NARCOTRÁFICO

El tribunal oral prepara un megajuicio para Varisco y Celis

28/03/2019

El tribunal dispuso acumular los expedientes que tienen como protagonista a Daniel Celis y, por lo tanto, realizará un solo juicio con treinta y tres acusados, algo inédito en la historia judicial entrerriana. Son las causas que se han dado en llamar como “narcoavioneta” y “narcomunicipio”.

El tribunal oral prepara un megajuicio para Varisco y Celis

De la Redacción de Página Judicial

 

El Tribunal Oral Federal dispuso acumular los expedientes que tienen como protagonista a Daniel Andrés Celis y realizar un solo juicio que tendrá treinta y tres acusados, entre ellos, el intendente Sergio Varisco, el concejal Pablo Hernández y la ex policía Griselda Bordeira.

Son dos causas que tienen un denominador común: Daniel Tavi Celis, primero dedicado a la comercialización de marihuana, junto con su hermano Miguel Ángel Celis, al frente de una organización que operaba en distintos barrios de Paraná (Antártida Argentina, Paraná XVI y San Agustín) y extendía sus redes a las localidades de San Benito, Viale, Hernandarias, Nogoyá, Seguí e incluso hasta Santa Fe, Santo Tomé y Alto Verde; y luego dedicado al comercio de cocaína, en complicidad con funcionarios municipales.

El tribunal consideró que “no sólo existe conexidad subjetiva en relación a Daniel Andrés Celis, sino también objetiva en tanto, por lo menos en principio, pareciera tratarse de una misma organización liderada por el mencionado” y, por lo tanto, resolvió “la acumulación de ambas causas” para realizar un solo juicio a cargo del tribunal presidido por Lilia Carnero e integrado por Noemí Berros y Roberto López Arango.

El juicio por el momento no tiene fecha.

A partir de ahora el fiscal José Ignacio Candioti y los defensores deberán ofrecer la prueba y presentar la lista de testigos para el debate, que será analizada por el tribunal y recién entonces se fijará fecha para las audiencias de debate.

Narcoavioneta

Los hermanos Celis lideraban una organización que se dedicaba a la venta de marihuana al menudeo y en el aprovisionamiento a otras pequeñas bandas. El 28 de mayo de 2017, policías federales irrumpieron en un campo de Colonia Avellaneda y sorprendieron a varias personas en el momento en que descargaban un cargamento de 317 kilos de marihuana desde una avioneta.

La banda quedó prácticamente desarticulada. Era una estructura que estaba constituida por grupos familiares, y por eso, junto con los hermanos Celis cayó el padre de ambos, Eduardo Ramón Celis; el hombre que los crió, Miguel Carmelo Leguizamón; su esposa, Miguela Valde; y María Fernanda Orundes Ayala y Yamila María José Corradini, parejas de Daniel y Miguel Celis, respectivamente.

Con ellos cayeron también otros integrantes de la organización: Cristian Javier Silva –un hombre de extrema confianza de Celis, que le manejaba el dinero y administraba sus bienes–, Hernán Jesús Rivero –ex jefe de la Unidad Municipal 2 Oeste–, Patricio Facundo Larrosa, Renzo Bertana –hijo de una ex pareja de Tavi Celis–, Marcos Javier Velázquez, María Laura Zurita, Miqueas Julio Córdoba, Sergio Alberto Baldi, Julio César Vartorelli, Jonatan Iván Romero, Carlos Gastón de La Fuente, Luis Orlando Céparo y José Marcial Caballero. Todos detenidos, aunque las mujeres bajo arresto domiciliario.

En el banquillo de los acusados también estarán sentados los hermanos José Raúl y Omar Horacio Ghibaudo, los dueños del campo donde aterrizó la avioneta; y María Esther Márquez, una vidente a la que consultaban los hacendados.

Narcomunicipio

La investigación, sin embargo, tomó un nuevo curso a partir de la detección de comunicaciones que indicaban que Celis había relanzado su organización en septiembre de 2017 a partir de un acuerdo político con el intendente Sergio Varisco, del que también participaban el concejal Hernández, la ex policía Bordeira y el agente municipal Alan Viola.

En esa hipótesis, la banda se financiaba con fondos públicos, mediante aportes de dinero y distintas modalidades de contrataciones simuladas a personas allegadas a Tavi Celis. Era él mismo quien coordinaba las adquisiciones de la droga por teléfono desde su celda en la cárcel de Federal y luego la distribución y venta de la cocaína; también dirigía a sus asistentes y colaboradores e impartía órdenes relativas a la ejecución del acuerdo político con Varisco, como así también a la compra y traslado de la droga, el control de cantidad y calidad, resguardo, precios de venta y modalidades de pago.

En esa tarea colaboraban la pareja de Celis, Luciana Ernestina Lemos; su hermano Eduardo Humberto Celis, su sobrino Nahuel Jonatan Eduardo Celis; Juan Manuel Gómez y Jonathan Jesús Heintz, señalados como vendedores al menudeo; y Wilber Figueroa Lagos, un ciudadano de nacionalidad peruana que oficiaba de nexo entre Celis y su proveedor.