Se jubiló Pañeda y el Gobierno no tiene apuro por nombrar al sucesor

03/09/2018

Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial Leonor Pañeda se retiró el viernes del Superior Tribunal de Justicia (STJ), pero el Gobierno todavía no ha dado señales sobre qué hará con la vacante. Hace unos días hizo ruido una declaración que le atribuyeron al propio gobernador Gustavo Bordet sobre su idea de reducir


Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial


Leonor Pañeda se retiró el viernes del Superior Tribunal de Justicia (STJ), pero el Gobierno todavía no ha dado señales sobre qué hará con la vacante. Hace unos días hizo ruido una declaración que le atribuyeron al propio gobernador Gustavo Bordet sobre su idea de reducir el número de miembros del alto cuerpo, a pesar de que no tiene mayor consenso. Lo cierto es que tampoco hay apuro en nombrar al sucesor.

Pañeda integra la Sala Civil y Comercial del STJ desde el 27 de septiembre de 2004. Fue designada por Jorge Busti, a través del Decreto Número 4.447, tras desempeñarse como agente fiscal y jueza de instrucción; llegó a ser presidenta del alto cuerpo en dos períodos, entre 2010 y 2013; pero quedó su figura quedó desgastada cuando se conoció que durante su gestión al frente del STJ se había creado una partida secreta de gastos reservados y de libre disponibilidad para los vocales.

Después de catorce años en el alto cuerpo, Leonor Pañeda se jubiló y la lista de candidatos anotados para reemplazarla es larga.

Sin embargo, el gobernador no tiene apuro en nombrar al sucesor o sucesora y, dicen en los pasillos de la casa gris, se tomará su tiempo. Se habla incluso de que no habría novedades hasta 2019, indicaron varias fuentes a las que consultó Página Judicial.

Desde que se conoció la novedad de la salida de Pañeda ha sonado fuerte el nombre de Ana Clara Pauletti, la hija del ex vicegobernador Edelmiro Pauletti, de reconocida trayectoria en la Cámara en lo Civil y Comercial de Gualeguaychú y que vendría a sostener cierto equilibrio en cuanto a la perspectiva de género en el alto cuerpo.

Desde los pasillos de tribunales también echaron a rodar los nombres de Andrés Manuel Marfil y Valentina Ramírez Amable, ambos integrantes de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial de Paraná.

También hay un tapado con experiencia en otro fuero y que es el as bajo la manga que guarda el gobernador: Martín Francisco Carbonell, integrante del Tribunal del Juicio y Apelaciones de Concordia, que ha sonado fuerte para integrar la futura Cámara de Casación Penal. Se trata de un magistrado de 56 años, egresado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en 1985, ingresó al Poder Judicial en 1988 como agente fiscal, en 1994 fue designado juez de instrucción y actualmente se desempeña como camarista, siempre en Concordia.

Algún aventurado echó a rodar también el nombre de Josefina Etienot y no faltan quienes lo repiten en el palacio de tribunales. Pero la viceintendenta de Paraná no tiene ninguna posibilidad.

Por otro lado, hay un interés explícito del Colegio de Abogados de Entre Ríos para que también se tenga en cuenta a quienes ejercen libremente la profesión a la hora de las designaciones para el Superior Tribunal de Justicia. Alguien mencionó el nombre de Enrique Martínez, actual presidente de la entidad. Sin embargo, el propio Martínez dijo hace unos días que “el Colegio de Abogados no va a proponer un nombre concreto ni está apoyando a una persona en particular, sino que ofrecemos a todos los abogados y abogados de la provincia”.

La última incorporación de fuera de los tribunales fue la de Claudia Mizawak, abogada personal de Jorge Busti, en 2007, aunque no podría decirse que aquella postulación cubriera las expectativas de la abogacía independiente.

Como se dijo, también se barajó la posibilidad de reducir a siete el número de miembros del STJ. La Constitución Provincial establece que el alto cuerpo “se compondrá por un número impar de miembros que no podrá ser inferior a cinco”. Esa idea es la que más le gusta al gobernador, aunque no tiene eco entre sus asesores y, al menos por ahora, no parece que fuera a prosperar. El Colegio de Abogados y la Asociación de Magistrados tampoco ven con buenos ojos una reducción.

Mientras tanto, la vacante que deja Pañeda será cubierta por el propio STJ, tal como lo establece la Constitución Provincial, aunque para ello deberán pasar treinta días. El interino podría estar entre los nombres que se mencionan más arriba y se podría agregar algún otro magistrado en funciones en el fuero Civil y Comercial.