manifestaron ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ) su preocupación sobre posibles pinchaduras de sus teléfonos. Conocido el hecho públicamente, el procurador general de la provincia, Jorge Amílcar Luciano García, le bajó el tono al caso y dijo que le correspondía a la Justicia Federal investigar. El secretario de Justicia, Rubén Virué, en cambio, sostuvo que sería conveniente investigar para desechar dudas. Lo cierto es que no hay nada en marcha, al menos que se conozca.

Sin embargo, en los últimos días llegó a manos de algunos de los abogados una información que los dejó perplejos: las interceptaciones de las comunicaciones se realizarían desde una oficina situada en pleno centro cívico. Para las mismas, se utilizarían equipos Gatewate y Ubiquiti. El primero –conocido como “puerta de enlace”– es un dispositivo configurado para que desde una computadora conectada a una red local se pueda acceder desde una red exterior. El segundo es un aparato que, con un software, permitiría interceptar llamadas conectándolo a una computadora portátil. En apariencia se lo usaría para brindar Internet.

Los abogados no solo recibieron información técnica, sino que también se les suministraron los nombres de quienes serían los operarios de esa tecnología. Inclusive, uno de los letrados confió a Página Judicial que tiene datos precisos sobre el funcionamiento de “esa oficina” desde la que se realizarían las escuchas ilegales.

Acostumbrarse

Entre Ríos tiene la tecnología más sofisticada para interceptar comunicaciones. Los fiscales que actúan en las causas donde se investiga el levantamiento policial de diciembre pasado solicitan pericias que se realizan en Paraná. Es precisamente en la capital provincial donde la Policía tiene instalados los equipos con los que se pueden desencriptar mensajes de texto, inclusive aquellos que han sido borrados.

La idea de que periodistas y políticos son escuchados se viralizó en los últimos tiempos en Paraná. Con frecuencia, dirigentes de cualquier partido prefieren dar alguna información o mantener una charla personalmente. Pero más preocupante aún es cuando magistrados acuden a la misma práctica por el mismo temor: que los escuchen. La gravedad se incrementa cuando la Justicia, quien debe autorizar una interceptación telefónica en el marco de una pesquisa, es la que sospecha.

En ámbitos laborales cada vez menos se utilizan correos personales y en la última semana también se dio en Paraná una ola de intentos de robos virtuales a través de los teléfonos celulares. En la mayoría de los casos el ladrón suele tener información precisa de su víctima.

La Ley Número 25.760 establece que el único organismo que puede hacer intervenciones telefónicas judicialmente es la Secretaría de Inteligencias (SI), ex SIDE, mientras que en el ámbito provincial es la Policía.

También es cierto que hay un sinnúmero de recursos de bajísimo costo, como el conocido “celular espía”, que mediante un software permite escuchar un diálogo sin necesidad de que se realice una llamada. Esto hace, entonces, más difícil de identificar a quien realiza estas prácticas ilegales.